Por: Luis I Mendoza
De acuerdo con el Plan de la Patria y la propuesta de Comandante Supremo de la Revolución, La República Bolivariana de Venezuela – legado que debemos seguir –como basamento ideológico y doctrinario para alcanzar 5 grandes objetivos entre los que se destaca el número III, referido a hacer de la Patria Bolivariana una potencia cuando menos regional alcanzando desarrollo en áreas tan estratégicas como la social, económica y política. Venezuela es una amenaza para el imperio porque es una nación IRREVERENTE, y debe seguir siendo libre y soberana. Bolívar dijo: La hice libre, háganla ustedes próspera, y no fue en vano el sacrificio de nuestros mártires que desde la gran resistencia indígena en Venezuela y todo el continente; en nuestros territorios liderada por ese descomunal guerrero caribe (púa aguda) Guaicaipuro, que ofrecieron encarnizada lucha al imperio invasor español, debido a la abismal diferencia cultural y tecnológica optamos por la opción “resistencia”. Con el pasar de los años, Venezuela deja de ser un país cuya economía se sustenta en la producción agrícola y pecuaria hasta que nuestra bondadosa Pachamama comienza a ofrecernos los más ricos y variados recursos naturales que no posee otro país o territorio en el mundo; dichos recursos son la envidia de cualquier potencia en la actualidad por el altísimo valor comercial, estratégico, además de tener una posición geográfica privilegiada por estar ubicada relativamente en el centro del hemisferio occidental. Codiciada por las potencias actuales somos “objetivo” como ocurrió a partir de 1492 cuando llegó la invasión española a estos territorios poblados por culturas milenarias que según estimaciones recientes estos poblamientos podrían alcanzar los 20.000 años o más de antigüedad, que se nutrieron de oleadas provenientes del norte del hemisferio oriental y que cuyo ingreso se estima por el estrecho de Bering hasta lo que hoy es el territorio de Alaska antes territorio Ruso desplazándose con el pasar del tiempo hacia el sur buscando territorios más propicios, más cálidos, fértiles; y los poblamientos tempranos provenientes del pacífico sur que se asentaron en los grandes territorios de América de Sur, ricos en toda clase de recursos y propicios para el desarrollo a su manera de estas oleadas. Y es así como se les considera habitantes originarios que desde la llegada de los invasores españoles cuando eran unos 80 millones aproximadamente, fueron exterminados llegando en la actualidad a estimarse una población de 15 a 20 millones o menos. Además del Imperio Español es importante señalar la práctica genocida y etnocida de otras potencias de la época como fue Portugal, Reino Unido, Francia, Alemania, Holanda, e Irlanda.
En la actualidad nuestro país está siendo sometido a la más inhumana y feroz guerra multiforme no declarada por las potencias dominantes de América y Europa, y su Séquito de países lacayos. El Imperio actual ha desarrollado junto las potencias europeas una nueva forma de guerra no declarada pero de hecho guerra híbrida y tal letal como la atómica, que se manifiesta en la aplicación a otros países de las llamadas medidas coercitivas y que han calificado de “sanciones” violando de esta manera los más elementales principios de la Carta Magna en relación al Principio de Autodeterminación de los pueblos, y la aplicación de sus nefastas leyes al ámbito extraterritorial para de esta forma someter a otros pueblos y obligarlos a acatar y obedecer a sus designios como subordinados a ese gendarme mundial ante el desespero de lo que se puede calificar como una debacle de su sistema político – social y económico representado por el Capitalismo Salvaje, y que hace gala del autoproclamado e incompatible término (Imperialismo Democrático). De allí la necesidad que tiene un país como el nuestro de preparar su defensa a sabiendas de lo que ha ocurrido más recientemente en países petroleros como Libia, Iraq, Siria. La necesidad de depender del petróleo todavía tardará décadas y el Imperio Estadounidense lo sabe, ya han recurrido a sus reservas estratégicas y la sed del crudo aumenta cada día. Los países pequeños e indefensos son presa de los imperios depredadores y es por esta razón que existe la imperiosa necesidad de defendernos y abrir la posibilidad de transformar nuestra industria armamentista y fabricar armamento táctico de gran potencial disuasivo, es reconocido por los ejércitos modernos del poder que posee un misil, que es más o menos equivalente al empleo de 500 soldados para lograr un objetivo bélico, dependiendo del alcance y la capacidad destructiva. Partiendo de la premisa de que un país bien armado se respeta. A los países poderosos militarmente no les conviene que los países indefensos y débiles puedan desarrollar sistemas de defensa capaces de disuadir a enemigos que nos pudieran asechar en cualquier momento y desde cualquier latitud.
Nuestro país posee todo el potencial para ser una potencia en este renglón para la defensa de la nación, poseemos la materia prima, un personal con ganas de emprender en ese campo, ingenieros de primera línea y países amigos y mucho talento para transformarnos en una verdadera potencia y hacernos respetar ante nuestros enemigos y el mundo entero.
¡Para garantizar la paz debemos prepararnos para la guerra! ¡Tenemos muchísimo que defender! ¡Hasta la victoria Siempre!
















