Schmeichler, Dennis: Productor de la película “Juan Félix Sánchez”, presentada en el Art Institute de San Francisco (en mayo de 1982), en la Cinemateca Nacional de Caracas (julio de 1982), en el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas (agosto de 1982); en Bay Area Filmaker´s Showcase, en San Francisco (noviembre de 1982); Cinema du Reel, Selección de Panorama, París (marzo de 1983); y en los canales de Televisión de Venezuela, Los Ángeles, Boston y San Francisco. En en noviembre de 1982 recibió el Premio Municipal “Abigail Rojas”, como el Mejor Cortometraje Documental, Guión y Sonido, en noviembre de 1982, además de la Placa de Oro en la Categoría Documental, en Chicago International Film Festival de 1982. Pese a tan exitosa obra, Juan Félix fue el gran olvidado o estafado[1], porque entonces estaba viviendo de la caridad pública. Además, esta película había sido patrocinada por el Banco Provincial. Está hecha a color, con una duración de 26 minutos, y versiones con subtítulos tanto en inglés como en francés. También Dennis, hizo un lujoso libro sobre Juan Félix, financiado por el Banco Provincial, y cuyo valor.
Schmeichler, Dennis: Sin permiso de Juan Félix Sánchez donó obras de éste a Sofía Imber[2], piezas que habían sido expuestas en el museo de Arte Contemporáneo.
Schmeichler, Dennis: Art Dealer. Ante múltiples denuncias de Sant Roz, Dennis Schmeichler se movió para “salvar su imagen” de verdadero cultor del arte popular; sobre todo por haber sido el “descubridor” del Hombre de El Tisure. Se trasladó un día a San Rafael, con un documento ya preparado para que Juan Félix se lo firmara. Quería publicarlo en la prensa nacional.
Lo que Edwin Montilva (Pocho), refirió sobre este hecho, se resume a continuación: El viejo en aquellos días se encontraba perturbado por la avalancha de cuentos que le llegaba de todas partes, y al ver el papel que Dennis había escrito para que lo firmara como suyo, lo rechazó; entonces, tuvo Dennis el atrevimiento de ofrecerle una cierta cantidad de dinero y junto con el documento le pasó un cheque. Contó Pocho: “Dennis no se amilanó; mantuvo la calma, miró a los lados, bromeó un rato recordándole al viejo cuando vivía en El Tisure y estaban firmando la famosa película que generaría luego varios premios; entonces se dirigió a mí— prosiguió Pocho. Se daba cuenta Dennis del enorme ascendiente que yo tengo sobre Juan Félix. Viendo la indiferencia del viejo, cogió y me pasó el cheque. Era un cheque al portador. ¿Cómo podía creer que yo pudiera cometer tal bajeza. Lo rechacé de inmediato colocándoselo en una revista que llevaba”.
Fue cuando Dennis, poniéndose de pie, se disculpó para marcharse con una sonrisa forzada en los labios. “-Vengo más tarde Juan Félix”, dijo. Volvería cuando Pocho no estuviera presente; sabía que en el fondo a Juan Félix le dolía no satisfacerle; conocía la santidad del viejo; a un santo poco o nada le importa firmar un documento. Se retiró esta vez con el rabo entre las piernas. Pero lo insólito fue que este hombre que se dignaba haber descubierto al viejo no lo conociera en absoluto, ¡pasarle un cheque para comprarlo!
Poco después de esta escena apareció el fulano documento publicado en una revista que era financiada por la Casa de la Cultura Juan Félix Sánchez. Dice textualmente lo siguiente[3]:
Conocí a Dennis Schmeichler el día 2 de noviembre de 1977. Estando yo en la puerta de la Casa Cural de San Rafael, Dennis andaba con su mamá y un muchachito, que me señaló con un dedo y él me dijo: ¿Es Ud. Don Juan Félix Sánchez? Yo quiero que me haga una cobija y quedó de venir a la casa al día siguiente, pero no vino. Volvió fue como a los tres meses y yo le dije que le hacía la cobija si me traía la lana, pero con la condición que la fuera a buscar a El Potrero, cuando yo le dejé la razón que ya está lista. El 11 de agosto vino a El Potrero acompañado del Dr. Charles Brewer Carías, durmieron esa noche aquí y desde la casa les mostré la Capilla, pero se fueron sin verla. Después en febrero del 79 vino Dennis con Robina Ihill. En otro viaje vino con Alberto Arvelo para tomar los datos y se estuvieron aquí 9 días escribiendo todo lo que yo decía y después sacaron ese libro tan bonito.
Después vino con Calogero Salvo y trajo todos los aparatos para hacer la película y se quedaron como una semana. Después que hicieron el libro y la película, vinieron a decirme que querían llevar los corotos (las esculturas y las sillas) para una exposición en el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas. Yo le dejé llevar todas las tallas que tenía, menos el Cristo, porque ya estaba bendito, y no quise que fuera, no era debido que fuera.
