(EN LA GRÁFICA: FOTOGRAFÍA TOMADA EN GUAYAS, ECUADOR, DE IZQUIERDA A DERECHA, EL ESCRITOR LUIS VARGAS, EL PINTOR CANADIENSE ROGER HOLLANDER, MARÍA EUGENIA PARILLI Y SANT ROZ)
21 -9 -1987: Hoy ha terminado mi situación de casado con Carmen Elena Canelón, luego de veinte años de vida matrimonial. Durante nuestra relación, tuvimos cuatro muchachos, a los que amo profundamente: Yamilka, Yurimar, Wiston y Andrés. El divorcio se resolvió sin pleitos ni conflictos de ningún tipo, quedando ambos armoniosamente bien avenidos; les dejé lo poco que tenía, y comencé en cero otra vida.
El divorcio lo llevó a cabo el doctor Odúber.
Jamás podré agradecer a Carmen, todo lo que también hizo por mi vida. Muchos de los libros que escribí ella los transcribió pacientemente. Fue leal, laboriosa y enteramente dedicada a sus hijos.
Nos hicimos novios en 1964, cuando tenía yo unos diecinueve años, y era estudiante de cuarto año en el liceo Juan Vicente González. Nos casamos cuatro años después, un 17 de diciembre. Para la boda hicimos una muy humilde fiesta en un apartamento de la urbanización Negro Primero. Aquella urbanización guerrera llena de ñángaras, de comunistas y guerrilleros urbanos.
Durante este tiempo, entre 1964 y 1968, yo me ganaba la vida, ejerciendo como auxiliar de laboratorios en la Maternidad Santa Ana (que quedaba en San Bernandino). Con el suelito que devengaba, con lo que reunía dando clases particulares y con dos becas que me gané, me pude comprar un apartamento humilde en la Urbanización Simón Rodríguez, y también un Mercedes Benz-180, de cuarta mano.
Al graduarme de profesor, fue cambiando para mí, el panorama de la situación económica. Hice un posgrado en matemáticas, aprovechando un convenio que había entre la Universidad de Carabobo y la universidad de Oklahoma. Dos años estuve viajando todos los fines de semana, de Caracas a Valencia para culminar ese posgrado.
Fue mi compañera Carmen, mientras estuve haciendo mi doctorado en Teoría Combinatoria en la Universidad de California; luego, cuando trabajé en la Universidad de Oriente; después cuando fui profesor en la Western Illinois University. Juntos, y en plan ya de trabajo de investigación también, estuvimos en Lima, Cuzco, Río de Janeiro, Buenos Aires, Madrid, Sevilla, Ávila, Santiago de Compostela, Oviedo, Salamanca…