José Sant Roz
- Hay luto y conmoción en España: no se invita al rey Feli-pillo VI, a la toma de posesión de Claudia Sheinbaum. El reyecito de los godos ha sido humillado como nunca. Lo único que consuela a España, en este terrible desaire, es que al menos tiene para consolarse al héroe, al exiliado, don Edmundo González Urrutia, cuyo único aporte que ha hecho a la grandeza del reino de España es llevar un resto de whisky Chivas Regal que le quedó de los tragos que se echó en la embajada de España (en Venezuela). Doblan las campanas por esta “perfidia de AMLO”. Doblan las campanas de la catedral de la Almudena, de la Iglesia de San Manuel y San Benito (del Barrio Salamanca), de la Real Basílica de San Francisco el Grande, de la Real Basílica de Nuestra Señora de Atocha, de la iglesia de Los Jeróminos, de la de San Ginés… A la Iglesia de San Manuel y San Benito van a rezar y a confesarse, los hijos de los conquistadores: Antonio Ledezma, Leopoldo López, Lilian Tintori y Julio Borges…
2- Ante la decisión de México, Pedro Sánchez llora como una Magdalena porque no logra comprender por qué un Gobierno del que pretende ser amigo, como el mexicano, también de ideas progresistas, según ha explicado en Nueva York, lo ha llevado a una situación “inaceptable” que ha derivado en una crisis diplomática muy grave en la que ningún miembro del Ejecutivo acudirá a la toma de posesión de Claudia Sheinbaum, una situación inédita, “como protesta por la exclusión” del rey Felipillo VI de ese acto protocolario de la máxima relevancia para las relaciones entre países.
- Muy probablemente este primer gesto de México se repita en el futuro con muchas otras tomas de posesión de presidente en América Latina, hasta que más nunca se llegue a invitar a esos reyes godos y sinvergüenzas, descendientes de chulos como Fernando VII y del otro canalla igual (asesino de elefantes y espantoso ladrón, el Juan Carlos). No olvidemos que el tal Juan Carlos fue el que le gritó a Chávez: “¿Por qué te callas?”, y ahora un latinoamericano le grita a su hijo: “Oye, que tú aquí no vienes”.
- Llora Feijó, se deprime Felipe González, chilla José María Aznar, moquea Abascar. Sánchez, abrumado de dolor, ha explicado abiertamente que cree que detrás de este movimiento del Gobierno mexicano hay motivos políticos internos, esto es, que Sheinbaum y especialmente el actual presidente, Andrés Manuel López Obrador, han decidido por cuestiones de política interna buscar un enfrentamiento con España. No señor, usted se la pasan buscándole pleito a los países latinoamericanos. Vean lo que pasa con Venezuela, donde el Congreso español decide nombrar presidente de Venezuela a un patuleco o pataruco como Edmundo González.
- Que buena y gran paliza le da AMLO a Sánchez, quien gimotea ante la prensa: “Dios mío, un país hermano y con un Gobierno progresista, ¿cómo nos va a hacer eso?… Detrás de todo esto hay una enorme tristeza porque dos pueblos hermanos, por el interés político de alguno, no podamos tener las mejores relaciones entre los pueblos y entre dos Gobiernos progresistas que compartimos valores y probablemente políticas”.
- Las razones de México las conocemos muy bien: España debió pedirle perdón a México o hacer una revisión histórica sobre la conquista americana, como se le reclamó. Pero este rey chulo y soberbio echó al desprecio a México, se hizo el loco, no respondió y ha esquivado su responsabilidad y los suyos sobre los horrendos crímenes cometidos por los conquistadores y colonizadores españoles en México.
- Para echar más leña al fuego, viene Sánchez muy gemebundo a reivindicar lo bien que se portó México con el exilio español tras la Guerra Civil. Peor, la está poniendo. Dice: “España ya ha fijado una posición de empatía con la sociedad mexicana, lo ha hecho el jefe del Estado. Siempre he manifestado a México nuestra enorme gratitud porque el presidente Lázaro Cárdenas no solo acogiera a cientos de miles de españoles que huían de la guerra y la represión franquista, sino que incluso puso barcos para traerlos. Con el debate de inmigración que estamos teniendo ahora, imaginen hoy, fue un gesto revolucionario. Yo me siento más cerca a esos principios y valores. Yo reivindico ese México”, aseguró. “Es una lástima que se trate de utilizar la figura de Felipe VI en una polémica que no obedece al sentir de la sociedad española. Nuestro propósito es defender a las instituciones y no aceptar la exclusión”, del Rey, insistió.
- España ya tiene muchos enfrentamientos con América Latina: ya tiene un enfrentamiento abierto por motivos diferentes con el ultraderechista argentino Javier Milei, tiene una tensión muy fuerte con Nicolás Maduro, que incluso acusa al Ejecutivo español de intentar matarlo, y ahora se enfrenta a una crisis profunda con México de difícil salida porque el Gobierno está obligado a defender al jefe del Estado.
- Ante Venezuela, Sánchez trata de comportarse como un machito Alfa, pero llora ante la decisión mejicana porque “considera a México como un país hermano. Nos parece inaceptable que se excluya la presencia de un jefe del Estado que ha participado en todas las tomas de posesión, ya antes como príncipe y ahora como rey. No podemos aceptar esta exclusión. Por eso hemos decidido la ausencia de cualquier representante del Gobierno en señal de protesta por una exclusión inaceptable e inexplicable por el grado de relación que tiene México con España. Sentimos una enorme frustración, nosotros también somos un gobierno progresista, pero parece que no podemos normalizar nuestras relaciones con México”, se lamentó el presidente.