JOSÉ SANT ROZ
¡Cómo otorgarle el Premio Internacional “SIMÓN BOLÍVAR”, cuando se estaba celebrando el BICENTENARIO del nacimiento del Libertador, al rey descendiente de Fernando VII, del más monstruoso imperio que nos esclavizó durante tres siglos! Y que lo viniera a hacer el que era considerado el más grande escritor de Venezuela, don Arturo Uslar Pietri.
Cuando este rey sinvergüenza vino a Venezuela el 24 de julio de 1983 para los actos que se hicieron en el Panteón Nacional, en sus palabras se negó a reconocer a Bolívar como Libertador y sólo le dio el título de General. Esto fue severamente criticado por el historiador Francisco Herrera Luque, considerando un irrespeto y un insulto para América Latina. Y viene don Arturo Uslar Pietri y como presidente de ese jurado en París, por parte de la UNESCO, apoya concederle tal PREMIO a este miserable que hoy es el ludibrio del universo…
Fue tan degenerada esta decisión que en la propio UNESCO, se planteó que se compartiera ese PREMIO con Nelson Mandela que estaba todavía preso en Sudáfrica. Aprobada esta propuesta, sin embargo, en la resolución oficial no apareció el nombre de Mandela sino mucho después, porque a ciertos emperifollados godos en ese jurado le daba pena que hubiesen “entrometido” a ese negro… todo un escandalazo.
Esta es una de las traiciones y uno de los crímenes más grande cometidos por un venezolano. Arturo Uslar Pietri fue el presidente del jurado cuando el 14 de junio de 1983, se decidió darle Premio Internacional “SIMÓN BOLÍVAR” al rey Juan Carlos, el sinvergüenza, asesino de elefantes, de los mayores ladrones de la tierra y que actualmente está huyendo de España por grandísimo canalla. Entre los otros del Jurado estaba Claudie Julien de Francia, Luis Echeverría de México, y un tal Henry López del Congo.
Arturo Uslar Pietri fue empedernido godo, cuyos padres fueron serviles al dictador Juan Vicente Gómez, cuya familia celebró a rabiar el día que Juan Vicente Gómez traicionó a Cipriano Castro. El mismo Arturo Uslar Pietri que en cientos de trabajos consideró la invasión y colonización de América como un acto sublime y muy beneficioso para nosotros. Se cansó de enzarzar la figura de José Tomás Boves.