Sánchez García, Antonio: anchuroso cerdo, cuajada salamandra como vil lacayito chileno, que en ¨huyendo¨ de Pinochet vino a esconderse bajo las faldas de la IV república y se convirtió en uno de sus más repugnantes besaculos, primero de la izquierda y después, encasquetándose hasta más allá de los calcañales, de la más pútrida ultraderecha. Se cree bello y fotogénico, y la que aquí se muestra se la tomó sentado en la taza de la poceta. Casó con la cantante lacaya Soledad Bravo, y juntos montaron un dúo cacafónico contra Chávez al servicio de los agentes de la CIA en Venezuela. Al principio andaban dorando la píldora de que eran de la izquierda, pero cuando verdaderamente llegó al poder en Venezuela un revolucionario como Chávez, los dos se desnudaron y mostraron sus flácidos cueros. Ya no era un cuento lo de la lucha antiimperialista, entonces el vil lacayito de Sur, don Antonio Sánchez García comenzó a dar alaridos pidiendo que los marines cercaran a Venezuela “para salvar lo poco que quedaba de democracia”. Sufre de fallidos orgasmos –nunca ha tenido uno- cada vez que Venezuela es víctima de algún ataque por parte de la diplomacia gringa. Celebró los insultos de Condolsezza Rice cuando acusó a Chávez de ser una fuerza negativa en la región. Celebró que Donald Rumfeld hiciera una gira por Sudamérica en un intento por aislar a Chávez. Cuando Rumfeld estuvo de visita en Brasil, corrió a Globovisión (al programa del Matacuras, “Aló Ciudadano”) para decir que ya Chávez no estaba en manos de Condoleezza sino en el guante de acero del jefe del Pentágono, y que eso eran muy buenos signos para la libertad en Venezuela. Añadió que por primera vez en muchas décadas un jefe del Pentágono hacía una gira por nuestro continente y esto era signo de que las cosas comenzaban a revertírsele al “tirano”. En este programa Sánchez García hizo lo imposible por demostrar que para EE UU, Chávez era más peligroso que Ben Laden.
Sánchez García, Antonio: escritor fofo sapo, blandengue, pastoso, gelatinoso. Cuando asesinaron al hijo de Manuel Felipe Sierra, esta vieja plañidera de la oposición aprovecho el crimen para lanzar venenosos dardos contra el gobierno. Gemía: “Otra vida ha sido sacrificada en estos tiempos de vergüenza. Otra familia ha quedado sumida en el dolor. Otros llantos se suman al océano de lágrimas derramadas en estos ocho años de anarquía y desgobierno: los más sangrientos, los de mayor criminalidad en la historia de la república. Nadie parece quedar exento de su cuota de dolor y sacrificio. Ahora el dolor y el espanto tocan a la puerta de nuestro hermano Manuel Felipe Sierra. Un hombre bueno, amable y generoso, lúcido e inteligente como pocos, en muchos aspectos un ejemplo de venezolanidad. Un hombre que, como muy pocos, cuenta con unanimidad nacional. Su hijo de 38 años, Pedro Manuel, ha sido apuñaleado por la espalda. Avergüenza a la conciencia nacional que haya sucedido en una plaza ocupada por el odio y el rencor políticos. Que se haya desangrado sin la asistencia de quienes hacen alarde de solidaridad y preconizan la matanza en aras de la utopía. Que haya muerto sin que ni siquiera el ministerio público hiciera acto de presencia”. Miembro del Grupo 400+ (G-400+). Véase Grupo 400+ (G-400+).
Sandoval, Carlos: Prof. Instructor, Instituto de Investigaciones Literarias, UCV. Véase Brutos universitarios y académicos.Schanely de Suárez, Silvia: miembro del Grupo 400+ (G-400+). Véase Grupo 400+ (G-400+).