José Sant Roz
Recuerdan aquella introducción en la novela de Thomas de Quincey, “Del Asesinato Considerado Como Una de las Bellas Artes”… Bueno, también los farsantes, como venimos diciendo, son unos artistas cuando se lanzan a coronar sus propósitos, cuando van labrándose un perfil, una forma de elogiar o disimular entregarse por entero a una causa. Por lo general, deben procurar parecer lo que sus jefes o ductores esperan de ellos, y entonces intuitivamente van estudiando sus pasos para ir encumbrándose, para llegar tan lejos (en sus ambiciones y planes). No dejan nada al azar y suelen ser metódicos, agudos y pacientes, cuidan sus gestos, sus opiniones, y van afinando esa condición innata que tienen para el disimulo, para el engaño y la farsa. Hay que ver con qué arte ajustan sus máscaras para cada ocasión, y saben perfectamente a quienes engañar, no importándoles cuán poderosos sean, porque existen naturalezas para ellos que nacieron para caer en sus redes, en sus fingimientos y timos. El genio en el refinamiento de este arte fue Fouché.
Veamos esta introducción que hace Thomas de Quincey, en su genial obra: “Advertencia de un hombre morbosamente virtuoso… Seguramente la mayoría de quienes leemos libros hemos oído hablar de la Sociedad para el Fomento del Vicio, del Club del Fuego Infernal que fundó el siglo pasado Sir Francis Dashwood, etc. En Brighton, si no me equivoco, se estableció una Sociedad para la Supresión de la Virtud. La propia sociedad fue suprimida, pero lamento decir que en Londres existe otra, de carácter aún más atroz. En vista de sus tendencias le convendría el nombre Sociedad para la Promoción del Asesinato, pero aplicándose un delicado eufemismo se llama la Sociedad de Conocedores del Asesinato. Sus miembros se declaran curiosos de todo lo relativo al homicidio, amateurs y dilettanti de las diversas modalidades de la matanza, aficionados al asesinato en una palabra. Cada vez que en los anales de la policía de Europa aparece un nuevo horror de esta clase se reúnen para criticarlo como harían con un cuadro, una estatua u otra obra de arte…”.
Volvamos, pues, a nuestro DICCIONARIO DE FARSANTES, en esta ocasión los que empiezan con la G:
G
Gabinete Golpista del brevísimo Pedro Carmona: Relaciones Interiores: General Rafael Damiani Bustillos. Relaciones Exteriores: José Rodríguez Iturbe. Finanzas: Leopoldo Martínez. Trabajo: César Carvallo. Planificación: León Arismendi. Defensa: Vicealmirante Héctor Ramírez Pérez. Salud: Rafael Arreaza. Secretaria de la Presidencia: Vicealmirante Jesús E. Briceño. Procurador general de la República: Daniel Romero. Presidente de Petróleos de Venezuela: Guaicaipuro Lameda.
Gadea Pérez, Reynaldo: Leguleyo, y de los mayores defensores de ladrones y canallas con plata venezolanos. Abogado defensor de Cecilia Matos y Carlos Andrés Pérez, y más tarde, en el 2000, de Luis Miquilena, por la espantosa estafa desde la empresa Micabú. También del golpista General Alfonso Martínez. Fue abogado de José Otoniel Guevara comprometido con la traída de Vladimiro Montesinos a Venezuela; e igualmente representante legal de Ayala Linares, en la compra de la galería Magnum a Freddy Boulton, la misma galería en donde se refugió Montesinos.
Gabaldón, Arnoldo José: Prof. Honorario, Desarrollo y Ambiente, USB, Ex Ministro del Ambiente y los Recursos Naturales Renovables. Véase Melifluos y fatuos universitarios y académicos.
Gagliardi, Felipe: Empresario y oligarca que se hizo rico a la sombra del dictador Marcos Pérez Jiménez. Pérez Jiménez lo quiso nombrar ministro de Hacienda.
Galárraga, Olga: Prof. Agregado, Idiomas, UNIMET. Véase Melifluos y fatuos universitarios y académicos.
Galavis, Martha Elena: Prof. Titular, Física, UNIMET. Véase Melifluos y fatuos universitarios y académicos.
Gamboa, María Margarita: Prof. Agregado, Gerencia, UNIMET. Véase Melifluos y fatuos universitarios y académicos.
Gamus, Raquel: Prof. Asociado, Política Exterior Venezolana, UCV. Véase Melifluos y fatuos universitarios y académicos, miembro del Grupo 400+ (G-400+). Véase Grupo 400+ (G-400+).
Gamus Gallegos, Esther: ex coordinadora de Investigaciones del Centro de Estudios del Desarrollo -CENDES[1]– de la UCV, miembro del Grupo 400+ (G-400+). Véase Grupo 400+ (G-400+).
Gamus Gallegos de Cohen, Paulina: otra cuña del sionismo en Venezuela. Fue la primera, como diputada al Congreso, en salir en defensa de Jaime Lusinchi en el caso funesto de RECADI, y dijo tajantemente que no había ningún elemento para condenar a Lusinchi en ese caso. Nació en Caracas, abogada egresada de la Universidad Central de Venezuela en 1959; casada con Amram Cohén, ex Vicepresidenta de Acción Democrática, columnista y articulista de diversos periódicos y revistas venezolanas, Jefe de la División de Menores del Cuerpo Técnico de la Policía Judicial entre 1961 y 1970, Ministra de la Cultura, Presidente del CONAC, entre 1984 y 1986; Juez Suplente de Menores (1970-74), Secretaria Ejecutiva de la Comisión Femenina Asesora de la Presidencia de la República (1974-75), Directora de Información del Ministerio de Educación (1975-78), Vice-Ministra de Información y Turismo (1978) y Concejal por Acción Democrática en el Concejo Municipal de Caracas (1979-83). En su actividad parlamentaria Paulina Gamus fue Sub-Directora de la Fracción de AD entre 1984 y 1986, habiendo presidido las Comisiones de Política Interior (1989-94) y de Contraloría (1994-97) de la Cámara de Diputados, así senadora por el estado Cojedes (1998-99). Miembro del Grupo 400+ (G-400+). Véase Grupo 400+ (G-400+).
Gamus Gallegos de Cohen, Paulina: defensora del sionismo. Personaje que tuvo altos cargos en AD. Fue diputada por Cojedes. Mientras tuvo alta figuración en su partido aturdió a Venezuela, con su habla incontrolable. Un día repentinamente apareció convertida en toda una intelectual. Fue diputada, miembro del CEN de AD, y presidenta del CONAC. Poco después de los espantosos sucesos del 27-N, declaró en un programa de televisión: «- Fíjense, el civismo de pueblo venezolano que se ha negado a oír el llamado de los sublevados”. Después se empeñó en hacer llamados a la sublevación contra Chávez. En 1998, tuvo parte activísima, junto con Antonio Ledezma y William Dávila Barrios, en orquestar la horrible puñalada al propio candidato de su partido, Luis Alfaro Ucero, para desconocerlo. Después del año 2001, en lugar de perorar todos los días por la televisión, se dedicó a trabajar en la sombra con el sionismo en Venezuela para tratar de derrocar a Chávez.
Garassini, María Elena: Prof. Asociado, Educación, UNIMET. Véase Melifluos y fatuos universitarios y académicos.
Garavini di Turno, Sadio: agudo cerebro de largas trenzas, con parche en su ojo, y cuatro patas de palo… moviéndose con palancas al estilo de los funcionarios que en Venezuela paria la IV república. Defensor del sionismo más brutal. Por supuesto petulante y “genial” para los amargados escuálidos; ex Viceministro de Justicia, Embajador, Profesor Universitario. Para que os calibréis la catadura moral de su estirpe, colocamos unas de sus sandeces más celebradas por la oposición: “El presidente Chávez proyecta continuamente la imagen de ser el paladín de la soberanía nacional, el nacionalismo es uno de los aspectos más «cacareados» de su mensaje. En su visión maniquea y antidemocrática de la política, como un enfrentamiento constante entre amigos y enemigos, visión por cierto heredada del jurista nazi Karl Smidt, los adversarios políticos son transformados en traidores de la patria, «pitiyankis» y fantoches del imperialismo norteamericano. En cambio, los chavistas serían los únicos nacionalistas, patriotas y defensores de la soberanía de Venezuela. Los lectores de esta columna recordarán que Octavio Paz dijo una vez que: «la ceguera biológica impide ver, pero que la ceguera ideológica impide pensar.[2]”. Miembro del Grupo 400+ (G-400+). Véase Grupo 400+ (G-400+).
García, Gabriel: De los Ejecutivos de PDVSA que promovieron el paro golpista de diciembre de 2002, y cuyo sueldo básico, más bonificaciones, utilidades, vacaciones, caja de ahorros, prestaciones, otros beneficios, (carro, chofer, otras asignaciones) era de un Paquete Anual de 322 millones de bolívares al año. Sin contar las asignaciones especiales que devengaban por cargos y funciones en el exterior. (Información obtenida del Ministerio de Energía y Minas).
García, Gustavo: Prof. Asociado, Economía, IESA. Véase Melifluos y fatuos universitarios y académicos.
García, Ismael: Del MAS pasó a fundar el partido Podemos. Se montó en la nave del chavismo y llegó a la Asamblea Nacional para venderse caro. De pata en el suelo, pasó a ser multimillonario. Pero el tipo desde hacía tiempo estaba loco por sentirse a sus anchas en Globovisión y hacerles sentir gozos indecibles al Matacuras, a la María Isabel Párraga y a Alejandra Otero. Cómo se chanceaban aquel día de su gran salto de talanquera, qué feliz se sentía el Matacuras, se daban la mano, se reían, mentaban los trucos y minucias de los trucos en el juego de dominó, de que había que descubrir quién tenía la cochina, definir las reglas y que los mirones no debían ser de palo.
García, Ismael: De los saltatalanqueras más adorados por Globovisión, entre el 2006 y 2010. Se transó bastante bien para lo que aspiraba, solicitando un adelanto de 350 mil dólares en una primera fase para atacar la Reforma a la constitución, poniendo por delante como argumento, el hecho de que no se debía apresurar el debate, de que había que llevarlo con calma, no forzar nada. Ir despacio, y si es posible hasta echarse en él dos años. Entonces iba casi todos los días al programa del Matacuras y allí sostenía con su inmensa befa que él no tenía nada que ver con imperialismo alguno ni con la CIA y que no creía en esas cosas. Entonces sin vergüenza alguna y sin que se lo preguntaran se puso a defender la posición de Yon Goicochea y de Stalin González.
García, Leocenis: Véase Palmar, José (sacerdote).
García Vásquez, Orlando: perro de la Guerra, narcotraficante, terrorista y agente de la CIA. Vivió en Miami de una pensión de 950 dólares por haber sido veterano de guerra en Vietnam. Amante de la señora Gardenia (Perra de la Guerra) dueña de la empresa Margold quien no tenía residencia en Venezuela; para poder constituir una compañía, tuvieron que poner a Orlando García como presidente de la fulana Margold. García Vásquez, Orlando: Comisionado de seguridad del Presidente Carlos Andrés Pérez. En medio de un especioso escándalo, CAP lo defendió diciendo que no le había vendido al gobierno ni siquiera una navajita. Ex jefe de Seguridad de CAP. Compró municiones vencidas a la empresa Margold por 4 millones 900 mil dólares. Este caso se ventiló desde el 21 de octubre de 1991 y se señalaba a los imputados por tráfico de influencias y aprovechamiento fraudulento de fondos públicos[3].
García, Rolando: Prof. Titular, UNEXPO. Véase Melifluos y fatuos universitarios y académicos.
García, Ronald: Véase Sociedad Civil Golpista.
García, Víctor Manuel: presidía aquella encuestadora súper chimba llamada CECA; el tipo se creyó todo un prócer de la gesta del 11 de abril del 2002 porque organizó gran parte del macabro show televisivo que se montó contra el presidente Chávez. Pero acabó echándole un gran pajón a Napoleón Bravo al revelar en el programa “24 Horas” de Venevisión, que el video de Néstor González González, pronunciándose contra el gobierno se filmó en la casa del referido animador.
García A., Beatriz: hizo estudios en el Technology School Cambridge, Inglaterra, obteniendo el título de Licenciada en Historia del Arte y Literatura Inglesa. Licenciada en Comunicación Social, mención audiovisual, egresada de la Escuela de Comunicación Social UCV. Entre sus especializaciones: Alta Gerencia de Salud Pública, Gerencia Corporativa y Reingeniería de la Comunicación. (Instituto de Estudios superiores de Administración. IESA) y especialización en Negociaciones y Conflictos. Locutora. Ha sido Jefe de la Unidad de Información y Relaciones Públicas de la oficina de Planificación del Sector Universitario, Gerente de Relaciones Internacionales de Marte Televisión, Directora de Relaciones Públicas y Protocolo del Instituto Autónomo Aeropuerto Internacional de Maiquetía Simón Bolívar (IAAIM), Productora y Directora del Programa “Entrevista con la Cultura” RCTV (Radio Caracas Televisión) y Productora y Directora del Programa Magazine de Curiosidades .Emisora Cultural de Caracas. Miembro Fundadora de Gente del Petróleo; perteneciente al Grupo 400+ (G-400+). Véase Grupo 400+ (G-400+).
García García, Antonio (Informe Confidencial Y Secreto –2003): Un abogado del montón en Barquisimeto, donde jamás se destacó y tuvo escaso éxito profesional. Hizo un postgrado en Derecho en la Universidad Santa María; se casó con una funcionaria del SENIAT (cuyo trabajo le permitió adquirir una mansión); se afilió al MAS y, por esta vía, llegó a la ANC, donde de inmediato se vinculó a la Comisión encargada de los asuntos judiciales. De esta manera llegó a ser Magistrado provisorio, nombrado por la ANC. A pesar de su condición de Magistrado, se reunía periódicamente con el Comando Político del MAS para rendirle cuentas y éste comenzó a utilizarlo como su operador político en el TSJ. Sabiendo de su muy escaso currículo, se unió a Arrieche y participó en la elaboración de la Ley Especial que hizo posible su ratificación. Anticipando el MAS su ruptura con el MVR, negoció el cargo y logró moverlo a la Sala Constitucional donde acató instrucciones de su partido y de Miquilena, a quien también le debía el cargo.
