Sosa Gómez, Cecilia: de abultadas piernas y papadas. Cuando Chávez arreció su lucha por adecentar el poder judicial, Cecilia quiso mostrarse un poco renuente pero al final cedió. En febrero de 1992, era la encargada de presentar la ponencia del Caso Lusinchi y Blanca Ibáñez, en relación con el Caso de los Jeeps. En la ponencia de Cecilia Sosa, ésta absolvía a Lusinchi y a doña Blanca Ibáñez. Harta plata debió pagar aquel Presidente de la República para comprar a esta magistrada.
Sosa Gómez, Cecilia: Ex presidenta de la Corte Suprema de Justicia. Abanderada de la ultra-derecha y brazo de la CIA en Venezuela. Fuertemente implicada en el golpe del 11-A. Pre-candidata a la Presidencia de la República por el bloque de los lacayos nacionales. “Cecilia Sosa Gómez y un puñado de magistrados –declaró el profesor Herbert Koeneke- también son corresponsables de la impunidad y de la prescripción de casos notables de corrupción como los de Jaime Lusinchi”.
Sosa Gómez, Cecilia: ex Presidente de la Corte Suprema de Justicia miembro del Grupo 400+ (G-400+). Véase Grupo 400+ (G-400+).
Sosa Gómez, Cecilia: (Ambrose Bierce define a un Magistrado como “funcionario judicial de jurisdicción limitada e incapacidad ilimitada”). De la camada de juristas que se avinieron gustosamente con la degradación de la justicia en Venezuela, con sus prácticas ilegales. Con su leguleyismo ha intentado por mil medios diferentes el que se sancione internacionalmente al gobierno de Chávez. Dijo que mientras Chávez gobernara no iba a comer hallacas. Dijo que en dictadura sólo le apetecía comer hamburguesas.
Sosa Gómez, Cecilia: Redomada y emperifollada vaca, quien dijo a Pedro Carmona Estanga “que si alguno de los Poderes merecía ser disuelto por sus tropelías y por la forma ilegal en que había sido integrado era el Máximo Tribunal”[1].
[1] “Mi testimonio ante la historia”, de Pedro Carmona Estanga, Editorial Actum, Caracas, 2004, pag. 128.