Por: Luís Roa
El pasado 31 de agosto se llevó a cabo en Tianjin (China) la cumbre de La Organización de Corporación de Shanghai (OCS); con la asistencia de 20 países; de los cuales 10 son observadores y los otros 10 como miembros naturales; entre ellos están: China, Rusia, Kasajistan, Kirguistan, India, Pakistan, Iran, Bielorrusia, Tayikistan, y Urbekistan. También asistió el Secretario General de la ONU Antonio Guterrez. Es de destacar, que aquellos países de occidente, que se le arrodillan al imperio gringo, acostumbrados a formar una alharaca por cualquier cosa, en esa oportunidad, no le dieron cobertura; trataron de evadir su trascendencia e importancia. Tres de los países que la conforman (China, Rusia y la India) tienen una cuarta parte del PIB mundial. Alli estaban presentes, la India y China; tal como lo señaló Xi Jinping: «Son los dos países más grandes del mundo y miembros importantes del Sur Global». Más adelante recalcó: «Ambos asumimos la responsabilidad histórica, de mejorar el bienestar de nuestros dos pueblos, promover la solidaridad, el rejuvenecimiento de los países en desarrollo y el progreso de la sociedad. Esta reunión fue para el reencuentro, afinar estrategias para integrarse a otras organizaciones que marchan por los mismos rumbos y también para limar asperezas. El presidente de China Xi Jinping, propuso impulsar la Iniciativa Gobernanza Global (IGG) y aprovecho la oportunidad de hablar con Putin, donde se refirieron a los contactos que celebraron Putin y Trump. Recordemos que Rusia es miembro fundador de la OCS, demás está decir, que existen muchos acercamientos con el presidente Nicolás Maduro. El hecho que a esta cumbre asista Rusia con Putin a la cabeza; hablando sobre los más ingentes problemas que los acosan, por la construcción de un mundo multipolar es para poner a reflexionar a ese eje hegemónico de aliados que hacen causa común con los Estados Unidos. Esto que acaba de pasar en Tianjin, con estos colosos al frente, es un desafío para Trump; que de paso arribo a la presidencia de esa nación en tan mala hora. Hoy muchos países sienten el peso de sus errores, sanciones, bloqueos, intimidaciones, traiciones, insultos, aranceles. Ese imperio que se creía que las tenía todas consigo avanza en forma indetenible hacia la degradación. Muchos países, que tenían sus acercamientos, se han dado cuenta que no es un socio confiable. Con sus decisiones ha unido al mundo, pero negativamente para Trump. Por otro lado, vemos a los BRICS con la mira puesta en integrarse a otros organismos, tan representativos y de la importancia de La Organización de Cooperación de Shanghai.
Por supuesto la confianza entre los participantes es mutua y el abrirse caminos hacia la integración con los BRICS es un anhelo. Nicaragua, han señalado que como Estado libre, revolucionario y soberano e independiente, fundamenta las relaciones internacionales en el respeto, la amistad y la solidaridad. Daniel Ortega expresó su respaldo a la Iniciativa de la Gobernanza Global (IGG), propuesta por China en la OCS. Otro tanto ha dicho Cuba.
En el documento final, abogaron por la no injerencia en los asuntos internos de cada país y del no uso de la fuerza, son fundamentales para el desarrollo sostenible de las relaciones internacionales; enfatizando que la confrontación, los desafíos y amenazas a la seguridad y estabilidad mundial se está intensificando. Señalamos que la economía está superando graves perturbaciones. Hicieron un llamado a la ONU a adaptarse a las nuevas realidades. Condenaron enérgicamente los ataques cometidos por Israel y EEUU contra Iran. Rechazaron las masacres contra el ´pueblo de Gaza.. Esta cumbre, diciéndolo coloquialmente fue algo asi como un Mensaje a García contra el imperio gringo.

                                                                                               
							















