Hubiese sido una gran tragedia para Venezuela el que la bella y hueca Irene Sáenz hubiese llegado a ser presidenta de Venezuela. Habríamos entrado en una debilidad geopolítica pavorosa de la cual el narcotráfico colombiano se habría hecho dueño de nuestro territorio.
José Álvarez Stelling, el presidente del Banco Consolidado le pagaba un millón de bolívares de la época exclusivamente para vestirla.
Álvarez Stellíng, José: Acometió las más grandes operaciones financieras de la historia de Venezuela a principios de la década de los noventa al comprar el Banco de Venezuela y preparar su fusión con el Banco Consolidado, y crear una de las más poderosas organizaciones bancarias de América Latina; en todas estas actividades compraba jueces, ministros, políticos. Véase, además, Banco Latino.
Álvarez Stellíng, José: En las investigaciones que hizo Arthur Andersen Consulting se demuestra que se evaporaron sesenta mil millones de bolívares de Banvenez que fueron a parar a las empresas de testaferros de Álvarez Stelling[1].