Por. Italo Urdaneta
En esta nueva entrega planteamos las verdaderas razones que motivan al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para señalar que Venezuela es un Estado fallido, dedicado al narcotráfico.
Trump, ante la grave crisis económica que afecta al pueblo estadounidense, se mueve en medio de la desesperación, por cuanto no ha podido evitar, hasta ahora, el ritmo de caída libre que lleva el imperio norteamericano, motivado a la crisis económica que enfrenta y a la falta de principios morales y éticos que, al parecer, están ausentes desde hace tiempo en su inestable sociedad.
Recordemos que Trump, en plena campaña electoral, prometió que hará que EEUU sea de nuevo una nación grande, poderosa e invencible, como se venía manteniendo, después de muchos años.
Lo malo de la promesa de Trump, que está lejos que la pueda cumplir, al menos, durante el resto de su período presidencial, es que ha promovido planes y estrategias reñidas con la moral, con miras a lograr su objetivo, casi inalcanzable.
El pueblo estadounidense, entre tanto, cansado ya de oir tantas promesas y mentiras, es quien se ha convertido realmente en el primer enemigo de Trump, y no como lo quiere hacer ver su administración, que son los migrantes que han llegado al territorio norteamericano, en plan de obtener un trabajo digno y estable, que les permita transitar una vida cómoda y saludable, junto a sus familiares.
Trump, hasta ahora, no lo ha querido entender así.
De manera errada pretende hacerle creer al mundo, y en especial a los propios estadounidenses, que sus penurias y el deterioro económico que sufren hoy en día, es por culpa de los inmigrantes, que llegaron a ese país a ocupar la mayoría de los puestos de trabajo, y esto ha hecho, según la ‘Casa Blanca’, que los propios gringos no tengan posibilidades de ir a trabajar.
Pero Trump ha ido más allá.
Le ha importado muy poco que la mayoría de los países sepan que a diario miente sin pudor y de manera descarada.
Lo hace bajo el viejo principio de aquel proverbio de Maquiavelo, que dice: «El fin justifica los medios».
Pero el presidente norteamericano no solo miente sin ningún tipo de verguenza, ni de escrúpulos, sino que también atropella, humilla y amenaza a las naciones vulnerables, si no cumplen al pie de la letra sus recetas y demandas.
Por ello Trump cada vez que se refiere a Venezuela utiliza narrativas falsas, con el único propósito de tener la excusa que busca, para darle paso a una invasión en perjuicio de nuestro país.
Esa excusa ya todos la conocemos.
Le ha parecido muy adecuado asegurar que el presidente Nicolás Maduro es quien lidera el narcotráfico en nuestro país, pero que además es el responsable de que la droga llegue a territorio estadounidense.
Según Trump, con ese señalamiento grotesco e irresponsable, que busca desacreditar al presidente Maduro, trata ahora de hacer ver que somos un país peligroso, pero todo se circunscribe a que nos declaramos independientes, libres y soberanos, y eso para EEUU es inaceptable, y como tal lo debe enfrentar.
Pero no podemos obviar que el imperio además nos hostiga, nos censura y nos impone una serie de medidas coercitivas, solo porque no comparte que en Venezuela elegimos un gobierno popular y humanista, de corte socialista, pese a que se hizo por la vía democrática, a través de elecciones libres y soberanas.
A Trump por igual le incomoda que el gobierno revolucionario de Venezuela haya reiterado que mantendrá su disposición de seguir su lucha contra todo lo que tenga que ver con el narcotráfico.
Además, el presidente Maduro ha dicho también que Venezuela no abandonará su empeño por seguir promoviendo la paz, en especial en favor de nuestro Continente, pero igualmente en beneficio del resto del mundo.
Pese a todos estos argumentos, que ha planteado el Jefe de Estado venezolano,Trump no declina su postura intimidatoria y mediatica, por ello apela a la amenaza, al chantaje y al poderío belicista que ostenta Estados Unidos.
¿Qué hay entonces detrás de todo esto?
¿Es el petróleo lo que realmente le interesa a Trump de Venezuela?
¿O Trump desea quedarse con el control absoluto del narcotráfico, que el gobierno del presidente Maduro si enfrenta con firmeza?
A nuestro entender, las cosas están claras.
Trump lo que realmente desea es ‘matar dos pájaros de un solo tiro’.
De entrada, si ordena la invasión, quiere robarse el petróleo de todos los venezolanos, pero además sus otras riquezas, entre ellas el oro.
Recordemos que Venezuela cuenta además con otros valiosos minerales, incluyendo las grandes reservas de aguas cristalinas para el consumo humano.
Pero las apetencias de Trump van más allá.
En definitiva desea controlar, al menos en nuestro Continente, todas las operaciones relacionadas con el narcotráfico, incluyendo la producción, venta y distribución de los narcóticos, que se expenden libremente en el territorio estadounidense.
Todo esto motiva a Trump a seguir mintiendo sin mesura y de manera descarada, sin reparos de ningún tipo.
Por ello Trump no hace nada para combatir el narcotráfico en el propio territorio norteamericano.
Tampoco hace nada para evitar que la droga llegue a Ecuador y a Paraguay, de dónde pasa a EEUU.
Hasta ahora en EEUU no se ha cumplido la primera detención de ningún narcotraficante, ni se producen los decomisos de tanta droga que es distribuida sin reparos en la nación del norte.
En Venezuela ya es conocido, y en el resto del mundo también, que EEUU cambió su patrón de producción, desde hace tiempo, por la distribución de drogas, que le ha dejado grandes dividendos económicos a los privilegiados de la élite estadounidense, que se han enriquecido de manera fácil e ilicita, con apoyo de los bancos de ese pais, que lavan el dinero sin obstáculos producto del negocio de la droga.
Este cuento llegó a su final.
Trump podrá seguir promoviendo que la droga corra de manera libre por las calles de las principales ciudades de EEUU, y ese es un problema que solo tendrán que resolver los mismos norteamericanos, si es que hay voluntad y deseo de hacerlo.
Pero los venezolanos, que no tenemos ‘velas en ese entierro’, solo exigimos que el imperio invasor saque sus ‘garras’ de nuestro país, y nos deje vivir libremente y en paz, respetando nuestra soberanía.
Si Trump y el pueblo norteamericano no desean enfrentar al narcotráfico en su propia nación, por las razones que sean, ese es su problema, lo repetimos, pero en el caso de Venezuela el narcotráfico seguirá siendo enfrentado, lo ha dicho el presidente Maduro, a pesar que al presidente Trump le incomode o le moleste.

