Después me trajeron el catálogo y me avisaron que iban a venir muchas personas a traer las piezas. Yo preparé comida y un buen recibimiento, pero no llegó sino una persona con las cajas y las dejó ahí y se fue. Estuvieron una semana sin desempacar y cuando abrí las cajas, en una de ellas sólo había papeles, faltaban dos tallas, pero yo no quise reclamar. YO LE TENGO MUCHA GRATITUD A DENNIS SCHMEICHLER[4](*) y lo reconozco como el promotor mediante el cual salí a la luz pública, con lo que yo he hecho en beneficio del país. La propaganda se ha extendido por el mundo, gracias al amigo Dennis, de quien estoy sumameNTE AGRADECIDO por sus buenas publicaciones. Prueba de esto es que a El Tisure vienen personas de todas partes: gente americana, canadienses, franceses, italianos, ecuatorianos, argentinos, cubanos, colombianos, japoneses y de otros muchos lugares. Amigos que me han prestado mucha atención y admiración, como consta en los libros de visitantes que se lleva aquí. Tengo razones muy suficientes para AGRADECERLES a los amigos del Grupo Cinco: Alberto Arvelo, Sigfrido Geyer, Jerry Joyner y Nereus Bell, quienes se esmeraron en valorar la obra que yo he hecho durante los últimos cuarenta años de mi vida.
Sea oportuna la ocasión de esta revista para yo manifestar mis AGRADECIMIENTOS a estos amigos, que se merecen todo mi aprecio y mi cariño, porque sin ellos creo que nada se hubiera dado a conocer y ni siquiera la capilla del pueblo de San Rafael se hubiera construido. Porque yo la hice con el dinero que me dio la Fundación Polar y los amigos de Caracas que vinieron a El Potrero después que se publicó el libro sobre mí. En mi opinión estas personas merecen el reconocimiento público de mi pueblo natal, porque no solamente yo salí ganando. Si me toman por buen hijo deben AGRADECER lo que esto representa para San Rafael. Juan Félix Sánchez[5] -Diciembre de 1985.
Schmeichler, Dennis:Diario Frontera, nota de prensa, Mérida, miércoles 6 de Diciembre de 1989: Premio Nacional de Artes Plásticas fue otorgado a Juan Félix Sánchez – El Premio Nacional de Artes Plásticas fue concedido en el día de ayer al artista merideño, Juan Félix Sánchez. Creador plástico integral que ha constituido un universo estético, quien reúne valores de particular fuerza espiritual y plástica.
El jurado que tomó la decisión de otorgar tan importante galardón está integrado por: María Elena Ramos, Sofía Imber, Luis Miguel La Corte, Roberto Guevara y Graciela Pantín, quienes rigurosamente llevaron adelante un análisis que permitiera hacer una escogencia de tal magnitud. La información fue suministrada por el Dr. Alberto Arvelo Ramos, persona ampliamente relacionada con el acontecer cultural. (M.E.F.)
Diario El Nacional, nota de prensa, Viernes, 8 de Diciembre de 1989: Grupo Cinco reclama crédito en noticias sobre Juan Félix – En torno al Premio Nacional de Artes Plásticas, concedido ayer al artista Juan Félix Sánchez, se ha cometido injusticias “por ignorancia”, a juicio de Dennis Schmeichler, integrante del Grupo Cinco, que habría dado a conocer al mundo la existencia del artesano.
Schmeichler, quien junto a Alberto Arvelo, Sigfrido Geyer, Jerry Joyner y Nereus Bell, integra el llamado Grupo Cinco, reclamó que en ninguna de las publicaciones de ningún diario del país se menciona el nombre de ese colectivo que hace unos cinco años posibilitó la muestra del artista en el Museo de Arte Contemporáneo, la edición de un libro y la realización de un filme sobre su vida y obra.
“Ganar indulgencia con escapulario ajeno”, se llama eso, dijo, y, proponiendo que el MACC se convirtiera en “garante y promotor de la obra del artista”.
Schmid, Rodolfo: de los que servían a los planes mafiosos de Marcel Granier y Peter Bottome, en El Diario de Caracas. Por todos los medios este personaje ha intentado desprestigiar a Venezuela. En una entrevista realizada (el 8 de mayo de 2008) por Carolina Alcalde, y publicada en el Diario El Nuevo País, Rodolfo Schmidt planteó este insomne pendejo: “Venezuela camino a ser un país forajido”. Siguiendo las órdenes de la CIA y de sionismo internacional, Schmidt añade que el presidente Chávez se ha hermanado con el lejano y peligroso gobierno de Irán. Entre ambos existirían múltiples intereses, pero uno de ellos ya ha prendido alarmas mundiales: el posible tráfico de uranio venezolano hacia el programa nuclear iraní. Rodolfo Schmidt explica los intríngulis de este explosivo caso que amenaza con que Venezuela reciba el calificativo de país forajido. Sostiene que existen versiones según las cuales de Venezuela saldrían cargamentos de uranio rumbo a Irán, situación que actualmente llama la atención de diversos factores de poder en el mundo. Schmidt actuó como corresponsal de Reuters Latinoamérica y en la ONU, y fue uno de los fundadores de Veneres.
Sierra, Manuel Felipe: Periodista miembro del Grupo 400+ (G-400+). Véase Grupo 400+ (G-400+).
[1] Véase “Juan Félix Sánchez -La Cultura como sepultura”, segunda edición, de José Sant Roz; ediciones Solar, colección ensayo, IMC-CONAC, marzo, 2004.
[2] Ut supra.
[3] Tomado de la revista Artesanía y Folklore, Nº 54, de modo que no retoco nada.
[4] (*) Resalto con mayúsculas algunas expresiones porque ponen al descubierto la personalidad de este señor.
[5] “Juan Félix Sánchez -La Cultura como sepultura”, de José Sant Roz; ediciones Solar, colección ensayo, IMC-CONAC, marzo, 2004.