José Sant Roz
- Ante estas amenazas de Trump, ¿cómo se sentirán María Corina Machado y Leopoldo López, viendo que a todos los venezolanos en EE Uu se les está calificando de locos, terroristas o delincuentes? Es una acusación tan generalizada, que de hecho abarca a todos los venezolanos que se encuentran en Norteamérica. ¿Qué podrá sentir un venezolano, cuando un gringo de esta hora va y le pregunta de dónde es, dónde nació? Al responderle, de inmediato lo asociará con lo que ha escuchado del presidente de su país, y se dirá: “-Este tipo debe ser un loco, alguien peligroso”. Porque si, además, la banda del Tren de Aragua, conformada por venezolanos ha sido declarada por el mismo Trump, como terrorista, y si a Venezuela la están situando como el mayor proveedor de drogas del mundo a través de El Cartel de los Soles, entonces definirse como venezolano allá, tiene que ser realmente humillante, degradante, profundamente ofensivo. Y lo peor, debe ser para algunos venezolanos el querer seguir viviendo en ese país que los denigra, que lo desprecia, es decir, tratar de seguir admirando a la sociedad estadounidense esa misma que intenta desde todas sus instituciones perseguirlos y echarlos como perros. Y peor aún, deber ser el buscar, el querer ser aceptados por los gringos. ¡Deprimente, caramba! Difícilmente puede concebirse algo peor.
- Ahora bien, volvamos al punto: Trump dice que le mandaron a su país (sugiere que adrede) ese mar de locos, cuando en verdad él mismo es el más grande demente que tiene el planeta en este momento, cuando lo vemos todos los días desvariar, hablando para atrás y para adelante, desafiando al planeta con guerras y aranceles. Hoy dice Zelensky tiene que hacer la paz con Rusia, lo zarandea y lo humilla en pública, y mañana recula y acepta que Putin lo tiene profundamente decepcionado por lo que decide apoyar a Ucrania.
- Por otra parte, EE UU es el país con el mayor número de asesinos en serie del planeta, es decir, con unos locos que para nada parecen peligrosos, con poses cívicas perfectas, extremadamente educados y hasta finos, por lo que a la policía se le hace imposible detectarlos, identificarlos. De hecho, los más grandes asesinos en serie de EE UU nunca han sido encontrados, es un país con millones de crímenes no resueltos, porque los dementes que los cometen se confunden con los más decentes ciudadanos de ese país. Lo que revela, que en EE UU todo el mundo puede ser catalogado como un criminal en potencia: cualquier vecino, cualquier profesor o médico, cualquier distinguido comerciante, músico, genio o pensador puede tener un closet lleno de calaveras en su casa. Por eso, de pronto, sale un elegante ciudadano a la calle con un rifle, y se produce una masacre en la calle, en una escuela, en una universidad, iglesia o centro comercial. Allí de veras que nadie está a salvo con los más perfectos ciudadanos que son todos unos locos por naturaleza…
- Y si un día, comenzaran a emigrar gringos por millones a otros países, la peste planetaria y la demencia seria tota…l, sería verdaderamente horrorosa. En tal sentido, bien vale la pena leer el editorial de hoy del diario mejicano “La Jornada”, el cual comienza diciendo: “El presidente Donald Trump amenazó a Kabul con “cosas malas” si no “devuelve” a Estados Unidos el control de la base aérea de Bagram, construida por Washington durante el régimen colonial que mantuvo en la nación centroasiática de 2001 a 2021”. Eso es realmente de locos, ¿c{omo y por qué le van devolver una base militar que hicieron para destruir ese país, para llevar bombarderos y decenas de militares asesinos, para matar afganos?
- Añade el referido editorial: En su primer periodo presidencial (2017-2021), Trump redujo la presencia militar estadunidense en Irak hasta el punto de hacer inviable la continuidad de su control colonial sobre el país, formalmente liberado de las fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) el 30 de agosto de 2021, ya en el mandato de Joe Biden. Fiel a su estilo, el magnate culpó a su sucesor por las bochornosas imágenes de las tropas occidentales huyendo de Kabul del mismo modo en que medio siglo antes salieron de Saigón en caótica estampida. Asimismo, niega cualquier responsabilidad en la fulminante caída del gobierno afgano y la vuelta al poder del talibán tras dos décadas de sanguinaria e infructuosa ocupación”.
- Esa misma línea de locura y estupidez este presidente de EE UU amenaza a Venezuela con “consecuencias incalculables si se niega a aceptar a los migrantes venezolanos deportados, con énfasis en todos los presos y las personas de instituciones mentales (…) obligados a entrar en Estados Unidos”.
- Agrega el editorial: “Más allá del contexto de creciente agresión contra Venezuela con el explícito propósito de derrocar al presidente Nicolás Maduro, las palabras de Trump resultan delirantes, productos de la alucinación y el absurdo: ni hay “instituciones mentales” o cárceles enviando a sus pacientes a Estados Unidos, ni hay un solo caso reportado de personas obligadas a ingresar a ese país. Vale la pena detenerse –sigue diciendo en un análisis muy interesante – en la referencia a los individuos con problemas mentales, una auténtica obsesión del magnate en su discurso xenofóbico, que carece del más tenue sustento en la realidad. De acuerdo con cifras de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) del propio Estados Unidos, en América Latina existen apenas 3.3 camas siquiátricas por cada 10 mil habitantes; por lo que, incluso si Venezuela estuviera en ese rango promedio (escenario impensable dadas sus dificultades económicas inducidas por el bloqueo estadunidense), contaría con un total de 9 mil pacientes siquiátricos, una cantidad ínfima frente a los 600 mil venezolanos que actualmente residen en territorio estadunidense”.
- “Las extorsiones de Trump contra todo aquel que no se pliegue a su voluntad no se limitan al extranjero: sólo en días recientes, ha amenazado con lanzar una invasión militar sobre Chicago por rehusarse a participar en su cacería antimigrante, demandó a The New York Times por 15 mil millones de dólares por “difundir falsedades que afectan directamente a su reputación”, continúa las presiones sobre la Reserva Federal para que recorte sus tasas pese al riesgo de un estallido inflacionario, y amordaza a todo medio de comunicación que divulgue críticas al asesinado agitador de ultraderecha Charlie Kirk”, añade el referido editorial.
- Para concluir: “En conjunto, los actos referidos dan cuenta clara de la veloz construcción de un régimen totalitario en el país que se presenta como “faro de la democracia” y se siente facultado para evaluar el grado de libertad de que disfrutan los ciudadanos de otras regiones, pero también exhiben a un personaje que, a fuerza de mentir, se ha vuelto incapaz de distinguir entre los hechos y sus fabulaciones, lo cual representa un peligro global cuando el enajenado detenta el poder de lanzar ojivas nucleares”. Desde Nerón o Calígula no habíamos conocido un gobernante más loco y degenerado que Trump, sin contar todos los actos de pedofilia por el que se le acusa en su relación Jeffrey Epstein.