*JUAN MARTORANO
“Patriotas de Venezuela: hombres y mujeres
Rodilla en tierra
Unidad, Unidad, Unidad de los patriotas
No faltaran los que traten de aprovechar coyunturas difíciles
Ante estas circunstancias de nuevas dificultades.
Del tamaño que fueren
La respuesta de todas y de todos los patriotas, los revolucionarios,
Los que sentimos la Patria desde las vísceras
Como diría Augusto Mijares
Es Unidad, Lucha, Batalla y Victoria
Comandante Hugo Chávez, 8 de diciembre de 2012
En medio de la mayor amenaza y las recientes denuncias de nuestro gobierno ante la captura de un grupo de mercenarios provenientes de Trinidad y Tobago, los cuales iban a efectuar y de hecho está en marcha una Operación de Falsa Bandera para justificar una guerra en el Caribe en el que Colombia y Venezuela serían las primeras agredidas, quisimos iniciar esta entrega de nuestra columna con el propio mensaje del inolvidable Comandante aquél doloroso sábado 8 de diciembre de 2012.
Y sin duda el tamaño de la crisis y del colapso de Estados Unidos está empujando a Trump a cometer el mayor error geopolítico que mandatario estadounidense alguno podría cometer. Cuidado si Venezuela y Colombia no se convierte en la tumba del imperialismo estadounidense.
Por ello es que hemos estado escribiendo estas columnas, porque es importante que los estrategas gringos, si es que los tienen, tomen en cuenta estos elementos que estamos dando, porque no se van a enfrentar a Venezuela sola. Acá solo les estaremos refrescando la memoria.
En la entrega precedente comenzamos a hablar del primer campo de protección que tiene nuestro país y señalábamos los aliados visibles. Y los primeros son los del vecindario cercano, si así lo podemos catalogar, como lo son Cuba y Nicaragua. Ahora íbamos a comenzar a desarrollar las características de un aliado y actor muy lejos geográficamente de nuestras costas pero que se ha convertido en un aliado estratégico crucial como lo es la República Islámica de Irán.
A Irán muchos lo consideran un improbable socio, pero la realidad geopolítica es más sorprendente de lo que parece.
Irán no solo envía combustible a Venezuela, envía conocimiento técnico, sistemas de defensa (atención a este punto) avanzados y asesoría logística que favorece a la autonomía energética del país. Y aquí cabría la pregunta: ¿Qué significa esto?
Significa que Caracas puede mantener sus operaciones vitales funcionando incluso bajo sanciones extremas sin depender de la ayuda directa de occidente. Simple y llanamente.
Cada envío de combustible, cada equipo técnico no solo es un recurso, es un claro mensaje político, una declaración de que la resistencia puede construirse en red, incluso a miles de kilómetros de distancia.
Y no se equivoquen, esto no es un acto aislado, es parte de un diseño estratégico de Teherán: proyectan influencia en el hemisferio occidental, desafían la capacidad de Estados Unidos de imponer sanciones unilateralmente y abrir líneas de resistencia en su patio trasero geopolítico. Cada movimiento de Irán refuerza a Caracas de manera tangible, pero también simbólica. Es un juego de poder, inteligencia y diplomacia silenciosa que rara vez se ve en los titulares, pero que moldea la realidad de la región.
Hay que considerar esto: Mientras Washington evalúa opciones militares o bloqueos, Irán garantiza que la infraestructura crítica venezolana pueda seguir operando, que los servicios básicos no colapsen y que la economía interna mantenga cierta resiliencia.
Es decir, que mientras se planifica la intervención, “falsos positivos” u operaciones de falsa bandera contra el país, Caracas sigue funcionando, aprendiendo y fortaleciendo sus capacidades. ¿No es esto sencillamente fascinante?
Un país considerado lejano y muchas veces considerado enemigo de Estados Unidos se convierte en un pilar estratégico que altera los cálculos tradicionales de poder. Y mientras muchos observadores (analistas) miran solo a la región, la influencia de Irán demuestra que la resistencia venezolana no es local ni mucho menos improvisada. Es global, coordinada y profundamente estratégica.