García Mendez, Luis Eduardo: Capitán de la Guardia Nacional que fue escogido por el Frente Institucional Militar para que protagonizara un show de rebelión contra Chávez. Se trataba de montar un parapeto de Junta Patriótica Venezolana con goteos como éstos, en los que estaba por detrás la CIA entregando mucho dinero. El video donde aparece la ridícula rebelión de este capitancito fue montada en los laboratorios de Globovisión.
García Mendoza, Oscar: Véase Inversionistas. Lo llamaban el “rey rumor de las quiebras bancarias”, que a la postre se hicieron realidad y debió resultar para él un gran negocio durante la gran corrida financiera de 1994. Presidente Banco Venezolano de Crédito, miembro del Grupo 400+ (G-400+). Véase Grupo 400+ (G-400+).
García Mora, Luis: Columnista de El Nacional. De verbo ordinario, fraudulento y herbolario, a quien se le atribuyen los editoriales ultra-racistas de El Nacional antes y después del golpe del 11-A. Su máxima obsesión fue Chávez. Pedía a gañote tendido, desde sus columnas la deslegitimación del gobierno de Chávez. Es de los que creen que la democracia es aquel sistema complaciente con los pareceres y gustos inmorales de los dueños de los medios de comunicación. Celebró la caída del gobierno y la subsiguiente instauración en Miraflores del cacafónico dictador Pedro Carmona Estanga. Es tan escasa su formación que cuando le fallan las ideas cita, por ejemplo, al muermo de Simón Alberto Consalvi. O cuando no, a la revista norteamericana Newsweek: “la democracia representativa en Venezuela parece haber llegado a sus límites”, o al idiota de John Kerry quien sugería una fuerte presión internacional, ante lo que considera “una coyuntura crítica” con relación a Venezuela. En sus memeces antichavistas no dejaba de mencionar a los Círculos de terror, a las “pandillas armadas en sintonía con los cuerpos de seguridad del régimen”.
García Palomares, Ubaldo M.: Prof. Titular, Procesos y Sistemas, USB. Véase Melifluos y fatuos universitarios y académicos.
García Planchart, Rafael: El día después del golpe contra Chávez, el 12-A, corrió eufórico a la prensa a declarar que “La derogación de las 49 leyes reactivará el país”.
Garipoli, Carmela: de la Asociación Caleidoscopio en Francia, miembro del Grupo 400+ (G-400+). Véase Grupo 400+ (G-400+).
Garrido, Alberto: fue asesor intelectual del rector de la Universidad de Los Andes, don Pedro Rincón Gutiérrez (Perucho), cuando éste era el “Rector magnífico”, en su penúltimo mandato. Garrido era un buen observador y tenía olfato periodístico. En una ocasión me dijo: “Perucho es un seductor…”, para referirse al poder que este rector de rectores tenía sobre muchos profesores y hombres de partido. Su primer libro trató sobre los acontecimientos en Mérida, el 13 de marzo de 1987: el asesinato del estudiante Luis Ramón Carvallo Cantor. Fue realmente un macabro día viernes: Un grupo de estudiantes recién graduados celebraba con las consabidas caravanas de carros por las calles de Mérida. De pronto se escuchó un disparo. Un conocido abogado de la ciudad acababa de matar a un estudiante, que ese mismo día se estaba recibiendo de ingeniero de la República. El abogado lo mató frente a su casa, en la avenida 4, entre las calles 30 y 31, por estar orinándose cerca de su jardín. La ciudad fue incendiada y las fotos de las tanquetas en pleno centro recorrieron el mundo. Alberto captó el golpe mortal en política de la noticia y de las imágenes, y en pocos días estructuró un trabajo sobre el suceso.
Garrido, Alberto: informante de José Vicente Rangel y con quien se podía discutir en profundidad los temas nacionales palpitantes; no le gustaba comprometerse en la acción política militante, y por esto mismo acabó haciéndose una especie de observador lejano de los hechos, además de un mesurado conservador. No quería problemas con nadie y trataba de mantenerse al filo de una visión muy personal sobre los acontecimientos que nos estremecieron desde el 2000 hasta el 2006. Consideraba Alberto a Chávez un avezado político con atrevimientos abismales cuyos pasos le darían un vuelco total al hemisferio, pero su óptica no era capaz de ir el verdadero horizonte del proyecto bolivariano. Alberto no conocía en profundidad al pensamiento de Bolívar y he allí su gran falla para conocer al Comandante Chávez y su programa frente al imperio. Él fue un buen analista político durante ese tiempo borrascoso entre 2000 y el 2006. Discutíamos largas horas, y un capítulo entero del libro de Sant Roz, “Capos de Toga y Birrete” se nutrió de datos que él me pasó porque además guardaba documentos sobre muchas estafas que ocurrieron en la ULA. En los archivos de “El Diario de Caracas”, donde él trabajó debe conseguirse gran parte de sus denuncias. En verdad que Garrido se movía en un círculo de amigos con lo que yo no podía ni quería relacionarme. Garrido se había ido a Caracas a trabajar con Gustavo Cisneros a quien yo había atacado despiadadamente en artículos por “El Correo de Los Andes”. Todos sabemos la íntima relación que siempre ha existido entre Cisneros y el imperio (la CIA). Cuando a Garrido, luego lo nombraron director de “El Correo de Los Andes”, mis artículos en este periódico no salieron más. Pero él no quería que yo me molestara por eso, entonces me dijo: “Mira, José, mejor publica tus cosas en un periódico en Caracas. Yo te voy a poner en contacto con Rodolfo Schmidt quien está por fundar un periódico”. Qué riñones ¡ Rodolfo Schmidt!
Garrido, Alberto: El libro más desafortunado que para mí escribió Garrido fue el de las confesiones de Herma Mercedes Marksman en la que muestra una relación amorosa de ésta con Hugo Chávez. Allí se colocan unas cartas íntimas que nada tenían que ver con el tema realmente político y en el que se perseguía otra cosa más bien chocante, tocar lo más personal, lo más sagrado que tiene un ser cuando entrega su amistad en la que deja un poso de fe y profundad lealtad. Me pareció un libro en el que se procuraba darle un golpe bajo a Chávez. Con este trabajo Garrido quemó las naves en sus deseos de entrevistar alguna vez al Comandante. Nuestro distanciamiento se produjo el 13-A del 2002. Yo me encontraba en mi casa cuando él llamó a eso de las ocho de la mañana llama y me pregunta que dónde está escondido el Fiscal Isaías Rodríguez (mi primo, por parte de mi madre). Yo le contesto que no lo sé y que tengo tiempo que no sé de él, y que aunque lo supiera no se lo diría. Entonces, insistiendo en el punto me dijo que había un grupo numeroso de periodistas internacionales que deseaban entrevistarlo. Le repetí que no insistiera porque no sabía nada. Luego la conversación derivó hacia Chávez y me dijo que era imperdonable lo que el Presidente había hecho allí en Puente Llaguno, “mandarle a echar plomo a la manifestación de la marcha del día 11”. La verdad es que desde entonces perdí todo contacto con Alberto. Yo creo que los dos sabíamos que estábamos en bandos opuestos y que era imposible mantenernos en una comunicación confiable y sincera.
Garrido de Amario, Brenda: Profesora Universitaria y Consultor, RECIVEX en Houston, Texas, miembro del Grupo 400+ (G-400+). Véase Grupo 400+ (G-400+).
Gaviria, Hiram: Hombre merotrópico que siempre se movió escurridizo a la sombra de políticos pesados, con grandes contactos con ganaderos y hacendados. Fue ministro Agricultura y Cría, e hizo muy buenas migas con los magnates Tobías Carrero y Luis Miquilena, quienes consiguieron colocarlo en el gobierno de Chávez. Por influencia de Miquilena va y ocupar la Secretaria de la Presidencia en Miraflores, pero por unos comprometedores videos, fue sustituido por Alfredo Peña. Por influencia de Miquilena no sale despedido del todo, y pasa a ocupar la embajada de Venezuela en Francia. De allí fue de salto en salto de mata hasta que logró una curul en la Asamblea Nacional. Es cómplice de todos los crímenes que ha cometido la oposición, pero como todo el intelectual que se cree, se hace el pendejo.
Generación del 28: Los estudiantes universitarios de la llamada generación del 28 respetaban, casi todos, al dictador Juan Vicente Gómez. Por puro atrevimiento, montaron unos juegos forales: la Semana del Estudiante (entre 6 y el 12 de febrero de 1928).
Generación del 28: Mediante un plebiscito (se estaba loco por ejercitar el voto), y a falta de candidatos políticos, aquellos estudiantes optaron por elegir una reina. En estas puerilidades, el señor Raúl Leoni, como presidente de los estudiantes, firmó un decreto donde hacía constar la importancia de este evento. Desde entonces Venezuela contaría entre sus más meritorias acciones políticas, la de elegir reinas. Fue así como ya para finales del siglo XX, fuimos la nación en el mundo con la mayor producción mises. Elegida la reina, la rodearon Raúl Leoni, Jóvito Villalba, Miguel Otero Silva, Juan Oropeza, y se quedaron allí con ella en el trono compartiendo los agasajos y festejos, durante una semana.
Generación del 28: A la provincia no llegaban periódicos de la capital y la gente leía muy poco o estaba muy poco informada de la situación política nacional (casi nula, por cierto). Betancourt aprovecharía esto, para hacerse una imagen de héroe a su gusto, que difundirían los agentes viajeros de las casas comerciales Blohm y Boulton: él y Leoni aparecían como los más valientes de la generación 28. Porque cuando sobrevienen los acontecimientos en el Cuartel San Carlos, Betancourt regó la especie de que a Leoni por poco lo matan cuando saltó una tapia perseguido por 40 soldados que le disparaban por la espalda. Betancourt dejaba que aquellos inventos corrieran libremente con el cuento de que él entró al Cuartel a sangre y fuego y que se le “inflamó el hombro derecho” de tanto disparar. De ser estas historias ciertas, esto no quería decir otra cosa sino que, el gobierno de Gómez era uno de los más suaves de América Latina, porque en verdad a Betancourt sólo se le retuvo por unas horas en un puesto de policía y a Leoni no se le hizo absolutamente nada.
Generación del 28: Silvio Ruiz en su libro “El Gentilicio Enfermo” nos dice: El mito del 28 – dice – produjo el flagelo más costoso que ha padecido el Erario Nacional. Los veintiocheros que a su sombra arribaron al poder hoy están millonarios. Nació y creció en una semana y ya lleva intercalado 17 años cobrando dividendos. Aquella afortunada semanita del estudiante arroja un balance que envidian los más avisados banqueros: Estudiantes muertos: CERO. Recital poético: UNO (el de Pío Tamayo). Coronación de Reina: UNA. Manifestación callejera: UNA. Estudiantes heridos: CERO. Discursos: CUATRO. Gritos Subversivos: DOS (Sacalapatalajá y Muera el Bagre). Estudiantes que renegaron de su nacionalidad, por cobardía: UNO (Raúl Leoni). Lápidas gomecistas rotas por los estudiantes: UNA (la de don Juancho en la plaza del Hospital Vargas). Estudiantes que se escondieron: DOS (Rómulo Betancourt y Raúl Leoni). Estudiantes que sufrieron arresto policial de pocos días: TRES. Estudiantes que pelearon contra el Cuartel san Carlos el 7 de abril y fueron torturados: CUATRO (Fidel Rotondaro, Jesús Miralles, Germán Tortoza y Francisco Rivas Lázaro). Estudiantes que conspiraron activamente con los militares revolucionarios: UNO (Juan José Palacios)[4].
George, Elías: Jefe Dpto. Ing. Industrial, Prof. Titular, UNEXPO. Véase Melifluos y fatuos universitarios y académicos.
Gerbasi, Beatriz: Embajadora jubilada –dice ella-, miembro del Grupo 400+ (G-400+). Véase Grupo 400+ (G-400+).
Gerbasi, Gonzalo: abogado; MGS en Instituciones financieras; MGS en Derechos Humanos; Profesor universitario UCAB, UNIMET, USM; libre ejercicio, miembro del Grupo 400+ (G-400+). Véase Grupo 400+ (G-400+).
Gerbasi, Vicente: Véase Coronil Hartmann, Alfredo.
Germán Otero, Andrés: Véase Betancourt Rómulo.
Geyer, Sigfrido: Véase Schmeichler, Dennis y Grupo Cinco.
Gil Arnao, Francisco: miembro del Grupo 400+ (G-400+). Véase Grupo 400+ (G-400+).
Gil de Ruiz, María Victoria: ama (y dueña) de casa, miembro del Grupo 400+ (G-400+). Véase Grupo 400+ (G-400+).
Gil García, Ana: Associate Professor NEIU, “Coordinador Venezuela” en Chicago, miembro del Grupo 400+ (G-400+). Véase Grupo 400+ (G-400+).
Gil Fortoul, José: decía con gran pompa que construir más escuelas básicas destruía la escuela básica, porque los pobres, con la masividad, dañaban la calidad. Nació en Barquisimeto en 1961. Se graduó en Ciencias Políticas en 1985. Tuvo numerosas funciones consulares en Europa, y editó en Berlín su “Historia Constitucional de Venezuela”. Fue buen jinete y asiduo visitante del Hipódromo Nacional donde adulaba a Gómez, quien acabó designándolo Ministro de Instrucción Pública en 1911. Dos años más tarde ya era miembro del Consejo de Estado como Vicepresidente y después Presidente. Fue el genio que le cuadró la legalidad a Gómez para su Plan reeleccionario, y para tal vagabundería le sugirió al Bagre que, para impedir los procesos eleccionarios en el país, dada los constantes alzamientos de las montoneras, declarara la ley marcial. Así, cada vez que se rompiera el hilo constitucional, éste se retomaría mediante un Congreso de Plenipotenciarios totalmente servil a los deseos de don Bisonte Gómez. Listo.
