Por Josefa Contreras
Es impresionante el significativo aumento del flujo de desinformación, de medias y cuartos de verdades, de mentiras poco disimuladas, de crear miedo y temor, lo cual aderezado con las nuevas sanciones del gobierno norteamericano, debe tener un efecto, según los especialistas de la manipulación de las masas, sobre la elección presidencial del mes de julio.
La pretensión de quienes están detrás de esta intensa actividad manipuladora a través de todos los medios audio-visuales, principalmente las redes sociales, es simple y llanamente influir y modificar el criterio del elector para hacerle cambiar su intención del voto.
Hay evidencias que muestran que en otros países se ha logrado influir sobre el electorado, obteniéndose resultados diferentes a los esperados, lo que ha sido causa de roces diplomáticos y denuncias muy serias de interferir otros países en sus elecciones.
Sin embargo, la situación de fondo sigue sin aclararse, es decir, quienes son los responsables de llevar a cabo tales actividades, ya que esas técnicas de disuación sí funcionan, sobre todo con el auge de la Inteligencia Artificial, la que fácilmente hace posible crear imágenes y clonar la voz de cualquiera en un video o mensaje de voz, para lo cual aún no existe la forma de saber sí dicha producción es verdadera o no. Actualmente esto es, sin lugar a dudas, un serio peligro desde todos los puntos de vista, especialmente en el ámbito socio-político, dadas las enormes implicaciones para el poder político.
Pero es que el ciudadano común y corriente, el de a pie, carece de los elementos que le permita discernir, comparar, corroborar y desnudar cualquier información que circule por las redes sociales. De allí que sea presa fácil, muy fácil, y al dar por sentado que dicha información es verdadera, la reenviará a su lista de amigos, quienes además comparten su creencia política, con la correspondiente carga emocional reflejada en la descalificación, el odio extremo y el deseo de exterminio, propios del cerebro primitivo o reptiliano, donde no hay cabida para la reflexión, la racionalidad y el respeto y aceptación del “Otro”.
Se avecinan tiempos complejos y difíciles. La turbulencia social va In Crescendo y el clima político se va enturbiando más cada día, lo que obliga a ver la situación de nuestro país en forma constructiva. Hay que decidir ya, que es lo que queremos, hacia donde debe ir el país y que debemos hacer al respecto, pues de otra manera los enemigos internos y externos van a aprovecharse y por la experiencia en otros países sabemos muy bien que es muchísimo peor el remedio que la enfermedad.
Quién puede hacerse la vista gorda con lo ocurrido en Irak (post Sadam Huseín), Afganistán, Libia (post M. el Gadafi), Chile (post S. Allende), Ucrania (post V. Yanukóvich), etc. Y quién puede ver para el otro lado por las terribles consecuencias de las sanciones unilaterales impuestas al ejecutivo venezolano por el gobierno norteamericano, por el solo hecho de no obececer ciegamente a sus instrucciones, al luchar por nuestra auto-determinación y defender nuestras riquezas naturales.
Finalmente, es conveniente recordar que poco a poco hemos logrado recuperarnos. Asimismo, logramos demostrar que tenemos madera y mucho más, para enfrentar cualquier dificultad, y si el FMI dice que nuestro país tendrá este año el mayor crecimiento económico de la región, nos tiene sin cuidado su opinión, ya que se ha logrado con sangre y dolor, mucho dolor, de la mayoría de los venezolanos. Nosotros sabremos que hacer para que los enemigos de nuestro Progreso jamás lleguen al poder!