Irán no solo es un proveedor de recursos estratégicos, es un socio que enseña a Caracas a desafiar las reglas impuestas por Washington y a sostenerse en medio de sanciones y posibles agresiones militares y a demostrar, incluso, que los aliados más inesperados pueden cambiar dramáticamente el equilibrio de fuerzas. Pregúntense: ¿Cómo Estados Unidos enfrenta a un país que combina su resistencia regional con una estrategia internacional de un actor tan calculador?
Chávez en el año 2009 rompiendo el bloqueo estadounidense contra Irán, envío cargueros petroleros a la República Islámica de Irán y fue duramente criticado por esto. Hoy es Irán quien envía su cooperación a nosotros. Además de la solidaridad entre nuestros pueblos tuvo esta colaboración del inolvidable comandante un elemento geopolítico y geoestratégico importante. ¿Ahora podemos visualizarlo?
Este es el tipo de escenarios que redefinen la noción de poder en el siglo 21, pero esto no es todo. Mientras Caracas fortalece su resiliencia energética con Irán surge otro aliado que juega un papel igualmente estratégico: Turquía.
Turquía o Turkiye no envía ejércitos ni tanques pero se moviliza en oro, rutas comerciales y acuerdos por y con refinerías, creando un circuito económico que Washington no puede bloquear fácilmente. Cada transacción fuera del sistema bancario tradicional es una demostración silenciosa de poder.
Mientras incluso un país con recursos limitados puede tejer redes globales que debilitan la capacidad de sanción de Estados Unidos, preguntémonos: ¿Que significa esto en la práctica?
Significa que Caracas puede recibir pagos, mantener su comercio y sostener su economía interna incluso cuando parece aislada.
Significa de que la narrativa de que Venezuela está completamente atrapada bajo las presiones occidentales es en realidad una ilusión peligrosa para quienes la creen real. Y no olvidemos el aspecto geopolítico de Turkiye, al posicionarse como intermediario envía un mensaje a Washington y a otros actores globales de manera tácita al señalar de que existen caminos alternativos para desafiar la presión estadounidense, y que las sanciones pueden ser mitigadas y que la cooperación estratégica no siempre requiere bases militares ni despliegues de tropas.
Esto está redefiniendo la noción de poder económico en la región, porque mientras Estados Unidos observa solamente con enfoque militar, Turkiye demuestra que la guerra moderna también se libra con ingenio financiero, diplomacia y redes económicas. Cada acuerdo, cada ruta de comercio alternativo no solo sostiene a Caracas sino que moldea un nuevo equilibrio de fuerzas en América Latina. Uno en el que la intervención unilateral se vuelve cada vez más compleja y costosa, pero sobre todo más arriesgada políticamente hablando.
¿Puede un país como Estados Unidos proyectar su poder absoluto cuando actores estratégicos como Turkiye está tejiendo redes invisibles que mantienen viva la economía venezolana y desafía el sistema de sanciones?.
Este tipo de maniobras demuestra que la resistencia de un país no depende única y exclusivamente de su ejército o su territorio sino de la capacidad de construir alianzas estratégicas, inteligentes y multifacéticas en todo el mundo.
Y esto nos lleva a otro actor que no puede ser ignorado: Rusia.
Pero de ello, por razones de tiempo y espacio, lo desarrollaremos en la próxima entrega de nuestra columna.
¡Bolívar y Chávez viven y sus luchas y la Patria que nos legaron sigue!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
* Abogado, Defensor de Derechos Humanos, Militante Revolucionario y de la Red Nacional de Tuiteros y Tuiteras Socialistas. , [email protected], [email protected] , [email protected] , cuenta tuiter e instagram: @juanmartorano, cuenta facebook: Juan Martorano Castillo. Canal de Telegram: El Canal de Martorano





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