Por: Luís Roa
Pese a la arremetida frontal de los Estados Unidos contra nuestro país; con sus sanciones, con sus amenazas; con sus buques y el submarino y el asesinato a mansalva de humildes pescadores; sin tomar en cuenta sus intentonas invasoras; no logra doblegar para nada, ni al gobierno, ni al pueblo. Esta respuesta sacude y estremece al Departamento de Estado gringo. Hoy emerge ante las nuevas realidades un país que antes lucia débil. Hoy Venezuela a la luz de las nuevas alianzas y acercamientos; con China que busca afanosamente nuevos mercados con Latinoamérica; o Rusia que se ha convertido en un socio militar; o los BRICKS que se abren paso como potencia mundial. Ya Venezuela dejó hace rato de ser el patio trasero, tan apetecible para los gringos; ahora le roncan los motores, se sobrepone y emerge ante las arremetidas gringas; que no le va a tocar otra cosa que bajar la guardia, llegar a un entendimiento y jugar a la defensiva .
Hoy Venezuela con sus riquezas, con su petróleo, que la ubican como una primera potencia en yacimientos, con su oro, gas, y minerales estratégicos, se ha convertido en un blanco perfecto ante los apetitos malsanos del poderío imperialista, de pretender hacer, lo que le va ser muy difícil pretender con los hechos; como lo es colocar su planta insolente en territorio venezolano. Menos ahora, ante el avance de la multipolaridad, la caída de occidente y la utilización del petróleo como arma ante las embestidas gringas. Venezuela se ha convertido en un aliado confiable para la comercialización de su petróleo con otros países. Por fuerza mayor, busca salirse de la supremacía de los Estados Unidos y de su atadura hacia el dólar. Buques cargados de petróleo salen hacia otros destinos del mundo. Ahora comenzamos a darnos cuenta que las sanciones, que nos lanzaban como un castigo para doblegarnos; ha ocasionado daños irreversibles; pero ha permitido abrir nuevos escenarios. Todo esto ha creado un precedente y un mal ejemplo para el todopoderoso EEUU. Muchos países seguirán el ejemplo de Venezuela y dejara de ser el hegemon, que todo lo podría hacer. Seguramente que otros países seguirán su rumbo. Venezuela que antes se mostraba dócil y fácil ante los dictados imperialistas; ahora se ha convertido en un hueso duro de roer. Todo esto y lo que viene le predice el colapso a ese monstruo. Ya la crisis y el descontento de su propio país comienza a sacudirlo. Eso de tener a un gobierno que mira más hacia afuera, creando y propagando guerras; mientras que lanza a la desidia a su propio pueblo; en medio de un alarmante costo de la vida, la drogadicción, los desplazados, la falta de una política de asistencia social que llegue al pueblo; mientras tanto Trump y su asistente Marco Rubio, no escatiman esfuerzos pára caer en la confrontación, a sabiendas que todo eso los va a hundir; mientras que desde las sombras, sale a diario la sayona, con sus tormentos esquizofrénicos llamando a la invasión. En medio de toda esta panorámica, pudimos percatarnos que Trump en medio de sus tormentos se está moviendo en dos escenarios, por un lado envía al Sr. Richard Grenell a Caracas a hacer las paces con el presidente Maduro, pero por el otro lado insiste en continuar sonando los tambores de la guerra al pretender destinar 400 millones de dólares para desestabilizar a Venezuela, Nicaragua y Cuba. Antes todas estas, no hay que escatimar los esfuerzos en seguir adelante y estar atentos y preparados ante cualquier locura que nos prepare el imperio gringo.