JOSÉ RAFAEL POCATERRA – 10 -11-1969 – “Últimas Noticias”
José Rafael Pocaterra fue y todavía sigue siendo una víctima. Cuando se enalteció a Rómulo Gallegos se hundió a Pocaterra. Pocaterra no era un hombre que se prestase para la exhibición.
Aquí se cumplió el dicho: “Contra quién va es ese elogio”. A Pocaterra, en esta repartición de puestos que otorgan los partidos en primer lugar y los historiadores de la literatura en segundo lugar, se le otorgó el puesto disminuido de cuentista. Claro, no se le podía destruir de todo. Pero así como lo dijo Gide, que a medida que pasaba la euforia con la muerte de Tolstoy aparecía la grandeza de Dostoievski, se puede decir que con la desaparición definitiva de Gallegos vuelve Pocaterra al lugar que le corresponde. Desaparecido Gallegos ya no se le puede utilizar en mítines ni en reuniones de partido. Gallegos muere para que viva por sus propios valores.
Pocaterra fue dejado de lado porque le hacía sombra a Gallegos. Se le marginó, no se le editó más. En cambio para Gallegos había festivales del libro y todo lo demás. Gallegos fue utilizado y él se prestó para eso. Pocaterra era un solitario y como tal murió. Aquí se dijo y se sigue diciendo que Gallegos es el novelista y Pocaterra el cuentista como para intentar la dimensión creadora de este último. Cuando es todo lo contrario. Pocaterra es más novelista que cuentista. “El Doctor Bebé” y “Vidas oscuras” son novelas sin par en la literatura venezolana. Ninguna obra de Gallegos puede compararse a esas dos novelas de Pocaterra. Y mucho menos se pueden comparar los cuentos de Gallegos con los de Pocaterra. El mal que se le hizo a Pocaterra se le hizo al país. Y este mal lo han causado los políticos de partido de toda laya que buscaron escalar posiciones a través de una persona que se prestó para ese sucio juego.
















