Por: Horacio Duque
Villavicencio es la principal ciudad de los Llanos orientales colombianos y la capital del departamento del Meta. Este centro urbano fue fundado en abril de 1840 como punto de ingreso a los llanos de San Martin; en ella viven en la actualidad casi 600 mil personas.
El espacio territorial al que sirve de epicentro Villavicencio es uno que se mueve económicamente sobre la ganadería, la ganadería, la explotación petrolera, el extractivismo minero y la vía que comunica con Bogotá, hoy en manos de un inescrupuloso pulpo financiero que desangra las finanzas regionales y del estado central..
Su actual Alcalde es el Ingeniero Juan Felipe Harman, un importante líder estudiantil, comunitario y ambientalista que en octubre del 2019 fue elegido con casi 50 mil votos, por una coalición conocida como “Somos la Alternativa”, integrada por el Polo Democrático, Alianza Verde, MAIS, Colombia Humana-UP y Colombia Renaciente, partidos y movimientos que hoy hacen parte del Pacto histórico que lidera Gustavo Petro.
En años anteriores la ciudad permaneció bajo el control de los grupos de derecha vinculados con la violencia paramilitar y la corrupción de reconocidos clanes delincuenciales.
Después de varias décadas con el predominio violento de las bandas asesinas de Víctor Carranza (Carranceros), Carlos Castaño (AUC, Centauros), Buitragueños, Bloque Central Bolívar (Macaco) y fascismo uribista (Ver https://rebelion.org/wp-content/uploads/2020/08/colombia_llanos_orientales.pdf ), la izquierda progresista accedió a un importante cargo local, después del feroz exterminio a que fue sometida la izquierda representada por el Partido Comunista y la Unión Patriótica, desde la década de los 80. Cientos de integrantes y líderes de estos movimientos políticos fueron asesinados, desaparecidos, masacrados y judicializados por el poder ganadero, burocrático y mafioso de los Llanos orientales. Parlamentarios, diputados, alcaldes, concejales, sindicalistas, mujeres y viviendistas cayeron acribillados por la arremetida pistolera de gamonales, senadores, Representantes, generales (Séptima Brigada), policías, hacendados, ganaderos y funcionarios públicos, amangualados para exterminar el poder popular democrático de los Llanos orientales.
Con Harman hay un respiro y su gobierno ha desatado las energías populares que se mueven en la dirección de un acertado Plan de Desarrollo denominado “Villavicencio Cambia contigo” organizado alrededor de los siguientes 5 temas: Eje 1 – Villavicencio, capital del piedemonte; Eje 2 – Villavicencio, ciudad moderna y planificada; Eje 3 – Economía para el empleo y empleo para la economía; Eje 4 – Gobierno abierto y participativo; y Eje 5 – Ciudad garante de derechos.
Estos elementos estratégicos para el cambio de Villavicencio se reflejan en las siguientes acciones que guían la gestión alternativa del Alcalde:
• Modernizar la función pública y luchar contra la corrupción.
• Asegurar la sostenibilidad fiscal
• Facilitar la creación de empleo
• Garantizar el servicio de acueducto
• Optimizar la movilidad
• Reactivar la economía
• Mejorar el saneamiento básico
• Diseñar y ejecutar planes de renovación urbana
• Mejorar la seguridad
• Priorizar los programas sociales
• Desarrollar y construir espacio público de calidad
• Establecer estrategias para cuidar el agua y la base natural del municipio
• Garantizar el derecho a la ciudad
• Respetar e incentivar la multiculturalidad para la construcción de nuevas
Ciudadanías.
Acciones con las que Villavicencio tiene el reto de plantearse y desarrollar un “proyecto político de ciudad de largo plazo, con énfasis en el arraigo y la vida digna de sus ciudadanos, empoderándolos como agentes con decisión propia, moradores con arraigo, un arraigo que solo se obtiene cuando trascendemos el espacio físico y lo hacemos también mental, con recuerdos, sensaciones y emociones, esa morada que se construye con la memoria de sus
La ruta programática de Harman se sustenta en los Acuerdos de paz del 2016 y pretende garantizar el derecho a la ciudad de sus casi 500 mil habitantes y del resto de pobladores del Meta y los otros departamentos como el Guaviare, Vichada, Guainía y Casanare, cercanos.
