Velasco, Ignacio: Nació en Acarigua (Estado Portuguesa), el 17 de enero de 1929. Fue ordenado presbítero en 1955, y en octubre de 1989 es designado Obispo titular de Utimmira y Vicario Apostólico de Puerto Ayacucho. El 6 de enero de 1990 es ordenado para el oficio episcopal por el Papa Juan Pablo II en la Basílica de San Pedro, el Vaticano. Uno de los más nefastos cardenales que ha tenido Venezuela. Dijo que el deslave ocurrido en Vargas en diciembre de 1999 era un castigo de Dios por haber sido elegido Chávez Presidente. Se dedicó de lleno a intentar derrocar el gobierno y encabezó procesiones con la Virgen María en la que hacía rogativas porque Chávez se fuera. En su casa de La Florida se planificó el golpe contra Chávez, y fue él quien propuso que Pedro Carmona Estanga, por sus convicciones católicas, presidiese el gobierno de transición.
Se puso de acuerdo con Rafael Caldera para entregarle el Canal 5, del Estado, al Grupo Cisneros.
Velasco, Ignacio: Fue el primero en firmar el Acta del gobierno de Pedro Carmona Estanga del 12 de abril de 2002, en representación de la Iglesia católica, y valga también decir de la Conferencia Episcopal Venezolana, que en Miraflores uno de los primeros en llegar el día 12-A fue Baltazar Porras. La CEV jamás se retractará de lo que hará este connotado miembro de la Iglesia, como mucho menos jamás llegará a pedir perdón. Luego, el 13 de abril, un poderoso banquero le presta su avión personal para que vaya a La Orchila e intente convencer a Chávez de que renuncie a la Presidencia “porque se están complicando las cosas”. Lleva don Ignacio una maletita cargada de escapularios, un rosario e imágenes de la Virgen. “Voy y vuelvo”, dijo. Llegó cayendo la tarde, y el viento sacudiéndole la sotana. Y comenzó su dura tarea evangelizadora… y encontrándose en aquellos bajos menesteres escuchó unos helicópteros que llegaban para rescatar al Presidente. Entonces los pilotos que le habían llevado a la isla huyeron dejándolo a la buena de Dios. Queda don Ignacio desamparado dando tumbos de un lado a otro, pero Chávez que es hombre de gran generosidad, les pidió a aquellos pilotos de las Fuerzas Aéreas que le dieran “una colita” al cardenal Velasco. Muy bien pudieron haberlo dejado un buen tiempo en La Orchila. Se lo merecía. Con aquellas estupideces, don Ignacio pagó algunos pecados, pero jamás se arrepintió de haber firmado aquella Acta. Es muy probable que en su agonía haya pedido perdón, e implorado a sus cercanos colegas de CEV que dirigieran un mensaje al país rogando que se le perdonara, cosa que Baltazar Porras debió considerar como una posición del todo impolítica y además inconveniente.
Valarino, Elizabeth: Prof. Titular, Psicología Social, USB. Véase Brutos universitarios y académicos.
Vallés, Plutarco: Entre pompas fúnebres se mueve. Corrió a Miraflores el 12 de abril del 2002 a dar los parabienes a Pedro Carmona Estanga. Lo abrazó tres veces, lo estremeció y le entregó el acuerdo que venía rumiando desde que Chávez llegó al poder, para que su grupo monopolizara los más jugosos contratos funerarios del gobierno.
Vargas, Alvaro: Hijo de la CIA y de don Mario Vargas Llosa. Coautor, junto con el colombiano Plinio Apuleyo Mendoza y el cubano Carlos Montaner, de El Manual del Perfecto idiota Latinoamericano… y español.
Vargas, Miguel: Prof. Titular, UNEXPO. Véase Brutos universitarios y académicos.
Vargas de Di Prisco, Vilma: Prof. Asociada Jubilada, Escuela de Letras, UCV. Véase Brutos universitarios y académicos.
Vásquez, José Gregorio: En la administración de Pedro Carmona Estanga pasó a ser viceministro de la Secretaría de la Presidencia. Véase Decreto del 12 de abril de 2002.