Gil Fortoul, José: De los más famosos comodines para las acciones “constitucionales” más deleznables que por sus consejos llevará a cabo el dictador Juan Vicente Gómez. Su extrema vanidad le llevaba a usar un peluquín, porque era totalmente calvo pero que en momentos de ira se arrancaba y tiraba contra el piso. Defensor de la oligarquía más rancia del país.
Gil Quintero, Milagros: jubilada del Ministerio de Relaciones Exteriores, reside en Italia, miembro del Grupo 400+ (G-400+). Véase Grupo 400+ (G-400+).
Gill Ramírez, Víctor: Banquero financista del doctor Rafael Caldera. El tipo de banquero como Orlando Castro que apostaba a varios candidatos a la vez, dándoles plata (que por supuesto ya ellos se habían robado). Gill Ramírez también era financista durante el segundo mandato de Caldera, de Lewis Pérez y Alfaro Ucero.
Giusti, Luis: Colocado por la CIA para dirigir los destinos de PDVSA durante el gobierno de Rafael Caldera. Realizó cuanto estuvo a su alcance para privatizarla esta empresa venezolana. Habiendo dejado PDVSA pasó al servicio de otra compañía petrolera en EE UU, y se dedicó a conspirar contra Venezuela. Ha sido asesor del presidente paramilitar de Colombia Álvaro Uribe Vélez contra los intereses de Venezuela.
Giusti, Luís: Asesor Mayor, Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, Washington, DC, Individuo de Número de la Academia de la Ingeniería y el Hábitat, miembro del Grupo 400+ (G-400+). Véase Grupo 400+ (G-400+).
Globovisión: canal de televisión que trató por todos los medios de destruir y descalificar a los testigos del crimen en la persona de Danilo Anderson, a la vez que defender a ultranza a los señalados de ser los autores intelectuales de tan monstruoso asesinato, como el banquero Nelson Mezerhane, Patricia Poleo, Rosalio Castillo Lara, entre otros.
Globovisión: el presidente colombiano Álvaro Uribe Velez nunca reconoció a las FARC que tiene secuestradas docenas de personas, pero Chávez sí reconocía a Globovisión que tenía cinco millones de venezolanos secuestrados. Globovisión disparaba todos los días de la manera más vil contra la población, con auto-atentados diariamente, dinamitando a la Asamblea Nacional, a todos los ministerios que todos los días visitaba con la metralla de sus cámaras, de sus luces y mujeres horriblemente histéricas. Chávez sí le daba estatus de beligerancia a Globovisión con garantías todos los días para que aterrara, para que mintiera a mansalva y para que tratara de hundir nuestra economía y la paz de la república. Fue Globovisión quien le dio toda la protección al violador Nixon Moreno para que se mantuviera perfectamente protegido mientras estuvo escondido por Baltazar Porras en Mérida. Hasta allá fue Nitu Pérez Osuna a entrevistarlo. Fue Globovisión quien lo convirtió en un mártir después de haber intentado violar a la distinguido Sofía Aguilar y disparar contra un funcionario de la policía. Fue Globovisión quien le otorgó el título de politólogo y le aportó todo el apoyo estudiantil de las manitas blancas para que se mantuviera como un santo dentro de la Nunciatura, y fue Globovisión quien preparó el terreno para que huyera de la manera más tranquila y serena del país. Pero la lista delirante de atracos diarios es espantosa e interminable: desde la celebración de la demanda que nos hizo la Exxon, de la supuesta derrota de nuestra delegación en las olimpiadas de Beijing, lo de la computadora de Reyes y el maletín de Antonini, “el secuestro de nuestros hijos que planificaba el Tirano”, “la eliminación de la religión”, “el antisemitismo de los chavistas y la destrucción de la propiedad privada en la que nos dejarán a todos sin bicicletas, ni casas ni carros…”
Gluski, Andrés: Véase Inversionistas.
Goguikian, Miquel: ex presidente del Banco de Venezuela quien firmó el Acta del 12 de abril de 2002 en Miraflores. Las ganancias de este Banco en el 2001 fueron las más altas de su historia.
Goicoechea, Yon: “rebelde” con caché, rico y con harta falsa causa; no se había graduado aún, tenía 23 años, y la embajada americana en un todo de acuerdo con la Iglesia y el empresariado nacional vienen y lo convierten en un genio de la política, en un prócer del hemisferio occidental al concederle el premio Milton Friedman 2008, con una bolsa de 500 mil dólares. Desde entonces María Corina Machado comenzó a envidiarlo y decidida a superarlo, desde su alcurnia de niña rica también, se lanzó (ABSOLUTAMENTE) al ruedo de la lucha por la libertad y en contra del “totalitarismo”. Goicoechea, Yon: Mentor e impulsor de muchachos de papi, y mimados, que un día en lugar de vivir jugando Nintendo y lanzándose freesbies entre ellos, decidieron repentinamente convertirse en dirigentes políticos, Stalin González, Freddy Guevara, Nixon Moreno, Julio Rivas, Gaby Arellano, Vilca Fernández,… A los 23 años de edad, pues, siendo estudiante de derecho de la Universidad Católica Andrés Bello se dedica a reunir a estos muchachos y a divertirse frívolamente con ellos, creando una cosa que todos los medios del mundo llamaron “Movimiento Estudiantil Venezolano”, y que lo señalaban como el factor clave en el rechazo de la Reforma Constitucional de 2007 impulsada por el presidente Hugo Chávez. Aquel premio Milton Friedman 2008 en realidad también lo hacían para atacar al economista Rafael Correa, a Evo Morales y a Daniel Ortega por anti-neoliberales. Un premio que debió llamarse “Augusto Pinochet” y que fue patrocinado por quienes fueron asesores de Richard Nixon y Henry Kissinger. Ocupó un espacio en la gozona revista “Play Boy”; sirvió para levantarle el decaído ego, por ejemplo, a los directivos del diario El Nacional. A partir de aquel premio las guarimbas recibieron inusitado impulso, las quemas de árboles y perros, trancas descomunales y e infernales se intensificaron en unas trece ciudades de Venezuela. Miembro del Grupo 400+ (G-400+). Véase Grupo 400+ (G-400+).
Goicoechea, Yon: Los mayameros, los medios apocalípticos y los que viven tratando de calentar las calles en vísperas de elecciones en Venezuela, estuvieron de plácemes y felices por el fulano Milton Friedman 2008. ¿Qué fue lo grandioso que hizo Yon Goicochea para merecerse ese premio tan parecido al que le otorgó el Rey de España a Patricia Poleo por sus inventos de que Chávez escondía a Montesinos y a Venevisión por la trácala del vídeo que armaron el 11-A? ¿Fue ese premio superior al Sajarov, que recibieron Julio Borges y Antonio Ledezma de la Unión Europea? ¿Superior al Nobel entregado a María Corina Machado? Pues defender al pornográfico canal RCTV (por eso también “Play Boy” premió a don Yon Goicochea). Esa es toda su gloria. Claro, es que defender a RCTV era poner por las nubes el neoliberalismo que tanto promovía en sus escritos y charlas Milton Friedman. El mismo neoliberalismo que él (Friedman) puso por las nubes en Chile cuando visitó a Augusto Pinochet en 1975. Milton Friedman se convirtió en el asesor predilecto de la dictadura de Pinochet. Luego sería el paladín también de los llamados “Chicago Boys” que causaron estragos en todas las economías de América Latina. No encontrando qué decir, “turbadamente sorprendido”, Yon exclamó por todo el cañón a BBC Mundo: “Lo recibo con honor, con orgullo y con más honor y con más orgullo porque sé que no es el reconocimiento al esfuerzo de uno sino al esfuerzo de muchos. La transformación es más exterior que interior. Las mismas cosas por las que yo peleaba hace un año, quiero seguir peleando hoy. El premio no me es otorgado por mi promoción al neoliberalismo, sino por mi promoción a la libertad y la libertad es un concepto que no tiene ideología. Es un premio al esfuerzo de cientos de miles de estudiantes que salieron a las calles y creyeron que se podía luchar por lo que creían».
Goicoechea, Yon: Los expertos en imágenes han dicho que Yon tiene el tipo bello, los dientes perfectos, la nariz adecuada y frontal como para ser el futuro presidente de Venezuela. Aunque se consideró que en él se evidenciaba una cierta carencia de gónadas en su carácter.
Golding, Ricardo: de IVCD[5] y “Venezolanos en Chile”[6], miembro del Grupo 400+ (G-400+). Véase Grupo 400+ (G-400+).
Golpe del 48: Ningún adeco salió a defender al presiente Rómulo Gallegos; en realidad por las calles de Caracas se encontraron centenares de carnets de AD destrozados. Tanto Betancourt como Gallegos aceptaron esta tragedia personal como una natural reacción y condena por lo que habían hecho contra Medina. Lo más cruel fue, que el hombre en quien Gallegos más había confiado, Carlos Delgado Chalbaud, era quien precisamente había servido de ejecutor de aquel mazazo.
Golpe del 48: En pocas horas cogieron presos a casi toda la plana mayor de los adecos, no entendiéndose la magia de Betancourt para esconderse. La cárcel Modelo de Caracas quedó atestada con personajes como Leoni, Ricardo Montilla, Ruiz Pineda, Pérez Alfonzo, Prieto Figueroa, Anzola Anzola, Raúl Ramos Giménez, Alberto Carnevalli, Luis Augusto Dubuc, Luis Lander. Toda esta gente contaba con que el Departamento de Estado reaccionase severamente contra los golpistas. Estaban seguros de ello, por la importante relación que Betancourt tenía con los personeros de Washington, pero resulta que en el negocio de la repartición nacional, ya Pérez Jiménez se les había adelantado. Nunca en América Latina, desde 1830 hasta 1998 (a excepción de Fidel Castro), alguien ha ejercido el cargo de presidente de la República sin el expreso consentimiento del State Departament. De modo que esas monsergas que nos metieron a nosotros los fulanos reformistas y anti-imperialistas no fueron sino consejas de viejas. Ya para el 21 de enero de 1949, los Estados Unidos habían reconocido al gobierno de Carlos Delgado Chalbaud. Harry Truman mandó a hacer morcillas a Andrés Eloy Blanco y Gallegos, cuando en sendas cartas le solicitaban intercediese por ellos.
Golpe del 48: Llama sobre manera la atención el descrédito horrible en que había caído el gobierno de Gallegos, que hasta José Rafael Pocaterra pasa a ocupar un cargo importante en el nuevo régimen de facto, como embajador en Washington. Trabaja con Pocaterra, Pedro Estrada, siendo subalterno de éste Miguel Angel Burelli Rivas.
Golpe del 48: Este golpe recibió apoyo del coronel Adams, agregado militar norteamericano en Venezuela. Pronto la Junta Militar dispuso los siguiente: 1- Respetar los cuadros internacionales. 2- Ser anticomunista. 3-Romper relaciones con la Unión Soviética.
Golpe del 48: Sobre este golpe, dice Marcos Pérez Jiménez (MPJ), fue netamente militar; que no hubo ninguna reacción civil, y los miembros de AD lo que hicieron fue correr y esconderse. Cuando Gonzalo Barrios pretendió amenazar a los militares con que iban a sacar a los obreros a la calle, MPJ sonrió; sabía que los adecos no tenían coraje para eso. Fue también cuando ciertos sectores de AD amenazaron con provocar saqueos, y MPJ les advirtió que las tropas tenían órdenes de proceder contra los saqueadores e incendiarios. Para MPJ los saqueos eran vergonzosos. Entonces COPEI no estaba como uña con sucio con AD y tenían interés de monopilzar ellos el “coroto”, pero las Fuerzas Armadas estaban evitando ser instrumento de los partidos. El papel de Rómulo Gallegos en el gobierno fue muy triste: no se ocupaba de nada, no actuaba. Todo lo hacía su partido, realmente no estaba conduciendo la nave del Estado.
Gómez, Ana Luisa: miembro del Grupo 400+ (G-400+). Véase Grupo 400+ (G-400+).
Gómez, Emeterio (QEPD): Filósofo venezolano y economista, incomparablemente superior al del Zulia (Manuel Rosales). Entre los muchos artículos escritos por don Emeterio por El Universal, hay uno quedestaca entre todos: “¡¡¡Arias, please!!!” Emeterio con grandes lágrimas de desconsuelo, escribía: “Este peregrinaje de Chávez por los medios, insultando periodistas, este abuso descarado de su condición de Presidente para llamar deshonesto, superficial y bastardo a un ser humano que, por ene razones, no puede responder a las ofensas, merece una respuesta contundente de usted comandante Arias…”
Gómez, Emeterio (QEPD): Y que tenga don Emeterio el valor, siendo economista, decir que durante los cuarenta años de democracia, adeco-copeyana, sí se intentó sembrar el petróleo. Esta expresión fue acuñada por Alberto Adriani, y después la reforzó con mucha más fuerza don Arturo Uslar Pietri. Pero la verdad es que nunca se sembró nada, y las pruebas están a la vista, con la cadena de Planes Marshal derrochados en esos cuarenta años sin que hayamos podido conseguir otra cosa que miseria, corrupción y despilfarro sin medida ni control. No se sembró ni una gota de petróleo, que quedamos pavorosamente endeudados, desquiciados, más allá de diez generaciones por venir. Del petróleo no se obtuvo otra cosa que la vil dependencia a cuanta chatarra producían los países desarrollados, de modo que aquí se nos viene el mundo abajo, en cuanto se averiaba cualquier parte de las máquinas importadas, cualquier componente electrónico. Que se lo pregunten al físico Alberto Serraval, creador del tren Magnético venezolano, que cuando recurrió a los centros norteamericanos para adquirir elementos técnicos se lo negaron. Cuando don Alberto procuró que nos independizáramos del sistema ferroviario que nos querían imponer las transnacionales, los sesudos neoliberales pegaron el grito al cielo, saltaron, destrozándoles su proyecto, porque más les convenía la importación de chatarras, los cuales dejan gruesas sumas de dinero a favor de los partidos políticos.
