Emilio Hernández / Correo del Orinoco
Donald Trump no solo ganó las elecciones en Estados Unidos según el bizarro sistema electoral yanqui. Ganó lo que llaman la votación popular, es decir, tuvo mayoría de votos en el país. Antes de esta elección, en 7 de las últimas 8 elecciones en EEUU, quedó como presidente el candidato que obtuvo menos votos totales.
En estas elecciones, el Partido Republicano obtuvo mayoría en el Senado, en la Cámara de Representantes (diputados) y ya tiene mayoría en la Corte Suprema.
Caída y mesa limpia, pues. Si ya cualquier presidente de Estados Unidos tiene mucho poder, Trump va a tener mucho más poder.
No sólo el ucranazi Volodímir Zelensky, sino toda Europa está de luto con la victoria de Trump. Temen que los dejen solos con el “rancho ardiendo” en Ucrania. Quién los manda.
Los políticos gringos, especialmente los demócratas, son nazis de manual, entendiendo como «nazi» aquel que quiere exterminar físicamente a su adversario, sin que medie enfrentamiento armado ni juicio. Políticos como Barack Obama, Joe Biden, la pareja Clinton, entre otros, mandan a matar y celebran asesinatos, inician guerras ante países indefensos y los invaden. Sólo la propaganda yanqui los hace ver como justicieros, pero por definición son nazis.
Trump es un patán en toda regla, pero es menos nazi que el político promedio estadounidense. En su discurso después de ser proclamado, Trump dijo que no inició ninguna guerra en su período anterior y no va a iniciar ninguna ahora, más bien las va a terminar. Ojalá cumpla.
¿Eso significa que nos va a ir bien con Trump? No creo, sus armas son otras diferentes a la opción militar. Trump fue el jefe del patiquín político Juan Guaidó. En su gestión se implementó la estrategia de no reconocimiento de las instituciones venezolanas para inducir un cambio de gobierno. No pudieron, pero como premio de consolación perpetraron el robo de activos venezolanos.
También es cierto que Trump terminó afirmando que lo engañaron con Guaidó y que éste era un pelele sin poder. Hasta expresó algo de admiración por la capacidad de resistencia del presidente Nicolás Maduro. No creo que intente la misma estrategia, pero algún daño buscará hacernos, los yanquis quieren tener al mundo entero a sus pies.
Más bloqueos económicos no nos podrán hacer mucho más daño, ya el grueso del efecto de esta estrategia pasó y, de hecho, fortaleció nuestro aparato productivo.
Pienso que las agresiones a Venezuela en esta nueva etapa serán por mampuesto.
Lula da Silva se desbarrancó apoyando a Kamala Harris y Brasil va por la senda del bolsonarismo renovado. Por otro lado, ya estoy viendo a Javier Milei dando brinquitos, cual bufón de palacio. El uribismo puede volver a Colombia.
Preparémonos para esta nueva era y ¡venceremos!