
José Gregorio Piña
La encuesta reciente de Hinterlaces, cuyo resultado anexo, evidencia la enorme trampa detrás de la propuesta de Bruno Gallo de que en la CRBV se establezca que a los cinco primeros partidos por porcentaje de votos recibidos les corresponda un Rector o Rectora del CNE.
Con esa regla, se llegaría al absurdo de que el PSUV obtuviera sólo un Rector o una Rectora, mientras que los siguientes cuatro partidos, todos de Oposición, aunque entre los cuatro con sólo la quinta parte de los votos que el PSUV, obtendrían los cuatro cargos restantes, un 300% más, y 15 veces más en términos proporcionales.
Así, la aparentemente «pendeja» propuesta, aseguraría a priori el control absoluto del CNE por parte de la Oposición, para dar el golpe institucional. Esa propuesta es inviable porque viola el principio democrático de la CRBV.
Lo democrático es lo actual: elección por parte de la AN, con garantía de representación de la minoría. En todo caso, en un escenario alternativo, ya que son 5 cargos, adjudicar cada cargo, respectivamente, por cada 20% (quinta parte) o fracción superior al 10% de los votos válidos obtenidos por las coaliciones de partidos, no por partidos individuales.