Lula no es ajeno a las elites, medra con mucha facilidad alrededor de ellas. No ha sido ningún izquierdista, ni socialistas. Se encuentra y se reúne con ellas en una actitud melosa, de cortejos y oportunista. Tiene un sexto sentido para sacarle partido a las oportunidades; en la época de Chavez y Fidel que salieron a flote, junto a otros liderazgos, que movían los cimientos en América Latina no tuvo objeción de unirse a ellos para ser un frente común. Pero en el fondo ha sido un pusilánime, complaciente y cobarde que en el mejor de los casos esconde el bulto o sale con evasivas; cuando le ha tocado enfrentar al imperio gringo. Si hacemos un poquito de historia, la independencia del Brasil no fue traumática, se desprendió del yugo portugués sin presión alguna; lo mismo paso con la extinción de la esclavitud, que fue mediante un decreto. Durante las luchas contra las dictaduras que se instauraron allí, salieron insignes revolucionarios como como Luis Carlos Prestes, que marcaron un hito en la lucha contra esos regímenes opresores.
Hoy nos encontramos con un Lula que tiene como Jefe de Asesoría Especial de la Presidencia de lo mas rancio de la derecha; además ha sido diplomático de carrera y en el periodo anterior fue Ministro de Asuntos Interiores en dos oportunidades y hasta ministro de la Defensa. Nos referimos a Celso Amorin, un enemigo irreductible del ingreso de Venezuela a los BRICS, celebrado en Kasan, Rusia. Allí habría dicho: “Yo no defiendo la entrada de Venezuela a los BRICS; creo que hay que ir despacio”. Luego que Lula se “enfermo” como motivo para cancelar el viaje a esa cumbre. De esta forma impedía el ingreso de Venezuela a ese organismo por una “pérdida de confianza”. Mayor sarcasmo el de Lula. También nos hemos encontrado con Amorin disparando plomo del grueso contra el presidente Maduro, pidiendo la publicación de las actas aquellas de las elecciones e insiste en repetir comicios. Bajo estos estigmas se mueve este personajillo. Aun asi, Lula se ofrece como mediador en una entrevista de Trump con Maduro: A la que no debe asistir el presidente Maduro bajo ninguna de las circunstancias; y menos con un mentecato como Lula.
Petro es otro de los mandatarios que se ha presentado con doble personalidad. Ha tenido posiciones muy reveladora como su discurso ante la ONU, no sabemos si es en estos momentos que se encuentra en el ocaso de su mandato presidencial; pero lo ´pudo haber manifestado antes. Petro ha manifestado en lo que se refiere al gobierno del presidente Nicolas Maduro como falta de “de democracia y liderazgo”. Que precisamente estas dos referencias con las que se han destacado con creces en este gobierno; que además le ha tocado que sortear uno de los asedios más incisivos que país alguno lo hayan sometido; bajo acusaciones pueriles de o pertenecer a supuesto “cartel de los Soles” y de formar parte de una banda llamada “el tren de Aragua”; además de endilgársele señalamientos de ser un país narcoterrorista. Mayor sarcasmo y mayor ligereza tienen los gringos para hacer estos señalamientos cuando todos sabemos que es lo que ellos persiguen. Tenemos que destacar que tanto Petro, como Lula no se pronuncian en lo absoluto ante las posiciones antidemocráticas que llevan a cabo los gobernantes del Ecuador, Pero, El Salvador, Republica Dominicana, Panamá y paremos de contar.
Luis Roa
