Gómez, Emeterio: ¿Cómo se atreve don Emeterio a traer a colación el caso de la siembra del petróleo que ha sido la mayor traición de A. D.? Y una de las consecuencias de esa falta fue el advenimiento de Chávez al poder. Betancourt abrió las compuertas al negocio petrolero para que viviéramos exclusivamente de este producto. En el Club Nacional de Prensa en Nueva York, Betancourt fue enfático: En Venezuela no está planteada la nacionalización del petróleo. TAMPOCO EL AUMENTO DE LOS IMPUESTOS A LA INDUSTRIA PETROLERA… Este fue el personaje que tanta criticó a Medina Angarita pues éste sostenía una “política entreguista a los intereses de las petroleras”. Reafirmó Betancourt: “Tal es así que mi gobierno no ha querido aplicar el impuesto aprobado hace un año por el Congreso Nacional y que se hizo extensivo a la industria petrolera, por considerar que ella ya está en el límite de su capacidad impositiva”. Cómo no iban a adorar a este hombre en Washington, sobre todo Rockefeller. Esto lo dijo Betancourt ante 500 periodistas del Club Nacional de Prensa en Nueva York.
Gómez, Emeterio: Cuando la Junta de Gobierno, presidida por Edgar Sanabria, dictó un decreto limitando a un 45% la participación de las ganancias de las compañías petroleras, los poderosos trusts protestaron amenazadoramente; Betancourt, con su consabida versatilidad, se reunió en secreto con los magnates y solicitó dinero para su campaña electoral, prometiéndoles, como ya lo había en el año 47, que la mayoría analfabeta estaba con ellos, los adecos. Que no temieran nada. Las filiales petroleras en Venezuela de aquellos monstruos obtenían utilidades superiores al 20% y no estaban dispuestos a ver disminuidas sus ganancias. Y téngase en cuenta que la Standar Oil, por ejemplo, matriz de la Creole, no podía obtener en EE UU utilidades más que de un 10% sobre el capital. Fue así como Betancourt les dio seguridades de que el fulano decreto de Sanabria sería hecho añicos en cuanto él llegara al poder. Y el 1960 las compañías petroleras en Venezuela lograron recuperar en 1960 la tasa de ganancia hasta el 17%, para llegar al 19,8% en 1961 y exceder al 22% en 1962. Estas ganancias se hicieron a costa del pago de los trabajadores, porque en 1959 laboraban en esta industria 42.413 personas, pero ya para diciembre de 1962 había disminuido a 33 mil; ya en 1963 llegaban solo a 30 mil. Es decir que Betancourt estaba haciendo las cosas iguales o peores que Gómez. Todo esto, por supuesto justificaba con creces el fastuoso agasajo que el presidente de la Standar Oil, Nelson Rockefeller, le ofreció a Betancourt, en febrero de 1963, en su mansión de Terry Town.
Gómez, Emeterio: ex Director del Doctorado en Ciencias Sociales de la UCV, miembro del Grupo 400+ (G-400+). Véase Grupo 400+ (G-400+).
Gómez, Juan Vicente: Viejo y canalla zorro, que por venderse a los gringos traicionó a su compadre Cipriano Castro, a quien todo se lo debía. Fue un traidor a la patria, quien en premio por el apoyo que le dio el imperio yanqui, satisfizo todas las reclamaciones de la vil y criminal empresa de la New York and Bermúdez Company, que se llevó de Guanoco todo el asfalto que quiso. Volúmenes enteros pueden escribirse sobre la vileza de este monstruoso personaje harto conocido en nuestra historia…
Gómez Grillo, Elio: nada lo define mejor que el siguiente artículo que publicó en El Nacional, el 13 de enero de 2010; dice así: “Acaba de marcharse a la eternidad el doctor Rafael Caldera (1916/2009), uno de los grandes venezolanos de todos los tiempos. Dirigente juvenil desde su adolescencia universitaria, dedicó su vida preferentemente a la política, como máximo dirigente de un partido y Presidente de la República en dos oportunidades. Y, seguramente, el mandatario venezolano que ha ostentado mayores atributos intelectuales. Porque en grado eminente fue jurista, sociólogo, político, escritor, orador, educador, poliglota, académico… Todo un verdadero humanista. Su figura histórica honra el alma de esta patria de todos. Pero, aún quienes como ciudadanos venezolanos no adherimos a su postura filosófico-política, que él mantuvo con grandeza humana y social, le ofrecimos siempre el mayor respeto y admiración por sus ejecutorias pacificadoras y por su integérrima honestidad personal, que dejó siembra de verdadera moral pública en un país que tanto necesita de ella. A dondequiera que usted esté, Maestro Caldera, l1egue mi palabra de dolor por su partida y de gratitud por todo cuanto usted me prodigó y que contribuyó a enriquecer mi existencia. Gracias para siempre, Maestro inolvidable.”
Gómez López, Gustavo: Véase Banco Latino.
Gómez Sigala, Mauricio: Véase Inversionistas.
Gómez Tamayo, Eduardo: Presidente de la Corporación Venezolana de Fomento en el primer gobierno de Caldera, y en el Ministerio de Relaciones Interiores se le levantó un especioso expediente con muchas irregularidades cometidas por Gómez Tamayo, pero que fue echado al desprecio por el Presidente de la República[7].
González, Ana Isabel: Prof. Asociado, Didáctica, UNIMET. Véase Melifluos y fatuos universitarios y académicos.
González, Bernardo: Prof. Agregado, Matemáticas, UNIMET. Véase Melifluos y fatuos universitarios y académicos.
González, Clara: Prof. Agregado, Idiomas, UNIMET. Véase Melifluos y fatuos universitarios y académicos.
González, Fernando: Véase Sociedad Civil Golpista.
González, Rufino: diputado caraqueño que cuando 1830 se discutió en la Cámara la moción de honores al Libertador, saltó y exclamó: “¿acaso no fueron Alejandro, César, Napoleón y Bolívar otra cosa que unos piratas, unos insignes ladrones?”
- González Blanco, Luis: Véase Abogados Puntofijistas.
González González, Néstor: ex General de la República, de los alzados en la Plaza Altamira. Se declaró en rebelión el 22 de octubre del 2002, y estuvo alojado durante varios meses en el Hotel Four Seasons. Llegó a firmar autógrafos en pechos de mujeres antichavistas que lo encontraban “bellísimo”. Todo un skin head vacío.
González González, Néstor: diario Panorama – Jueves 11 de abril: “En su mensaje el General González González le dio la razón al General colombiano Martín Carreño, quien señaló que desde territorio venezolano atacaron los guerrilleros a sus tropas”, y añadió: “El Presidente Chávez es un traidor y amigo de las FARC”.
González Gorrondona (hijo, Alias “Junior”): Denunciado por la columna de Zurita en la revista Zeta, del 3 de noviembre de 1979, de preparar junto con Diego Arria y su mujer, un gran complot contra la República. El “Junior” se armó con el gran desfalco al Banco Nacional de Descuento, luego se fue a vivir a Miami.
González, Florentino: Tremendo leguleyo pro-norteamericano. El ideólogo y el jurisprudente más sutil y profundo de la generación de Francisco de Paula Santander, quien pidió formalmente al partido liberal que Colombia fuese anexada a Estado Unidos como única vía para salir de las guerras internas. Se convirtió en un gran propagador de las ideas de Francisco de Paula Santander en Venezuela, con sus estudios jurídicos.
González Amaré, Alberto: militar retirado. Consultor gerencial, miembro del Grupo 400+ (G-400+). Véase Grupo 400+ (G-400+).
González Llovera, Wilbert: Arquitecto, UCV, Doctor en Historia Paris-Sorbona, miembro del Grupo 400+ (G-400+). Véase Grupo 400+ (G-400+).
González Guinán, Francisco: abogado, periodista, político historiador. Le encantaba un cargo: fue presidente del estado Carabobo (abril-diciembre de 1879), fue ministro de Fomento (diciembre 1879-julio 1880), dirigía La Voz Pública, vocero incondicional del Gobierno y de la persona de don Antonio Guzmán Blanco. Miembro del Consejo Federal y ministro de Relaciones Interiores (abril de 1884), primer ministro en los primeros meses del gobierno del presidente Joaquín Crespo, ministro de Instrucción Pública en septiembre de 1886 al inicio del bienio guzmancista, pasando a desempeñar nuevamente la Cartera de Relaciones Interiores en el gobierno del presidente Hermógenes López (agosto de 1887). En 1888 negocia su apoyo a la candidatura de Juan Pablo Rojas Paúl en los comicios de ese mismo año, a cambio de un nuevo nombramiento como ministro de Relaciones Interiores y determinadas prebendas, pero termina por rechazar el cargo en vista de la reacción antiguzmancista propiciada por Rojas Paúl a comienzos de 1889. Escribió la “Historia contemporánea de Venezuela”, la cual narra la vida política de Venezuela entre 1830 y 1890 y consta de 14 tomos, que fueron publicados entre 1891 y 1915 (con un tomo de 15 índices elaborados por Jesús María Herrera Irigoyen). Véase además Rojas Paúl, Juan Pablo.
González León, Adriano: (De Argenis Rodríguez): “Sólo en un país portátil Adriano puede triunfar como escritor. El personaje de “País Portátil” es un comunista. Lo mandan a llevar unas armas en un volswagen viejo que se accidenta. El comunista se baja con un maletín repleto de armas y bombas y se monta en un autobús. En el trayecto el comunista (o el héroe de la novela), va recordando su pasado, al mismo tiempo que tiene miedo. Las manos le sudan. El héroe se sabe la historia de Caracas, del país y de su propio pueblo natal y la va recordando por el camino. Ha participado en pintas y labores de propaganda en cerros, pero va a acciones donde nadie sabe nada. Van al Guarataro a dar un mitin relámpago y se pierde con una muchacha. Luego es un niño el que los conduce hasta el túnel de La Planicie y los salva. Más adelante el joven héroe comunista pensará en su compañera y se dirá que ella conocía la zona, cuando ya antes dijo que se habían perdido. Este héroe que va en el autobús lleva un croquis en el bolsillo. El héroe ya sabe que no debe llevar papeles, pero le han dado un croquis, todo un croquis con un armamento. Sin embargo, cuando comenzó a militar le dijeron que no debía llevar papeles, pero le han dado un croquis y un armamento. Sin embargo cuando empezó a militar le dijeron que no anotara nada ni llevara agendas… Sin embargo, con un cargamento como para volar Catia y Tacoa, lleva un croquis. Este comunista no sabe quién le dio las armas. Las órdenes son de arriba. La acción es perfecta, le dicen, sólo tienes que llegar antes para aprenderte los mecanismos. Y así va este héroe a hacer algo que desconoce, que no ha estudiado. Se va a lo macho. ¿Y qué pasa? Lo que tenía que pasarle a un loco. Cuando llega al sitio lo que encuentra es un papel: Te esperamos hasta lo último. No pudimos aguantar más”. Y le explican que ellos se van, que no olvide el maletín y le desean ánimo y buena suerte. En eso, este cuatriboleado que no sabe nada de nada por qué no está allí, coge la ametralladora, se la afinca en el hombro, quita el seguro y presiona el disparador. ¿Contra quién? Eso que lo averigüen los camaradas que premiaron ese libro, y lo han puesto de buen ejemplo de cómo se hace una novela, y se crea un tronco de personaje”.
González León, Adriano: (Argenis Rodríguez, de su diario, lunes 25 de marzo-1968.): “Cuando Vargas Llosa, que escribe unas novelas naturalistas regionalistas con un molde a lo Faulkner, vino por ahí, Adriano se le metió por los ojos, lo convidó a tomarse una cerveza en Sabana Grande y lo convenció de que era buen escritor. Le dijo que iba a mandar una novela al concurso en el cual él (Vargas Llosa) era jurado. Vargas Llosa se rio con esa sonrisa de jesuita que tiene o que pone cada vez que se gana un premio y le dijo a Adriano que le parecía muy bueno, puesto que hacía tiempo que un escritor venezolano no rebasaba las fronteras patrias. Adriano, pues, se sintió seguro.
González León, Adriano: (Argenis Rodríguez, de su diario, 1º de agosto de 1972): “País Portátil” es el libro más cursi de la literatura venezolana”.
González León, Adriano: Fue un hombre confundido e inseguro ideológica, moral e intelectualmente. El día 14 de agosto de 2004, previo al referendo convocatorio exigido por la oposición para revocarle el mandato al Presidente Hugo Chávez, Adriano publicó un artículo en El Nacional titulado “Nosotros los de izquierda”. Estaba desde la derecha tratando, por órdenes de la directiva del diario El Nacional mantener una línea dura contra Chávez, contribuyendo con su grano de arena para apoyar a los fascistas de la Coordinadora Democrática. Ese artículo expresaba: “Nosotros los de izquierda ¿Qué tenemos hoy en las manos? No estamos vacíos. Tenemos el coraje de luchadores como Teodoro y Pompeyo”. ¡Mencionar a este par de canallas y ponerlos como dignos ejemplos de lucha para embanderarse contra Chávez! Pues sí, esos eran sus ídolos y había escrito un libro (que obtuvo el el Premio Biblioteca Breve en 1968, y publicada en 1969 por la editorial Seix Barral) sobre la subversión que era una profunda farsa, como lo sostuvo Argenis Rodríguez.
