Por: Daniel Milano V.
¿DONDE FUERON A PARAR LOS CUANTIOSOS BIENES TANGIBLES DE LA UNIVERSIDAD?
“La casa más alta, la casa que vence las sombras”, finalmente no ha podido desterrar las tinieblas. Asediada por dentro y por fuera, hoy luce solitaria y desprolija. Tanta precariedad no acompañó toda la vida a la Universidad. Hubo un tiempo que marchó a banderas desplegadas y no se entregó a la errancia. Un tiempo glorioso de lucha, estudio y resistencia, que ha hecho que la universidad tenga sangre de Fénix y renazca irresistiblemente.
La situación caótica de la universidad, no ha despertado la preocupación de la comunidad, a excepción de un grupo de profesores y estudiantes de los distintos núcleos, que desde el cierre han asistido casi religiosamente a sus instalaciones. De parte de las autoridades, el silencio ha sido total. Mutismo revelador que dice mucho, por aquello de “quien calla, otorga”. Situación que se hace extensiva a densos sectores de la vida universitaria y de las organizaciones políticas, que no han interiorizado que la caída de la UDO no conviene a nadie. Ni a “tirios ni troyanos”. O sea, ni a derechas ni a izquierdas. Quien quiera mantener el gobierno o quien aspire a gobernar, debe contar con una universidad en pie. Solo al fascismo, le provocaba sacar el arma cuando oía la palabra cultura.
Frenar la diáspora universitaria y comenzar la reconstrucción, presupone entre otras cosas hacer un inventario de los bienes de la universidad. Conviene revisar la documentación existente y averiguar la suerte que corrieron. Tal acción, revelaría que no todo es obra del hampa común. La banalidad del mal, corre con bríos dentro y afuera. No obstante, conviene reseñar las declaraciones del prof. José Antonio Bottini, publicadas en el diario “Aporrea”, el 08-11-2010:
“De los bienes más importantes, expropiados por la Comisión Investigadora Contra el Enriquecimiento Ilicito a personeros de la dictadura de Pérez Jiménez y donados a la UDO se encuentran:
28 inmuebles ubicados en el Distrito Capital, Estados Vargas y Miranda; 9 en el Estado Sucre; 18 en el Estado Bolívar y 6 en el Estado Nueva Esparta.
El Núcleo de Sucre recibió en custodio y uso la sede donde funcionó el Convento de San Francisco y lotes de terrenos en Los Icacos y Santa Cruz.,
Donativo de 350 hectáreas entre la Sabana de San Luis y La Llanada, Municipio Ayacucho.
Cesión por comodato de los pisos 1, 2, 4 y 6 de la antigua Escuela de Enfermería, para el funcionamiento de la Escuela de Bioanálisis.
La mayoría de los bienes de la Universidad de Oriente se han perdido por negligencia y abandono, mediante continuas oleadas de invasiones y una desidia secular. Incluso, una parte considerable ha sido aprovechada por particulares, que pagan a la UDO una suma irrisoria, sin control alguno en el registro de los ingresos. El caso más revelador y patético, es el de los usuarios del Edificio La Francia, cuyos contratos fueron firmados diez años después de ocupados por negocios de joyería y relojería. Por si fuera poco, esta situación se repitió sin pena ni gloria en otras 26 propiedades de la UDO en Caracas, Vargas y Miranda, las cuales solo aportaban 1.046.462, 50 Bs (de los viejos) al tesoro de la institución.
Lo descrito anteriormente, inscrito en la lógica pragmática del “todo vale”, solo es la punta del iceberg. Una relación muy sumaria del escándalo de la verdad nunca pronunciada. Una suerte de S.O.S. y telegrama urgente a los universitarios. Una invitación a que se pronuncien y saquen el resto del iceberg a la luz. Una seria requisitoria contra una casta política indolente, que no se ruboriza al acusar a otros de sus excesos, desmanes y correrías. Ya es tiempo que se responda, ¿dónde fueron a parar los cuantiosos bienes tangibles de la universidad? ¿Serán estructuras disipativas como las pensadas por Prygogine? ¿Es posible que se hayan esfumado, por un arte de magia como a los que nos tiene acostumbrado el inefable Mandrake? ¿Será un robo descarado, en la mejor tradición de la IV República? ¿O todo esto será obra de un genio maligno, que nos quiere confundir como confundió al buen Descartes? ¿No será una reedición del enigma que la Esfinge le hizo a Odiseo, para su propia perdición y la nuestra? ¿No es posible que todo sea obra de Titillivus, el demonio medieval que confundía a los escribanos? Quién sabe. En estos tiempos, desde que “muerto carga basura” como dice la gente, se ve cada cosa…..
Dr. Daniel Milano V.
C.I. 3.733.982
Profesor Titular Universidad de Oriente, Núcleo de Sucre.
Profesor PEI Investigador de Amplia Trayectoria (MPPP Educ. Cienc. y Tec.)


















Un Comentario
Tartufo
«UN ESTADO DONDE QUEDEN IMPUNES LA INSOLENCIA Y LA LBERTAD DE HACERLO TODO, TERMINA POR HUNDIRSE EN EL ABISMO.» SÓFOCLES
«LA IMPUNIDAD ESTIMULA AL DELINCUENTE.» GALEANO