Horacio Duque
En la actual coyuntura geopolítica, en que distintos poderes globales proceden en función de consolidar y ganar espacios y recursos, el imperialismo gringo y su principal cabeza, el señor Trump, hace sus movidas en la medida de las capacidades de un imperio en declive y de las correspondientes correlaciones de fuerza en el sistema político global.
Lo que se encuentra de entrada hoy es el repliegue de la potencia dominante ( ocurrida después de la implosión del sistema soviético socialista), en las áreas de influencia de la denominada doctrina Monroe (1823) que se propuso como prioridad la idea de «América para los americanos del Norte», a partir de lo cual se originaron desplazamientos invasivos, la diplomacia de las cañoneras, los golpes de Estado pro-gríngos, la sujetacion contrainsurgente de los ejércitos, la acción paramilitares de las multinacionales, el despojo de los recursos naturales, la imposición de los programas neoliberales y la explotación sin limites de la mano de obra barata de origen campesino.
Ya lo dijo narco Rubió, el caribe y América es su territorio, esa la premisa de la actual campaña bélica en la cuenca del Caribe contra la Republica bolivariana de Venezuela. Le dieron un giro a la guerra contra las drogas para maquillar el verdadero objetivo: la gigantesca reserva petrolera y gasífera venezolana.
Guerra que avanza con toda la parafernalia anfibia y cibernética para doblegar al pueblo bolivariano.
Pero las cosas no siempre salen como se planean en el Pentágono. La guerra siempre será un asunto político, un fenómeno referido a las cuestiones de poder y de hegemonías referidas a consensos. Así, la luna de miel del segundo mandato de Trump esta cayendo y se hace añicos en el rechazo popular del pueblo gringo.
Las manifestaciones de repudio no son aisladas y despegaron con la elección de Mamdani como alcalde de New York.
Mamdani es la grieta interna que socava el supremacismo blanco del fascismo gringo. Es la grieta que debilita los planes de la guerra en el Caribe contra el pueblo de Venezuela y de América Latina. Es el hueco que hace del Gerald Ford/Portaaviones un mero juguete en la actual fantasía imperialista que pretende regresarnos al pasado.
Trump tiene grieta y con los días se ensancha.

