González Navarro, José: Llegó a ser un héroe del sindicalismo venezolano en la década de los sesenta, tan sindicalero como lo fue Carlos Ortega, que es como decir del ultrasindicalismo más pervertido del mundo, el que se practicó en la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV). Llegó a tener tanto dinero don José González Navarro que, que aburrido, montó un zoológico de variadas y exóticas especies en su casa. tanto dinero acabó volviéndolo loco, y así, desvariando, no encontrando qué hacer con su vida, lo encontraron trastornado en una calle de París. Fue el padre ideológico de todos los maulas que pasaron por la CTV: Antonio Ríos, César Gil, José Vargas, Federico Ramírez León, Carlos Ortega….
González Navarro, José: fue el iniciador de sindicalismo mafioso en Venezuela, que acordaba previamente todo con Fedecámaras. Durante muchos años, por ejemplo, mantuvo un “pacto de caballeros” con la Cadena Capriles, mediante el cual jamás se permitía que los trabajadores dependientes del mafioso Miguel Ángel Capriles por ningún motivo podían plantar una huelga, protesta alguna o exigencia reivindicativa.
González Téllez, Silverio: Prof. Titular, Sociólogo, USB. Véase Melifluos y fatuos universitarios y académicos.
González Sosa, Alejandro: Véase Inversionistas.
González Urdaneta, Adelso: oblicuo, fantasmagórico y abúlico profesor de Secundaria, del grupo de los adecos que primero se unieron a Luis Beltrán Prieto Figueroa, pero que luego regresaron a AD. Pero don Adelso, dio un giro redundante, porque se volvió copeyano. Militó por muchos años aburridamente en el MEP, e incluso, en los finales de los ochenta, estuvo considerando volver al partido Acción Democrática, pero no lo dejaron y entonces optó por hacerse dirigente del llamado “chiripero”. Fue designado el 16 de enero de 1995, por Rafael Caldera, Comisionado Presidencial para la Vigilancia de la Administración Pública, y lo que hizo fue proteger a los demenciales ladrones de este país, a todos los que habían provocados tragedias públicas producto de pavorosos desfalcos a la Nación. Fue de los aprovechadores de las famosas colitas en los aviones de Pdvsa. Véase Celis Parra, Bernardo.
González, Henry: Gente del Petróleo y UNAPETROL, miembro del Grupo 400+ (G-400+). Véase Grupo 400+ (G-400+).
Gonzalo, Fernando: profesor de Arquitectura UCV, miembro del Grupo 400+ (G-400+). Véase Grupo 400+ (G-400+).
Goyo, Julio: Prof. Asistente, UNEXPO. Véase Melifluos y fatuos universitarios y académicos.
Gramcko, Ida: Véase Coronil Hartmann, Alfredo.
Granados, Ramón: ingeniero de Planificación y Control de Proyectos, “exiliado”, miembro del Grupo 400+ (G-400+). Véase Grupo 400+ (G-400+).
Granier, Carlos A.: Director de CEDICE, miembro del Grupo 400+ (G-400+). Véase Grupo 400+ (G-400+).
Granell, Elena: Prof. Titular, Desarrollo Organizacional, IESA. Véase Melifluos y fatuos universitarios y académicos.
Granier, Marcel: Abogado. Cursó estudios de posgrado en Inglaterra. A partir de 1969 asume la dirección de Radio Caracas Televisión, y produce el programa de opinión “Primer Plano”. Hijo de papi, del doctor Marcel Granier condecorado por el dictador Marcos Pérez Jiménez. Su único trabajo intelectual ha sido el librito “La generación de relevo Vs. el Estado omnipotente”, un tratado para quebrar el Estado y adueñarse de él, como en efecto lo hizo la oligarquía a la cual pertenece Marcel, durante todo el período del Puntofijismo. En este tedioso trabajo escribió: “El hombre no siente a la televisión como un adversario de afuera sino como un aliado de su propia intimidad” (pág. 82). Un aliado que provocó el golpe del 11-A, y que el día 13-A por la noche RCTV fue rodeada por el pueblo enardecido, y si no fue quemada se debió a la intervención del alcalde Freddy Bernal. Vale la pena tomar en cuenta una interesante cita que Granier hace de Jean-Francois Revel, y que fue la constante de todos los gobiernos adeco-copeyanos que tuvimos: “La injusticia suprema del terrorismo es que se manifiesta más fácilmente en aquellos regímenes donde resulta más superfluo: en las democracias” (pág. 92), y escribe Marcel algo que él desde que es dueño de RCTV jamás ha cumplido: “Servir a la comunidad involucra no ocultar, no distorsionar, no falsificar una información”. También escribió: “La democracia se perfecciona con la cooperación de los medios, y la seguridad del Estado, más que una responsabilidad común, es una necesidad común” (pág. 105).
Granier, Marcel: sus razones estratégicas cuando “propuso en la directiva del oligopolio Phelps, el take-obver sobre El Diario de Caracas, quedaron plenamente demostradas cuando se probó la eficiencia del medio televisión combinado con el medio periódico. La tenaza así formada, ha quebrado más de una voluntad, sometido a más de un socio rebelde y puesto muchos negocios en manos de Bottome-Granier. Es importante decir Bottome-Granier, porque ese es el orden jerárquico en la empresa, ya que Peter Bottome representa el paquete mayoritario de las acciones de su madre, Kate Deery, heredó de su segundo esposo, William H. Phepls. Marcel Granier representa las acciones de su esposa Phepls, y las que le han sido concediendo en negocios colaterales, apoyados en la fuerza de los medios de Comunicación. Los Phelps, propiamente dicho, se limitan a recibir dividendos y vivir bien, dejando que los muchachos manejen el negocio. Siempre, estuvo claro que, aunque la televisión siempre ha sido un gran negocio y ha tenido épocas doradas en que la inversión se ha amortizado cada año, el periódico no renta sobre la inversión e incluso tienen pérdidas operacionales. Pero sin el medio duro que representa El Diario de Caracas, el Oligopolio Phelps sería como un boxeador que sólo pegará con una mano. No podrá noquear. Es que la televisión es un medio blando, con el cual se puede seducir a un político dándole pantalla, pero no se pueden hacer campañas de descrédito en consideración a que se trata de un medio del estado, de la sociedad, que un particular concesionario no puede usar para atacar a otro ciudadano –al menos, es la teoría-. El periódico, en cambio, es realmente privado, de combate. No está sujeto a presiones oficiales. Por eso Bottome-Granier costean las pérdidas de El Diario de Caracas con parte de las ganancias de la televisión, siempre en la conciencia de que el lomito está en los negocios que el poder de los medios de comunicación hacen posible, como es el caso de la venta de aviones”[8]. Marcel es miembro del Grupo 400+ (G-400+). Véase Grupo 400+ (G-400+). Igualmente véase Phelps, William y Bottome, Peter.
Granier, Marcel: En nombre de la teoría de Marcel, de que el Estado debería reducirse a cero, Radio Caracas Televisión durante la época de los adeco-copeyanos disfrutaba de los contratos del Hipódromo Nacional sin pagar un céntimo a nadie. Por eso Marcel era de los más serviles a los gobiernos corruptos, y por eso cuando el presidente Jaime Lusinchi le solicitó que echara de RCTV a Rosana Ordoñez por burlarse delante de Carlos Andrés Pérez de la reina Blanca Ibáñez, le complació con toda la presteza de un cerdo bien cebado. Lo mismo hizo cuando echó al periodista Luis Guillermo García, aquel a quien Lusinchi le espetó: “- Tú a mí no me jodes”. Las informaciones que RCTV trasmitió sobre el Caracazo fue todas tergiversadas por órdenes de CAP, de modo que se falsearon el número de comercio saqueados, el número de muertos y desaparecidos, el número de presos y torturados. Marcel Granier acordado con su carnal mayor, el Gustavo Cisneros, controlaron todas las campañas electorales del infierno puntofijista. Para mediados de 2004, Marcel Granier era el mayor terrorista mediático de Venezuela, superando incluso al mismo Gustavo Cisneros. Estuvo en la campaña para promover el golpe del 11-A, le dio un gran espaldarazo al paro del 2 de diciembre de 2002 que duró 3 meses y llevó al país a la bancarrota. Fue de los artífices de la Guarimba junto con el terrorista agusanado de Robert Alonso. Estuvo involucrado en la marea negra de paramilitares que inundaron, en marzo de 2004, a Venezuela y fue el máximo jeque de la violencia verbal a través de RCTV durante la campaña por el referendo que se hizo el 15 de agosto de 2004.
Grasso Vechio, José: Véase Banco Latino.
Groening, Hugo R.: Prof. Titular, Física, USB. Véase Melifluos y fatuos universitarios y académicos. Perteneciente al Grupo 400+ (G-400+). Véase Grupo 400+ (G-400+).
Grupo 1BC: Grupo económico 1BC: Petter Bottome, Marcel Granier, Alicia Phelps de Tovar, Alberto Tovar Phelps y Guillermo Tucker Arismendi. Este grupo posee más de 80% del capital social de cinco empresas que operan en Venezuela: RCTV (85,80%); 92.9 FM (87,60%); Radio Caracas Radio (81,75%); Recorland (productora y distribuidora musical) (100%); Línea Aérea Aereotuy (100%); está asociada con la empresa Coral sea Inc.; Coral Pictures, ubicada en Miami, comercializadora exclusiva de las producciones de 1BC en el campo internacional. Fuente: El libro blanco de RCTV (MINCI)
Grupo 1BC: imperio económico que agrupa un conglomerado de Prensa, radio y TV con tuvo durante la IV república enorme influencia en el Gobierno y el mundo político y que se enfrentó a otro conglomerado poderoso, la Organización Diego Cisneros. En su libro «El triángulo de la corrupción»”, Rafael del Naranco se mete en la lucha de estos dos monstruos del crimen y de la estafa nacional. Marcel Granier y Petter Bottome intentaron un embargo contra este libro, el cual analizaba a su parecer la corrupción en España, Italia y Venezuela. En Venezuela, el punto polémico, y por el cual se llegó a la prohibición del libro, es un capítulo titulado «Los mass media y la corrupción». Allí el autor desgrana el poder de los medios de comunicación social; en el caso concreto de Caracas, la lucha dramática entre los dos poderosísimos clanes de radio y TV: los Phelps y los Cisneros.
Grupo 1BC: Del Naranco resume así su capítulo sobre los medios: «Desde hace años, toda la capacidad del grupo Phelps o IBC se ha centrado en influir sobre la opinión pública, para crear y determinar pautas colectivas sobre afinidades y actitudes del pueblo venezolano ante ciertas circunstancias. Tanto es así que realizaron una telenovela llamada Por estas calles, que se escribía día a día y se alimentaba de los sucesos y episodios de la crónica política. Se contaba la historia, por ejemplo, del ex presidente Jaime Lusinchi y su actual esposa, Blanca Ibáñez, antes su secretaria en la Presidencia; se comentaban los escándalos financieros y se ponía en la picota a aquellos personajes que por una u otra razón no eran bien vistos por el grupo IBC». Detrás de todo esto estaba un hombre introvertido, pasional y peleador, que es el estratega de la política del grupo. No es dueño de las empresas, pero la línea editorial y política la marca él». Se trata del presentador y editor de un programa de actualidad, Marcel Granier. Pero el libro dice que el verdadero dueño del grupo Phelps o IBC es Peter Bottome, «hombre de gran simpatía, pero que no siente interés por el mundo político. Lo suyo es el golf, los veleros y los aviones». En Venezuela, los Cisneros y los Phelps libran desde hace años su encarnizada batalla. Llegaron a romper totalmente hace aproximadamente cinco años (y eso que Cisneros está casado con una Phelps…). El triángulo de la corrupción cuenta cosas que no le gustaron nada a Granier. Por ejemplo: «En la ocasión en que Lusinchi regresó de Miami para dar la cara ante las acusaciones que le involucran en el mal uso de la «partida secreta» para adquirir una buena cantidad de vehículos rústicos, conocidos como «jeeps», al acercársele los periodistas, el ex presidente se enfrentó con un redactor del periódico de Granier: «Marcel Granier y su emisora me están calumniando todos los días igual que a mi esposa. Es poco masculino decir que mi esposa es autora de los atentados terroristas, y todos los que se dedican a agredirme son homosexuales. Estoy harto de calumnias y de insultos. Dígale usted a Marcel que es un cobarde»». Esas y otras cosas no le gustaron a Granier y a Bottome, y consiguieron primero retirar el libro de las librerías, y más tarde la prohibición total de que El triángulo de la corrupción fuera siquiera mencionado en los medios de comunicación del país… Por otra parte, se le piden a Rafael del Naranco 50 millones de pesetas por daños morales, para ser entregados en donación a la Policía Técnica Judicial (PTJ), algo como poner precio a su cabeza, ya que este organismo es el encargado por los jueces de hacer todas las investigaciones sobre el periodista. El libro prohibido está siendo fotocopiado y repartido por todo el país, algo que los tribunales no han podido impedir hasta el momento.”
Grupo Cinco: Conformado por Dennis Schmeichler, Nereus Bell, Jerry Joyner, Sigfrido Geyer y Alberto Arvelo. Un grupo cuya función principal consistía en velar por la obra de Juan Félix Sánchez. No velaron por nada, sino que utilizaron esta organización para proyectarse culturalmente ellos mismos. Como se ve, el único vernáculo allí era Alberto Arvelo. Eran los «descubridores» de Juan Félix, y según ellos el Viejo «se hizo a la luz[9]» en 1978.
Grupo Polar: Lo controla la familia Mendoza Fleury, Mendoza Pocaterra, Mendoza Jiménez. Dueño del 50% del negocio de la banca nacional. Controlan la distribución de alimentos con Makro, Cada y Maxy’s. La cerveza Polar, Savoy, harina precocida PAN. El primer fabricante de alimentos para humanos y animales. Posee el mayor negocio del efectivo, de la liquidez en Venezuela, y domina el circuito del dinero en este país. Ningún país capitalista del mundo permitiría un monopolio tan vasto y abusivo.
