Por Roxana Springer
El gobierno de Estados Unidos considera que el mundo entero es su esfera legítima de influencia, incluidos los patios traseros de sus rivales.
Estados Unidos invadió, bombardeó y sancionó a naciones de todo el mundo. Armó milicias y lanzó operaciones de cambio de régimen.
Antes del 11-S, Estados Unidos libró guerras indirectas y lanzó golpes de Estado en toda Latinoamérica, apoyando a regímenes autocráticos. En Indonesia, contribuyó a la muerte de más de un millón de personas. Durante la guerra de Vietnam mató a varios millones
Tan solo desde el 11-S, Estados Unidos invadió o bombardeó Irak, Afganistán, Siria, Libia, Serbia, Temen. Irán, Somalia y Níger que causaron la muerte de 4,5 millones de personas y costaron más de 8 billones de dólares.
Estados Unidos colaboró en crímenes de guerras en Gaza Cisjordania. Ha ocupado un tercio de Siria, las zonas con petróleo, desde aproximadamente 2015, con la ayuda de un ejército aliado, las Fuerzas de Autodefensa Siria (FDS). Se alió con grupos extremistas vinculados a Al Qaeda en Siria.
La administración Trump ahora bombardea barcos venezolanos y se prepara para una invasión terrestre. Estados Unidos mintió sobre casi todas estas guerras y otras intervenciones, lo que provocó migraciones masivas que desestabilizaron la política estadounidense y de la UE. Incluso mintió sobre la guerra en Yugoslavia. En resumen, el Ejército de Liberación de Kosovo, que Estados Unidos apoyó, era básicamente una organización terrorista financiada por la CIA.
Estados Unidos tiene más de 750 bases militares en el extranjero. Se retiró de múltiples tratados sobre armas nucleares (ABM, INF, START II, JCPOA y el Tratado de Cielos Abiertos).
Según el gobierno de Estados Unidos, las esferas de influencia de Rusia y China ni siquiera incluyen sus propias fronteras.
Estados Unidos se está preparando para la guerra con China por Taiwán. Desde el colapso de la Unión Soviética, Estados Unidos expandió la OTAN hasta las fronteras de Rusia. La CIA «diseñaron» el golpe de estado de 2014 en Ucrania.
¿Permitiría Estados Unidos que Rusia amplíe una alianza militar para incluir a Cuba y México y luego derroque al gobierno de Canadá, instalar al nuevo primer ministro, armar milicias antiestadounidenses, prohíba el uso oficial del inglés y ubique misiles y bases cerca de las fronteras estadounidenses?
En resumen, Estados Unidos comparte la responsabilidad de la guerra en Ucrania, y es una mentira grotesca afirmar que la invasión rusa fue «no provocada».
Las políticas estadounidenses mataron a cientos de miles de ucranianos y rusos, devastaron la infraestructura de Ucrania, dañaron las economías europeas y desviaron billones de dólares hacia el desarrollo militar.
El conflicto en Ucrania plantea el riesgo muy real de una guerra nuclear. Como ya había advertido JFK, es suicida arrinconar a un adversario con armas nucleares.
















