Firma el Llamamiento en Defensa de Venezuela y
por la Paz
Para adherirse al llamamiento promovido por
intelectuales, trabajadores, representantes del mundo laboral, activistas
sociales, organizaciones políticas, asociaciones y periodistas, utilice este
enlace o escriba un correo electrónico a la dirección:
[email protected]
En defensa de la Venezuela bolivariana y de los pueblos del mundo, por la
paz y la justicia social. Contra la República Bolivariana de Venezuela y su
pueblo, la amenaza de una intervención militar, una auténtica agresión
armada, por parte de los Estados Unidos se vuelve cada vez más grave y
concreta. Primero, las amenazas, cada vez menos veladas, de «arreglar»
ahora a Venezuela para luego «ajustar cuentas» con Cuba y Nicaragua.
Luego, el despliegue de cuatro buques de guerra y ahora incluso
portaaviones en posición de combate frente a las costas venezolanas.
Además, los repetidos ataques armados contra pequeñas embarcaciones
pesqueras, ataques que ya han provocado los primeros muertos y heridos
entre los pescadores venezolanos. Incluso, la increíble «recompensa»
arbitrariamente puesta sobre la cabeza del Presidente legítimo, recién
reelegido por amplísima mayoría, de la República Bolivariana de
Venezuela, Nicolás Maduro.
Y, por último, en orden cronológico, las noticias de un nuevo mandato a la
CIA para desarrollar acciones encubiertas y planes de guerra para derrocar
a las autoridades libremente elegidas por el pueblo venezolano.
La «mentira de guerra», esta vez, no es una probeta de presuntas armas de
destrucción masiva para agitar en las Naciones Unidas, como contra Irak,
ni la supuesta defensa de los derechos humanos violados por el enemigo
de turno, como tantas veces ha ocurrido en vísperas de «revoluciones de
colores» alrededor del mundo.
La «mentira de guerra», el pretexto para la agresión, en este caso es el
presunto narcotráfico a través de Venezuela. Una mentira tan falsa como
todas las demás, si es cierto que las propias Naciones Unidas han
confirmado que Venezuela no tiene nada que ver con el narcotráfico, que
este no se produce a lo largo de las costas de Venezuela, y que, de hecho,
las autoridades venezolanas están activamente comprometidas en
combatirlo.
Lo que los Estados Unidos quieren es, de hecho, algo muy distinto.
En primer lugar, apoderarse del petróleo, que es cada vez más un recurso
fundamental en la crisis energética internacional, y del cual Venezuela
dispone en copiosas cantidades, tanto es así que posee las reservas
probadas de petróleo más vastas del mundo, más de 300 mil millones de
barriles. Y luego, poner fin a la Revolución Bolivariana, un vasto proceso de
transformación política y social de inspiración bolivariana, socialista y
humanista, que, inaugurado por Hugo Chávez en 1999, continúa hoy con
Nicolás Maduro; y que ha llevado a la nacionalización de los recursos de
petróleo y energía, ha reinvertido los ingresos en políticas sociales, ha
mejorado la condición social (educación, salud, bienestar) de la población;
y ha mantenido una política exterior independiente, soberana y
antiimperialista.
Los Estados Unidos, creano una cortina de humo.
Y hoy, el intento de agresión armada contra Venezuela no es solo una
gravísima amenaza a la libertad y a la autodeterminación del pueblo
venezolano, y por lo tanto a la libertad e independencia de todos los
pueblos del mundo, sino que también es una amenaza directa a la paz y a
la seguridad de toda la región, que puede conducir a una escalada de gran
alcance y al riesgo de una mayor aceleración de la guerra a escala
planetaria. Una amenaza a la paz y a la autodeterminación, una amenaza a
la justicia y al derecho internacional.
No podemos quedarnos de brazos cruzados. Todos y todas, ciudadanos,
intelectuales, activistas democráticos, antiimperialistas, pacifistas,
sentimos la necesidad de activarnos y movilizarnos. Llevemos nuestra
solidaridad a las sedes diplomáticas de la República Bolivariana de
Venezuela en Italia y, con las organizaciones comprometidas con la
solidaridad internacionalista, multipliquemos las iniciativas para dar a
conocer la verdad de Venezuela y defender las indiscutibles conquistas
políticas y sociales de la Revolución Bolivariana.
Activemos nuestra solidaridad concreta, en defensa de la paz y la libertad
de los pueblos, con imágenes, publicaciones, contenidos, en todos los
canales en línea y redes sociales, por la paz y los derechos, contra el
imperialismo y sus guerras. Definamos juntos las modalidades de una
movilización unitaria, masiva, en Roma y en todas las ciudades, en defensa
de la Venezuela bolivariana y de todos los pueblos en lucha, que resisten,
en defensa de su propia libertad y autodeterminación, por la paz con
justicia social.
