Grupo Polar: Ha sido el grupo económico más poderoso de Venezuela, que con mayor fuerza ha impulsado el proyecto neoliberal, la globalización y el desarrollo industrial (siempre bajo los parámetros del neocolonialismo que impulsan los gringos). Tienen un fuerte control y penetración en nuestra industria petrolera, en el sistema bancario nacional y se plegaron al criminal paro de tres meses a partir de diciembre del 2002, con el fin de tumbar a Chávez. Le negaron la comida al pueblo y fueron los que pusieron su granote de arena para que se produjera un pavoroso desabastecimiento alimentario.
Grupo Polar: Lo escribió Ángel Rivas: “La Empresa Polar sí tiene 63 años [2007] en el país, pero igualmente la Empresa Polar es la número 1 en haber convertido a las zonas más deprimidas de Venezuela, en adeptas al lúpulo y la cebada, o sea la CERVEZA. No seamos mojigatos. Todos sabemos, leemos y entendemos, que el mayor índice de irresponsabilidad familiar en Venezuela no es producto de la droga, la marihuana, la piedra, el güiski, la sidra, la vodka, el ron, el anís, el vino, etc. Es producto directo de la consumición de CERVEZA. La deformación anatómica de los hombres venezolanos (barrigones) nace de ahí. Los rostros rojizos, ajados, ojerosos, con mal aliento, es producto de la ingesta de cerveza. En los barrios más deprimidos puede haber necesidad de azúcar, pero nunca jamás de CERVEZA. Los accidentes automovilísticos más terribles se suceden porque los que conducen los autos, van atapuzados de cerveza, que adquieren antes de emprender el viaje, por esas carreteras del país. Los padres irresponsables de los barrios antes de llegar a sus viviendas, se detienen en la bodeguita a echarse varias CERVEZAS y luego que se marean, llegan ofendiendo a la compañera, a los hijos, a quien sea. La Empresa Polar ha contribuido con eso. Ha dejado en varias décadas, hombres en el camino, en los hospitales, en los cementerios. Muchas familias se han desintegrado, porque el jefe de la casa no puede dejar el vicio de la CERVEZA. Por ejemplo conozco una zona en un lugar de Caracas, donde durante años he visto crecer a los hijos de mis amigos, con su “polarcita” entre los dedos y eso pasa desapercibido, porque para algunos tomar CERVEZA es símbolo de macho, de jodedor, de viva la pepa y “así es el pueblo”. Nada más estúpido, aunque sea relajante, sabroso, animador del espíritu, que admitir que el licor es chévere para la salud. El licor y la droga, son hermanos. Quien ofenda a un drogadicto, si toma licor, debe verse en el espejo del bar de la licorería o de la taguara y reflexionar con profundidad, para luego admitir que es tan enfermo como al que censura. ¿Es qué el hombre de estas latitudes no consigue distracción en otras cosas que no sea el licor? Alguien dijo por ahí, que “La revolución le respeta los gustos al pueblo”, porque al parecer la bebida de CERVEZA es parte de la COSTUMBRE criolla. Nada más lejos de la verdad, porque el licor embota, mata, produce crímenes, malformación genética, hacer caer los valores morales familiares y crea dependencia y si existe un Ministerio de la Salud, pues, lo más lógico es que vea por su pueblo. Pero que no se preocupe la Empresa Polar. Nadie le va quitar que siga llenado de CERVEZA al pueblo, pero por favor, que no se vanaglorie de que “El deporte”. Otra cosa que es sinónimo. Hace años había por Sabana Grande un grupo de “intelectuales” que crearon una cofradía de borrachos y fumones, bajo el nombre de la República del Este. Uno de ellos es el Caballero de la “boina hedionda”. Pues se zampaban en cualquier lenocinio del sector y acaparaban todas las barras, para beber y hablar pistoladas, porque ellos “son poetas” y Khayám dijo que “el ánfora debe estar repleto de vino para libar de su sangre”. ¡Necios y tontos! La Empresa Polar se jacta en sus comerciales de que “Han contribuido con el deporte en ese espacio de tiempo” Muy bien, pero no nieguen que igualmente fueron parte del golpe en abril de 2002, quitándole la harina de hacer arepas al pueblo y otros productos de la dieta criolla. Se burlaron del pueblo cerrando las fábricas y luego que todo pasó, volvieron con sus mensajes de que “yo no he hecho nada y solamente fabricamos Maltín Polar, porque somos unos párvulos tocadores de liras, que visten batolitas de seda”. ¡No me la jodas! Por cierto los nombres de los productos anotados abajo, son hechos por un gringo que odia a los latinos. Nosotros los revolucionarios no somos borregos. No adquiramos estas bagatelas. Dile no al racismo y a la segregación que nos viene de USA today. Estos son sus nombres: Kimberly Clark, Kotex, Kleenex, Scout, Huggies, Depend,Andrex.[10]”
Grupo Tacoa: Véase Deuda Externa.
Grupo Zuloaga: Entre sus empresas se contaban la Electricidad de Caracas y VIASA. Siempre este grupo hizo con el país lo que le dio la gana. Se cansaron de comprar Presidentes, ministros y diputados. Acumularon una fortuna descomunal mediante seculares prácticas inescrupulosas, cobrando injustas tarifas para la población y eludiendo mediante sobornos a Concejales el pago de impuestos. El método de dando y dando, Oscar Machado Zuloaga fue Ministro de Comunicaciones de CAP. En el largo pleito de la Electricidad de Caracas con el Concejo Municipal de Guarenas, el Grupo Zuloaga puso en funcionamiento su descomunal capacidad para el tráfico de influencias. Se valió de los medios de comunicación para torcer los hechos a su favor. Habían destapado la olla de las grandes de las estafas en la que se supo que durante los 25 anos de la concesión esta empresa estuvo totalmente exonerada de paga impuestos, y a partir de 1944 de manera reiterada se niega a cumplir con estos deberes en abierta violación a las ordenanzas municipales. Cuando estaba a punto de ganar este pleito el Concejo de Guarenas “el grupo Zuloaga hace contacto con las direcciones de AD y COPEI… se decide tantear al CEN de AD. Para el partido blanco la derrota electoral había sido obra de la oligarquía financiera y por eso DESESPERABA POR ENCONTRAR LA MANERA DE ROMPER EL BLOQUE EMPRESARIAL ALREDEDOR DE CALDERA… Cuando se trata de venderse tampoco ha que vacilar, habrá pensado más de uno de los miembros del sanedrín blanco. Arriesgarlo todo. Así el doctor David Morales Bello toma la difícil tarea de pedirle a sus concejales que se transen y faciliten el acuerdo con la Electricidad en base a las exigencias del grupo Zuloaga[11]”. En este acuerdo, la Electricidad quedó librada del royalty. “Se produjo una asombroa transacción sobre las deudas de la Compañía a consecuencia de la cual el Concejo renunció a cobrar más de dos millones de Bs. Conformándose con un cheque inmediato de Bs 127.082[12]”.
Grupo 400+ (G-400+):agrupación plural e independiente defensora del terrorismo sionista en el mundo, integrada por personas representativas del universo de la sociedad “democrática venezolana”, compuesta de diplomáticos, empresarios, formadores de opinión, profesionales de diversas especialidades militares retirados, ex ministros, analistas políticos y otros. Firmaron un amenazante remitido contra el gobierno bolivariano el 1º de febrero de 2009, acusándole de ser el culpable del atentado a la sinagoga Tiferet Israel, en Maripérez, cuando realmente dicha acción fue ejecutada por terroristas sionistas. Véase Sinagoga Tiferet Israel. Toda una trama para tratar de desprestigiar al presidente Chávez en vísperas de las elecciones del 15 de febrero de 2009. Suscribieron el siguiente abominable comunicado[13]: La violación de la Sinagoga de Caracas el 31 de enero de 2009, en ocasión de la cual individuos armados llevaron a cabo el más cobarde de los atentados contra un templo, deshonrando con ello el gentilicio venezolano, es la última en la ya larga serie de actos criminales acaecidos recientemente y perpetrados contra individuos, instituciones, organizaciones y credos ajenos o críticos al régimen.
El vergonzoso atentado contra la Sinagoga de Caracas ejemplifica todo cuanto lleva consigo de riesgos el continuo atizamiento del sectarismo y cómo éste, estimulado en su desarrollo por el fanatismo ideológico y la lenidad en el control de armas en poder de civiles y militares, es capaz de interpretar y de ejercer el crimen como un infame y perverso recurso político.
El G400+ hace suyas las palabras de la Confederación de Asociaciones Israelitas de Venezuela cuando dice: «Este acto vandálico llevado a cabo en Shabat, el día más sagrado del culto judío, constituye un hecho condenable y sin precedentes en la historia de nuestro país y ofende profundamente a todos los judíos radicados en Venezuela».
Pero cabe agregar que no es solamente a los judíos radicados en Venezuela a quienes ofende ese acto, sino a los venezolanos que nos sentimos solidarios de la comunidad judía en estos momentos de pesar por ese vandálico acontecimiento.
Ante las últimas manifestaciones de sectarismo político y de violencia ejercidos por bandas criminales que se proclaman afines al gobierno nacional, que toman para sí el ejercicio del uso de la fuerza para la promoción de la agenda política del mismo, el G400+ expresa su repudio al discurso de antagonismos de clase, de raza y de religión que se expresa, promueve y estimula desde la Presidencia de la República ante la indiferencia y complicidad de los poderes públicos.
Una prédica que propicia de manera cínica y sistemática el odio y la violencia, particularmente aquélla que tiene como sus a los adversarios políticos del régimen y a todos aquéllos ciudadanos y agrupaciones de ciudadanos de convicciones democráticas que no comparten su ideología o que no consideran apropiado el rumbo que lleva el país bajo su presidencia.
Su recurrencia y la impunidad con que son tolerados muestran un nivel de complicidad por parte de quienes ejercen la responsabilidad de mantener el orden y asegurar la justicia, tanto en el Poder Ejecutivo, empezando por el presidente de la República, como en todos los otros poderes públicos. De manera particular aplicable a la Fuerza Armada.
Por todo ello, en tanto éste gobierno no asuma la responsabilidad que le atañe, ofrezca las excusas públicas que la gravedad de estos desarrollos impone, repare y compense los daños causados, y ponga en manos de una justicia independiente y ejecutiva en sus dictámenes a los responsables de los mismos, su complicidad, por acción u omisión, no podrá ser descartada sino que inevitablemente ha de ser presumida por cierta.
Caracas, 1 de febrero de 2009.
Guardia Granier, Rómulo: trabaja con los medios de Comunicación, miembro del Grupo 400+ (G-400+). Véase Grupo 400+ (G-400+).
Guédez, Víctor: presidente de Consultoría en Ética y Responsabilidad Social Empresarial, miembro del Grupo 400+ (G-400+). Véase Grupo 400+ (G-400+).
Guerra Rosalba: ingeniero, miembro del Grupo 400+ (G-400+). Véase Grupo 400+ (G-400+).
Guerrillas en Venezuela: “Después, cuando yo publiqué Entre las Breñas y di una visión “pesimista” de las guerrillas, al (Ramón) Bravo y al (Caupolicán) Ovalles les dieron luz verde para que me atacaran… El Ovalles, por su parte, había estado en Ecuador, Bogotá y Praga y en Praga escribió su Diario de Praga, unos pésimos poemas que le publicó la Universidad Central. Me estaban atacando porque yo había acabado con el negocio de la violencia. Los dirigentes de la violencia recibían buen dinero. Dinero constante y sonante. Cuando publiqué Entre las Breñas y di la imagen que di, Fidel castro y los comunistas se desencantaron y se opusieron al envió de otras remesas de dinero. Yo acabé con un negocio que rentaba bien, sin tropiezos, y los que recibían ese dinero no hacían ningún trabajo. No se exponían. Los que se exponían estaban en el monte sin cobrar y jugándose el pellejo. Los Ovalles, Los Bravo, Los Petkoff, los Pompeyos, Márquez y los “dirigentes Universitarios” no se iban al monte. ¿A qué? Lo de ellos era justificar la revolución, lo de ellos era teorizar. Lo de ellos era decir “Yo justifico esa guerra[14]”.
Guerrillas en Venezuela: “Porque después que armaron a los grupos guerrilleros y estos comenzaron a actuar a la diabla los jefes se asustaron. Petkoff decía que la Universidad estaba llena de revolucionarios de café y él era el primer revolucionario de café. Cuando las guerrillas cogieron fuego por cuenta propia porque ya nadie las ayudaba los jefes (Teodoro y Pompeyo) guardaron silencio. Si los jefes hablaban, escribían, criticaban serían considerados traidores. Por eso los jefes, cobardemente, callaron y dejaron que el tiempo se ocupara de destruir los focos insurrecciónales. Lo que sucedió. En este sentido de los únicos que desconfío es de Pompeyo Márquez y Teodoro Petkoff estos fueron los que más atizaron el fuego[15]”.
Guevara, Luis Camilo: Véase “República del Este”.
Guevara Baro, Manuel: ingeniero, Consultor, miembro del Grupo 400+ (G-400+). Véase Grupo 400+ (G-400+).
Grooscors, Guido: descomunal pro-sionista y pitiyanqui. Adorador dislocado de cuanto decide la Casa Blanca y sus peores asesores. Fue embajador ante la OEA, Argentina, Costa Rica y República Dominicana, miembro del Grupo 400+ (G-400+). Véase Grupo 400+ (G-400+).
