LUIS ROA
Donald Trump continua con su deliberado discurso ambiguo. Hoy anuncia una vaina y mañana otra. Como nos escribía Miguel Ángel Agostini por este medio: “Es la inconsistencia encarnada. Vive un estado de contradicciones permanentes”. Ahora la ha tomado con la suspensión de los vuelos de algunas aerolíneas que arriban a Maiquetía. La Autoridad Federal de Aviación de los EEUU (FAA), ha emitido una advertencia de vuelos sobre Venezuela; debido a una “posible situación de riesgo”. Existe una parte, de esa declaración que no hay que perderla de vista. Donde la amenaza de la FAA, podría representar un “riesgo potencial para las aeronaves de todas las latitudes, incluidas los países de despegue y aterrizaje”. Así como para los propios aeropuertos y aviones en tierra. Esta no es una decisión unilateral de la FAA; ahí está metida la pezuña de Donald Trump. Algunas aerolíneas se han hecho eco de este singular llamado; entre ellas Iberia; que canceló (España) sus vuelos hasta nuevo aviso; Latan Airlines (canceló los vuelos) Caracas – Bogota para los días 23 y 24 de noviembre y la TAB Air ´Portugal, que cancelo los vuelos Caracas – Lisboa. Otra que había anunciado su suspensión y luego rectificó fue la Turkist Airlines (Turca) que cubre las vías de Estambul- Caracas – Estambul. Estelar Latinoamericana, ( que habían anunciado su suspensión, luego la echaron para atrás. Mientras otras aerolíneas continúan campantes y sonantes cumpliendo con sus itinerarios diarios; entre ellas: Conviasa, Laser Airlines, Avior Airlines,; Rutaca, Copa Airlines (Panamá).
Esta actitud asumida por algunas aerolíneas, otras rectificaron, continúan aferradas a los dictámenes del imperio gringo desde el asedio en el Caribe. Ninguna aerolínea, por más poderosa que sea, debe tener injerencia en la soberanía de un pueblo. El gobierno nacional tiene la potestad de actuar contra esas medidas punitivas que van contra nuestro pueblo y debe reservarse todas las acciones legales a tomar; que podría ser hasta la expropiación de sus bienes. No podemos tolerar que aerolíneas, que se lucran grandemente, que entran y salen del país sin obstáculo alguno, se involucren en una manifestación guerrerista, solo por congraciarse con el imperio. Deben explicar con detalle que los llevó a mezclarse en tan enojosa decisión. No con posiciones evasivas y salidas ingeniosas. Ellos saben que ninguno de esos aviones de transporte de pasajeros va a ser tocados; sería una hecatombe de consecuencias irreversibles, que los gringos lo hicieran. Hasta los momentos las acciones desplegadas por ellos han sido contra humildes lancheros, que han sido asesinados a mansalva. Ya van más de 80 las víctimas y la Operación Lanzas del Sur, para luchar contra el narcotráfico; pero lo que persigue es la salida del presidente Nicolás Maduro. Tenemos por ahí, que el gobierno de Alemania, pide a sus ciudadanos: “no viajar a Venezuela”; por el deterioro de la seguridad y riesgos de detención. Apelan a la alerta de la FAA, de suspender vuelos. Con estas medidas estos gobiernos pretenden satanizar un proceso como el nuestro que, a pesar de las deliberadas pretensiones del imperio, aquí se respira aires de paz y tranquilidad.
Luis Roa

















