TeleSUR
El Reino Unido dejó de compartir información de inteligencia con Estados Unidos sobre embarcaciones sospechosas de narcotráfico en el Caribe, tras considerar que los ataques militares estadounidenses contra presuntos traficantes violan el derecho internacional, informó la cadena CNN, a raíz de información filtrada a través de fuentes familiarizadas con el asunto.
Durante años, el Reino Unido —que mantiene bases de inteligencia en varios territorios caribeños— había colaborado con Washington para rastrear e interceptar embarcaciones vinculadas al tráfico de drogas, en coordinación con el Grupo de Trabajo Interinstitucional Conjunto Sur, con sede en Florida.
Sin embargo, según CNN, Londres decidió suspender la cooperación hace más de un mes, preocupada por el uso de información británica en ataques letales, en los que fueron asesinadas al menos 76 personas.
Funcionarios británicos consideran que estas acciones constituyen ejecuciones extrajudiciales y violan el Derecho Internacional Humanitario, postura que coincide con la expresada por el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, además de los Gobiernos de Venezuela, Cuba y Colombia, entre otros.
“Los ataques violan el derecho internacional y equivalen a ejecuciones extrajudiciales”, afirmó Türk en octubre, declaración con la que Londres coincide plenamente, según las fuentes citadas.
Exclusive–The UK has suspended sharing intelligence with the US about suspected drug trafficking vessels in the Caribbean because it does not want to be complicit in US military strikes and believes they are illegal, sources tell CNN.https://t.co/EsFENxQx6R
— Natasha Bertrand (@NatashaBertrand) November 11, 2025
Antes del cambio de política, la lucha contra el narcotráfico era responsabilidad de la Guardia Costera y las fuerzas del orden estadounidenses, enfocada en detenciones y decomisos. En esa línea, los integrantes de los cárteles y los narcotraficantes eran tratados como delincuentes con derecho a un debido proceso.
Pero desde septiembre, la administración Trump autorizó al ejército estadounidense a emplear fuerza letal, argumentando que los presuntos narcotraficantes representan una amenaza inminente y son “combatientes enemigos” en un “conflicto armado” con EE. UU.
Un memorando enviado al Congreso y una opinión clasificada del Departamento de Justicia respaldan ese enfoque, mientras que Trump designó a varios cárteles de la droga como “organizaciones terroristas extranjeras”, lo que, según la Casa Blanca, justificaría la operación militar.
Sin embargo, juristas en derecho internacional sostienen que la designación terrorista no autoriza automáticamente el uso de la fuerza letal, y que muchas de las embarcaciones atacadas estaban fondeadas o no representaban amenaza inmediata, de acuerdo con los informes obtenidos por CNN.
El canciller de #Venezuela🇻🇪, Yván Gil, en nombre del presidente Nicolás Maduro, agradeció a la Duma Estatal de Rusia por su llamado a la comunidad internacional para condenar la presencia militar de #EEUU🇺🇸 en el mar Caribe.https://t.co/1h7jkh0A9M
— teleSUR TV (@teleSURtv) November 11, 2025
Fuentes de defensa revelaron que el almirante Alvin Holsey, jefe del Comando Sur de Estados Unidos, presentó su renuncia tras expresar dudas sobre la legalidad de los ataques en una reunión con el secretario de Defensa, Pete Hegseth, y el jefe del Estado Mayor Conjunto.
Además, abogados del Departamento de Defensa y asesores militares activos y retirados han manifestado que los ataques no parecen ajustarse al Derecho Internacional de los Conflictos Armados, aunque el Pentágono ha negado cualquier desacuerdo interno.
Canadá, otro aliado estratégico de Washington en la Operación Caribe, también se desmarcó de los ataques estadounidenses, aunque continuará su cooperación antidrogas con la Guardia Costera de EE.UU. Fuentes diplomáticas señalaron que Ottawa pidió garantías de que su inteligencia no sea utilizada para seleccionar objetivos de ataques letales.
El Ministerio de Defensa canadiense precisó que las actividades de las Fuerzas Armadas en el Caribe son “separadas y distintas” de las operaciones militares impulsadas por Washington, reafirmando que no participará en acciones que contravengan el derecho internacional.

