Grooscors, Guido: En su lucha intercontinental por defender a los poderosos medios de comunicación en su lucha contra Chávez ha dicho: No prosperó en Santiago de Chile, donde sesionó la Asamblea General de la OEA a comienzos del presente mes de junio (XXXIII período de sesiones) el despropósito gubernamental de pretender incluir en la Declaración Final del máximo evento interamericano referencias críticas al rol de los medios de comunicación para justificar la postura del régimen “revolucionario” en contra de aquéllos y, de algún modo, procurar apoyo abierto para el deplorable proyecto de Ley sobre la Responsabilidad Social en Radio y Televisión. Después de ese fracaso se supone que ya el teniente coronel [Hugo Chávez] que ejerce la primera magistratura nacional se cuidará de seguir aludiendo a una fantasmal “dictadura mediática”, existente en su fértil imaginación, so pena de convertirse en el hazmerreír de todos quienes, tanto en el campo local como en el foráneo, están conscientes de que si alguna dictadura en el área de los medios cobra vida real en nuestro país, es la derivada de las interminables y frecuentes cadenas radiotelevisivas que tienen como protagonista al jefe del Estado, las cuales superan, con creces, cualquier exceso en el que a ese respecto hubiera podido incurrir algún gobierno anterio[16]r.
Grooscors, Guido: se encuentra entre los operadores cagatintas de la prensa auto-llamados «expertos» del centro ejecutivo de la «operación Crisis 2007» que la lleva adelante una empresa vinculada a Cisneros: ASESORAC (Asesoramiento Empresarial en Comunicaciones Corporativas), que está ubicada en la Torre La Primera, Piso 14, Ofic. 14-E, Av. Miranda, Chacaíto. (Telf.: 9532907/ 3167 Fax: 9535975, [email protected] ). El objetivo inmediato es frenar las iniciativas de cambio revolucionario que en materia económica se ha planteado el Presidente a través de la Ley Habilitante. El objetivo siempre es preparar el terreno para un nuevo intento de golpe económico, en coordinación con la estrategia internacional de la SIP. ¿Quienes están detrás de esta campaña?: los banqueros que no pagan impuestos, los que controlan las roscas de alimentos, los grandes monopolios nacionales y transnacionales. Por supuesto los medios de comunicación privados. Pero no nos creamos que son sólo RCTV y Globovisión, o El Nacional y El Universal. En esta empresa aparecen como testaferros el periodista Luís Vezga Godoy (¿Se acuerdan de aquel gris presidente del CNP en los años 1988-90?, el mismo que nunca denunció la censura de CAP II). Vezga también fue Director de la OCI en la IV República y actualmente es coordinador de la «Comisión de Imagen, Estrategia y Doctrina» de Fedecámaras, desde donde se articula la campaña a favor del «desabastecimiento». El otro Socio-testaferro es Guido Grooscors (también oscuro ministro de CAP I, señalado de manejos indebidos con la publicidad oficial)[17].
Gumilla, P. José: El padre José Gumilla, S. J. (1686-1750) arribó al Nuevo Reino de Granada en 1705, un año después de haber ingresado a la Compañía de Jesús en el noviciado de Sevilla, con la intención de hacer parte de “las misiones del Nuevo Mundo». Su formación jesuita tuvo lugar en la Universidad Javeriana de Bogotá y en 1714 recibió la ordenación sacerdotal luego de estudiar filosofía y teología. Según escriben los biógrafos e historiadores de la Compañía, en 1715 Gumilla fue escogido por el padre provincial Mateo Mimbela para ocuparse de la evangelización de los betoyes en el río Apure como respuesta a la petición de un cacique “jirara de nación» llamado Antonio Calaimi. Gumilla argumenta que si bien los indígenas tienen noción de la vergüenza y el rubor, “la significación de las voces» está invertida, porque “al vestirse sienten rubor, se corren, y están sosegadas y contentas con su acostumbrada desnudez». El jesuita enfatiza que para ellos “estar untados», equivale a “estar bien vestidos»: “para ir á la guerra los adultos, se pintan fea y horriblemente», escribe este jesuita bandido. Qué habrá aprendido de la belleza según Jesús. “Corresponde, entonces –dice-, a los misioneros hacerlos caer en cuenta de su desnudez, es decir, enseñarles los hábitos y las morales que configuran al cuerpo cristiano para liberarlos de su ignorancia”.
Gumilla, P. José: Tremendo racista. Lo tienen como una gran cosa en Venezuela: misionero jesuita del siglo XVIII, exploró la cuenca del río Orinoco y escribió, además de otras obras, un libro fundamental y de gran valor histórico sobre dicho río: GUMILLA, (Padre) Joseph. El Orinoco ilustrado y defendido. Historia natural, civil y geográfica de este gran río y de sus caudalosas vertientes. De los cronistas misioneros de indias que se cansaron de desvirtuar la verdadera cultura de nuestros aborígenes. Dice Gustavo Pereira[18]: “un día cayó en mis manos la obra del padre Gumilla, El Orinoco Ilustrado, y en ella constaté el verdadero ejemplo de cómo el otro, es decir, en este caso la mentalidad colonizadora se especializó en inferiorizar a los pueblos ya por entonces vencidos o, como el caso de los que habitaban las Antillas, absolutamente exterminados. En las grandes Antillas: Cuba, Santo Domingo-Haití, Puerto Rico, no quedaron indios para contarlo. Por eso el mestizaje en esas islas es un mestizaje entre africanos y europeos y asiáticos. Nuestros indígenas, como todos sabemos, resistieron, todos los indios resistieron, todos; pero algunos como los nuestros tuvieron más opciones territoriales para resistir, se fueron a las selvas o a lo más profundo de la sabana, y allí se quedaron y allí subsistieron. Por eso tenemos hoy aquí en el Panteón Nacional a los hermanos indios haciendo guardia de honor también, junto con los soldados blancos, junto con los soldados negros y mestizos venezolanos, a las cenizas del máximo conductor de nuestra resistencia, el Libertador Simón Bolívar. Por aquí traigo una cita de Gumilla en El Orinoco ilustrado, cuando se refiere a los indios de las márgenes del Orinoco. Dice Gumilla: “¿Quién conocerá, quién entenderá el genio de estas gentes? Tan rudas y agrestes para todo, menos para su negocio; tan ágiles para el mal, y tan pesadas y perezosas para el bien; tan inconstantes para su salud eterna y tan firmes y constantes para su perdición. Es preciso creer que el Demonio, rabioso porque se le escapan aquellas almas, las instiga, persigue y engaña?…”. Pero Gumilla no se queda ahí, y dice más adelante: “…el indio bárbaro y silvestre es un monstruo nunca visto, que tiene cabeza de ignorancia, corazón de ingratitud, pecho de inconstancia, espaldas de pereza, pies de miedo; su vientre para beber y su inclinación a embriagarse son dos abismos sin fin.”. En fin, qué gran hijo de puta…
Guenni, Orlando: Prof. Asistente, Biología, UCV. Véase Melifluos y fatuos universitarios y académicos.
Guinand Baldó, Alfredo: Fue gobernador del Distrito Federal y director el Cementerio del Este C.A., gracias a Eugenio Mendoza.
Gurfinkel, Mario. Véase Castillo de Gurfinkel, Laura.
Gutiérrez, Delia: Prof. Asociado, Ciencia de los Materiales, USB. Véase Melifluos y fatuos universitarios y académicos.
Gusto: Las enfermedades del gusto son «la incomprensión, la ligereza de juicio, la supremacía del sentimiento, los prejuicios estéticos, las prevenciones rutinarias, las testarudeces y las tendencias fáciles»[19]. Valores que prevalecen en la sociedad venezolana producto de una sociedad envilecida por el capitalismo.
Gutiérrez, Eva: Véase Sociedad Civil Golpista.
Gutiérrez, Gloria Parga de: regentó los más alto cargos culturales de Mérida. Fue Presidenta, hasta que le dio la gana, de la Casa de la Cultura Juan Félix Sánchez, y se convirtió en la mayor adoradora de Juan Félix, sólo para vivir de su culto. Cuando Chávez llegó al poder, se fue a vivir a Nueva York, nadie sabe cómo hizo, porque era de familia muy humilde y verdaderamente que no sabía ni freír un huevo[20].
Gutiérrez, Orlando: Pequeño personaje de la región larense, que fue gobernador de Mérida. Como todo adeco, comenzó siendo izquierdista, tirapiedra. Se casó con Gloria Parga, a quien se le metió en la cabeza que debía dirigir la cultura del Estado. A ella, Orlando le debe todos los cargos políticos que asumió dentro de AD.
Gutiérrez, Orlando: Lo llamaban “Superman”, nadie sabe por qué. No hubo desastre en la que su mano no hubiese estado metida. Se dedicó a estudiar derecho después de viejo, y se colocaba debajo de algún árbol, en algún céntrico parque de Mérida a repasar sus lecciones, y en una ocasión le pidió al periodista, corresponsal de El Nacional, Miguel Ángel Liendo para que en tal actitud y posición le tomara una foto y luego le hiciera un reportaje. Así fue. Apareció publicado en El Nacional, con título: “El Gobernador Estudiante”.
Gutiérrez, Orlando: Gobernador de Mérida que permitió el crimen de la construcción del Resort La Culata, en uno de los puntos más sensibles El Valle. Era para entonces director del Ministerio del Ambiente Región Mérida, el ingeniero Ramírez. Sant Roz dirigió con estudiantes de la Facultad de Ciencias de la ULA, un movimiento para impedir este crimen, e hizo que Orlando Gutiérrez firmara un acta donde se comprometía a no continuar aquella obra de destrucción, y lo hizo en el propio lugar de La Culata donde ya se había realizado una pavorosa deforestación. A los pocos días Ramírez fue transferido a otro cargo, y como Sant Roz organizó a la semana siguiente de esta toma, una reunión en la gobernación, Orlando Gutiérrez subrepticiamente armó de azadones, machetes y palos a un grupo de campesinos de El Valle, a los que le dijo atacaran a su organizador, porque les iba a impedir la siembra y el cultivo de sus legumbres (en las que utilizan el veneno gramoxon que cae en el río Mucujún, y de donde se toma el ochenta por ciento del agua que consume Mérida). Así fue: Sant Roz fue furiosamente rodeado en la plaza Bolívar por una turba de borrachos y vagos, con ánimo de descalabrarlo. Estas imágenes fueron recogidas, por cierto, por RCTV.
Gutiérrez, Soledad: periodista, miembro del Grupo 400+ (G-400+). Véase Grupo 400+ (G-400+).
Gutiérrez Plaza, Arturo: Prof. Agregado, Literatura, Director de Extensión Universitaria USB. Véase Melifluos y fatuos universitarios y académicos.
Guyón Celis, Carlos: Capitán de Ejército. De los alzados el 4-F. Fue elegido Senador por el MVR y llegó a ser Presidente de la Comisión de Defensa del Senado. Ya en el 2000 exclamaba que a Chávez sólo lo apoyaban los marginales y que 8 millones de venezolanos estaban ansiosos por salir de él[21]. Se volvió ultra-antichavista, aún después del 11-A.
Guzmán, Antonio Leocadio: Su padre estuvo enrolado en las fuerzas realistas y en las batallas de 1810, de sargento pasa a capitán enfrentándose a Bolívar en Puerto Cabello, degollando patriotas. Antonio Leocadio sufrió mucho al ser señalado con desprecio, como hijo natural, fruto del amancebamiento de su padre con la señora Josefa Agueda García Mujica, a quien por unas manchas en la cara la llamaban La Tiñosa. Para tratar de “reparar” este enorme complejo social, Antonio Leocadio luchará toda su vida por elevarse al nivel de los valores godos de su padre, y es por ello por lo que propondrá al Libertador que se corone emperador. Fue él quien le metió este proyecto en la cabeza a Páez, y luego se dirigirá al sur, para hacerlo ver como una idea ardiente que anhelaba con locura lo más representativo de Venezuela. Siendo muchacho Antonio Leocadio viaó y se educó en España, y cuando 1823 regresa a Venezuela se encuentra que sus parientes godos están todos destruidos. Descubre y reconoce que la única manera para lograr ese grandioso linaje que busca es de momento, acercándose al Libertador. Es así como le pone el ojo a Carlota Blanca Jerez, quien estaba enamorada del brasileño José Abreu y Lima, emparentada con los Aristiguieta Bolívar, hija de María Antonieta Xerez Aristiguieta. Y en la propia casa del Libertador, Antonio Leocadio embaraza a la Carlota. Listo. Ya barrigona y escondiendo el vientre, en septiembre de 1828, cuando se atenta contra el Libertador en Bogotá, se produce privadamente el acto de la boda. El 20 de enero de 1829 nace Antonio Guzmán Blanco, el “emperador” que quiso hacer y no pudo Antonio Leocadio. Es bien conocida la historia de cómo Antonio Leocadio maltrataba terriblemente a su esposa Carlota, dándole de palos y sopapos, quien siempre tenía un pómulo o los ojos amoratados por sus golpes.
Guzmán, Antonio Leocadio: Uno de los causantes de la desintegración de la Gran Colombia, quien en una comisión secreta fue desde Caracas hasta el Perú a proponerle a Bolívar que se coronara. Dijo de él Ramón Díaz Sánchez que era insaciable en su afán de enriquecimiento: “Comercia con los empréstitos, con los bienes de la Universidad, con la moneda, con los alimentos, con los ornamentos de las iglesias, con las raciones de las tropas, con las aduanas, con la navegación, con la deuda pública, con el crédito exterior”[22].
Guzmán, Antonio Leocadio: En 1824 Santander le escribía Bolívar, advirtiéndole que «unos agentes pagados por la Corte de Madrid para ridiculizar al gobierno, dividimos y degollarnos no desempeñarían tan bien su papel, como los tales escritores de Caracas”. Entre esos escritores se encontraba Antonio Leocadio Guzmán.