Ya han trascurrido más de 18 meses de la gestión progresista de Harman y los obstáculos no han sido pocos. Empezando por la cerrada oposición de la poderosa casta política de ultraderecha de la región (representada por la senadora Maritza Martínez y la actual Presidente de la Cámara) que controla importantes enclaves del Estado regional y los billonarios recursos de las regalías petroleras, despedazados por mafias del contratismo, favorecidas por la complicidad de funcionarios venales enchufados con la criminalidad.
Harman ha procurado la mayor transparencia en la ejecución de los recursos públicos que han sido focalizados al reconocimiento de los derechos de las mujeres, de las minorías étnicas y de la población afectada por la pobreza y exclusión social.
Un aspecto a resaltar es la agenda ambiental del Alcalde que prioriza el cuidado del agua, con vertiginoso agotamiento, y la protección de ecosistemas estratégicos como humedales, bosques y fauna nativa; aunque hay una paquidermia burocrática (uribista) con efectos negativos en la participación de los líderes y organizaciones ambientalistas.
Temas como el de la vivienda popular presentan rezagos porque aún están pendientes de la revisión del Plan de Ordenamiento Territorial del 2015 y del programa de legalización de barrios como Portales del Llano, Villas de Alcaraván y Rincón de la Maria, pendientes de una intervención más efectiva de la Secretaria de Planeación, la dirección de Ordenamiento Territorial y de los abogados externos que están atrapados en intereses indescifrables y sin transparencia.
Para entender la dimensión del problema de la informalidad urbana de Villavicencio, bien sirve saber que en la ciudad hay casi 280 barrios pendientes de legalizar, problemática que debería ser aprovechada por el Alcalde y su equipo para profundizar el reconocimiento de los derechos urbanos de casi 300 mil habitantes, afectados por el déficit habitacional y la fragmentación comunitaria. Ejecutar una estrategia de tejido social es una prioridad que estamos dispuestos a respaldar desde la base social con muchas organizaciones populares y de mujeres.
Quedan dos años largos de gobierno para el Alcalde Harman y la prioridad debería ser el empleo, la seguridad alimentaria, la salud, la educación, los derechos de las mujeres, la pulcritud en el gasto público y la transparencia en la administración.
Proyecto como el “Arpa de aguas”, si bien es muy importante, debería ser mirado más en el largo plazo, pues corre el riesgo de terminar convertido en un “elefante blanco” que diezme la institucionalidad y las finanzas locales, por los riesgos de corrupción de este tipo de macro proyectos, como sucedió con la famosa refinería de Alan Jara, hoy encartado con la justicia por sus delincuenciales manejos de los dineros de regalías petroleras y de las víctimas de la violencia.
Desde nuestro compromiso con Villavicencio hemos organizado, con el apoyo de Alberto Contreras, una red de Veedurías ciudadanas, debidamente registradas en la Personería, para apoyar todos los procesos de transparencia en la administración, incluyendo las rendiciones de cuentas, el control a la contratación (que no es visibilizada adecuadamente en la página web) y las auditorias sociales a las obras en ejecución, como ocurre actualmente con los reparcheos de algunas vías que han suscitado algunas controversias validas, como las registradas en Ciudad Porfía, un importante espacio de la vida popular y comunitaria de Villavicencio.
Queremos examinar próximamente cada uno de los aspectos de la compleja gestión del Alcalde Harman, para consolidar su legitimidad democrática en la perspectiva de proyectar un cambio de envergadura en toda el Área Metropolitana (Acacias, Restrepo y Cumaral), y en la región de la Altillanura de la Orinoquia, en los términos de la paz, la convivencia y el bienestar de los llaneros de a pie.
@HoracioDuque8

