Desde Caracas, el periódico El Argos, que dirigía Antonio Leocadio Guzmán, lanzaba contra Santander los más duros epítetos: “¡Santander otra vez! -declaraba Guzmán-. De ninguna manera. Sería una plaga para Colombia otros cuatro años de su pésima administración». Añadía Guzmán, en el tiraje número 8 de su periódico: «Aseguran que el Excelentísimo Sr. Francisco de Paula Santander, Vicepresidente de la República, encargado del Poder Ejecutivo, etc. etc. etc. para dar esplendor al gobierno republicano y a la nación, ha adoptado para sí el mismo ceremonial de palacio, paseo, iglesia, teatro, etc., de que usaban los antiguos virreyes. Dicen que en su palacio tiene un famoso solio, bajo el cual se sienta con frecuencia; que cuando sale a paseo o a la iglesia, es acompañado y custodiado por alabarderos y batidores, y que al entrar al coliseo, todo el pueblo concurrente tiene que ponerse en pie y el sombrero en mano, hasta que S. M. toma asiento y da sus órdenes. ¡Bravo republicanismo!…»
En estilo, naturaleza y sentimiento, este Antonio Leocadio Guzmán era idéntico a Santander, a los liberales colombianos; por esto se odiaban tanto.
Guzmán, Antonio Leocadio: El 6 de enero de 1826, Santander escribía al Libertador: «A1 Istmo, ha ido, creo que con miras de pasar donde usted, el célebre redactor de Argos. Antonio Leocadio Guzmán, bicho de cuenta, atrevido, sedicioso y el que, ha tenido a Caracas perturbada con sus papeles: este es el que me ha humillado a dicterios e insultos groseros, porque pertenecía a la facción de Carabaño. Rivitas, etc. Guárdese mucho de él, porque entiendo que se lo mandan de espía, y hágame el favor de no darse enterado por mí». Mientras ardía Bogotá con las amenazas a Páez, quien estaba a punto de rebelarse contra el Congreso, había llegado al Perú el señor Antonio Leocadio Guzmán. Tenía importantes noticias del General Páez y era visto como portador del secreto político del siglo. El joven mensajero, que había sido educado en España, y de Padre español, tenía una formación política nada común en aquellos tiempos. Sabía expresarse muy bien, y sus conocimientos unidos a esa desenvoltura de los habituados a preámbulos de palacio, creaban aureolas y destellos muy cotizables en tiempos de “ardor revolucionario”. Parecía hombre cauto, sincero, un apasionado patriota. Sin duda confundió un poco al Libertador, quien estaba atareado en la organización del Congreso de Panamá y en la administración del Perú. En una población endémica de legisladores sanos, Bolívar adoptaba una predisposición conciliatoria y hasta subalterna hacia las personas que podían contribuir en algo a la organización del país. Esta cualidad era tan poderosa en él, que no había hombre capaz de sustraerse a ella. Hasta los godos, sentían, en este sentido, su influjo. Esa predisposición -por ironías del destino- fue utilizada precisamente para desintegrar la Gran Colombia, y la que le hizo creer que Guzmán era un joven de talento, que sabía valorar la grandeza de su alma, la obra que había emprendido: la idea quijotesca de confederar a la América Hispana.
Guzmán explicó a Bolívar la importante misión que tanta alarma causaba al Vicepresidente. No se detuvo en preámbulos y fue directamente al grano; expuso al Libertador que la salida política para dominar el caos era que él se coronase emperador. Que los más grandes generales de Venezuela estaban dispuestos a apoyarle y mantenerle en esa luminosa posición.
Guzmán, Antonio Leocadio: Cuando el Libertador retocaba la Constitución que había escrito para Bolivia y en la que veía la forma política más segura de consolidar la libertad de la América Hispana y para satisfacer a los que pedían monarquía, federación o centralismo, le aconsejó a Guzmán que promoviera con prudencia, la aplicación de este Código Boliviano. Este simple paso, dado con el ánimo de salvar la patria, espantó a Santander. No porque la Constitución Boliviana[23] fuera absurda y enemiga del orden político de Colombia, sino porque el conducto por la que se haría conocer era su enemigo, el injurioso redactor de Argos. Esa fue la razón del odio que comenzó a crecer en él, contra el Libertador -centrada en la repugnancia al Código Boliviano- y que lo llevó a atacarle con acrimonia, ingratitud e injusticia hasta el último momento de su vida. Cuanta defensa hiciera en el futuro Guzmán de la Constitución Boliviana, sería un golpe amargo a su alma resentida y por ello también, causa para provocar las facciones contra la unión y levantar los viejos escombros de las ideas sobre federación. Desde entonces los recursos del crimen y de la calumnia iban a ser válidos, justos para que Bolívar pagara la inconsecuencia no sólo de haberle dicho que Guzmán era serio e inteligente (“excelente muchacho -le escribió- tiene mucho talento… está cordialmente adicto a mí y puede servir muy bien empleándolo. Aunque él se ocupó en Venezuela contra usted, fue no por malignidad, sino porque venía lleno de las ideas liberales de España y porque en Caracas era moda pensar todos mal contra el gobierno”), sino el de haberle dado el privilegio de ser el propalador de las novísimas ideas contenidas en la Constitución boliviana. Pobre Bolívar: que cuando actuaba de buena fe, las hienas partidistas lo devoraban a su antojo. Al final, aquellos a quienes quería de todo corazón: Santander, Córdova, Guzmán, Padilla, Páez, Lamar, Santa Cruz, Gamarra, etc., le harían ver las deformaciones más insólitas de la traición. Por cierto que si Las Cases hubiera conocido esta vida infernal del Libertador, habría tenido algún consuelo para los horrores sufridos por su ídolo. (Dice Las Cases que Napoleón fue el hombre más atacado y desfigurado y sobre quien se lanzaron los más atroces, ridículos y falsos libelos). Bolívar planteó en resumidas cuentas a Guzmán lo siguiente, que aquí no se podía formar una monarquía, por el desprestigio que tal sistema tenía en nuestros pueblos, y le pidió que le trasmitiera a Páez que Francia no era Colombia, ni él Napoleón, que allá la población es[24] homogénea, que es una república con una tradición cultural sólida. No había necesidad de un Napoleón para hacer grande a nuestra América. Que no había necesidad de imitar a César ni mucho menos a Iturbide; “tales ejemplos son indignos de mi gloria; el título de Libertador es superior a todos los que han recompensado el sacrificio humano: por tanto me es imposible degradarlo. El peligro realista ha cesado y no es hora de pensar en un trono, raíz de los peores males de Europa. Un trono espantaría tanto por su altura como por su brillo. Dígale, en fin, que ese proyecto no le conviene a él, ni a mí, ni al país”. Por lo que el señor Guzmán se declaró ipso facto panegirista y gran admirador de la Constitución Boliviana. Hizo en el Perú una apología de dicho proyecto; después partió hacia Guayaquil con cartas del Libertador para que se discutiera -entre sus amigos y la gente más o menos preparada- la conveniencia o no de aprobarla. No era de ningún modo alarmante la promoción -decimos- o discusión entre los pueblos, del Código Boliviano, ni llevaba consigo formas perturbadoras de privilegios políticos consumados. Creemos sí, que Guzmán era -muy joven- todavía para conocer la magnitud del encargo e hizo de la exégesis del reglamento boliviano un medio político para promoverse a sí mismo. Muchos otros dominados por ambición o vanidad, que ellos inconscientemente llamaban patriotismo, se unieron con gritos y escándalos a la campaña que promovía Guzmán.
Guzmán, Antonio Leocadio: Funda en 1840 el Partido Liberal, y es el director desde esa época del periódico El Venezolano. Fue el de la consigna: «Si mis enemigos dicen centralismo, yo grito federación». Redomado ladrón, que tuvo la desvergüenza de ir al Perú a solicitar el millón de pesos que el Congreso (de aquel le país) le otorgara a Bolívar. Lo hizo porque se consideraba uno de los herederos del Libertador, pero también agregó que “por mis eminentes servicios a la causa de la libertad”.
Guzmán Blanco, Antonio: “El Manganzón”, le llamaban. Dijo de él Juan Vicente González: “Bicho pedantesco que recibió de su padre la empalagosa charla y las mañas del gitano”. Más ladrón que su padre, Leocadio Guzmán. Déspota y petulante. De tal palo tal jeta. De muchacho comienza a leer panfletos que le llegan de Colombia. Se hace amigo de leguleyos, le gusta el foro, la jurisprudencia. Se aprende de memoria el Código Napoleónico y toma curso de retórico con curas metidos a masones. Para mejor dominar el arte de la mentira se convierte en secretario del gran leguleyo que fue Diego Bautista Urbaneja, quien se maravilla de las cualidades de este mocetón para enredar y urdir trampas en litigios y pleitos de tribunales. Un día le estalla la idea maravillosa de hacerse con el millón de pesos que el Congreso de Perú le otorgara en 1825 al Libertador Simón Bolívar y que éste nunca tomó. El padre Antonio Leocadio se vuelve loco con esta genial iniciativa por considerarse pariente de Bolívar. Por lo menos el 50% de ese capital, calcula, le corresponde a su familia. Aquello no resultó como esperaban, pero desde entonces la desbordada obsesión de Antonio será buscar plata, plata y plata, donde se encuentre; para la él la plata lo curaba y lo lavaba todo. Y su padre que trabaja en la Cancillería y se codea con los que más mean, le propone a su hijo que para seguir lavando la sangre que le dejara La Tiñosa, se case con la nieta del general José Tadeo Monagas, ¡tremendo partido!, la joven Luisa Teresa Giuseppe Monagas. Los cuentos le llegan al general Monagas quien se indigna y lo manda a hacer gárgaras, pero así y todo sale premiado porque entonces para apartarla de Luisa Teresa lo nombran cónsul en Estados Unidos, en Filadelfia y Nueva York, donde permanece dos años. Nunca perdía.
Guzmán Blanco, Antonio: De aquellos liberales que se unieron a los Monagas para derrotar a los oligarcas (paecistas) pero en cuanto tomaron el poder terminaron ellos mismos siendo otros oligarcas más fieros, más ladrones y miserables que los que los que habían derrotado. Su paranoia liberal era para entrar a saco en los grandes círculos oligarcas, y casar a sus hijas con condes y marqueses de la Francia monárquica.
Expulsó de Venezuela a José Martí, el más grande cultor y cantor de la obra de nuestro Libertador en la América Hispana. Echó a Martí porque hablaba bien de Cecilio Acosta y porque no tomaba en cuenta al ridículo Guzmán quien se consideraba el más genial de los intelectuales venezolanos, y por demás jefe supremo del Estado venezolano. Pues, el mismo Guzmán se había encasquetado lo de “Ilustre Americano”. El frenesí narcisista de este hombre llegó al paroxismo de no asistir, el 28 de octubre de 1875, a la inauguración del Panteón Nacional porque él se encontraba develando apoteósicamente su propia estatua[25]. Tuvo en realidad suficientes “dones políticos y esclarecedora sangre patricia y oligarca” como para llevar a cabo el asesinato en la persona de Ezequiel Zamora.
Guzmán Blanco, Antonio: Muy parecido en sus divagaciones y mentiras a CAP. Suelen colocarlo entre los cuatros presidentes más destacados de Venezuela junto con Páez, Gómez y Betancourt, siendo todos ellos unos grandísimos canallas y bandidos. Entre los que así piensan se cuentan Ramón J. Velázquez, Francisco Herrera Luque, Germán Carrera Damas, Manuel Caballero y el propio Ramón Urdaneta. Serán destacados por su entrega del país a las grandes potencias extranjeras, por copiar lo que hacen esas naciones explotadoras, colonialistas y terroristas, por mafiosos, déspotas y ladrones. Ramón Urdaneta lo presenta como “legalista y dictador a la vez, hablaba sin saberse qué sentía en el fondo de su perorata. No fue cruel pero sí lleno de vanidad, vengativo y cubierto de rencores ocultos. Ególatra e intransigente, caprichoso, amante de la poma, el fasto, el aplauso y la lisonja, caudillo sin aurea popular, por lo que para hacer gobierno apela a la mentira política. Impuso el elogio como sistema, la adulación, los largos discursos y acalló con el silencio a sus enemigos”. En cuanto a la crueldad dice Manuel Caballero: “El rigor llevado hasta la crueldad lo demostró en el fusilamiento de Matías Salazar el 18 de mayo de 1872. Al ajusticiarlo Guzmán estaba infringiendo la más importante garantía del Decreto de Falcón en 1863.” Por su lado, Carrera Damas escribe: “Guzmán Blanco es la perspectiva que adopta un lapso, una visión histórica, inspirado en los requerimientos hacia los fines de realización o sometimiento de un Proyecto Nacional”. Qué Proyecto Nacional de carajo, un personaje cuyo propósito de vida estaba todo reducido a su admiración enfermiza y miserable hacia Francia, hacia el boato y la estupidez de los títulos, linajes y “grandezas de alcurnia”. Eso no tiene nada de nacional. Cuando Guzmán ordena matar a Matías Salazar dice: “ese muerto es mío, yo lo maté”.
Guzmán Blanco, Antonio: Qué desenfrenada locura por el dinero y la ostentación poseía este hombre. Crea las monedas “bolívar” y el “venezolano” –o fuerte- en 1871. A penas entra triunfalmente en Caracas en 1863, sale a suscribir un empréstito: coge la goleta “Isabel” y se va a Inglaterra y allá se hace con dos millones y medio de libras esterlinas, y para ello hipoteca nuestras aduanas, todo para cogérselo él y el bandido de Juan Crisóstomo Falcón. Gran parte de esa plata se la lleva para Curazao para asociarse en negocios especulativos con dos judíos. Con sendos contratos leoninos otorga la concesión del ferrocarril Caracas-La Guaira a empresas extranjeras por cien años, se hace heredero universal de la Universidad y se coge la enorme hacienda cacaotera de Chuao. Se hace dueño de 224 buenas casas en Caracas, 11 en Antímano, 7 en Macuto, 10 en Valencia y de una gran nación en Curazao. Sus robos, estafas, matraqueos, timos, son infinitos, de manera tal que para 1888 sus haberes se calculaban en cien millones de francos, y se reputaba entre los hombres de América Latina. Siendo Presidente de la República calificó a su padre de “Ilustre Prócer de la Independencia Sudamericana”, con derecho a recibir por premio, por sus grandes servicios la suma de 50.000 venezolanos.















