1 de Julio.-
Llevo a “Últimas Noticias”, cuatro artículos. Lectura de algunos cuentos de C.J. Cela. Lectura del libro de Shirer.
Unos tipos asaltan un banco de Puerto La Cruz y se llevan casi 3 millones de bolívares. Luego son delatados por un policía que les dio los datos. El policía no tenía que ver con la organización; fue ganado por el ofrecimiento de una parte del botín. Luego este es el policía que los identifica. Error grave: Los asaltantes (si hubieran sido políticos de verdad) han debido borrar del mapa a este “colaborador”, que no creía en ideales ni en nada. Los asaltantes políticos están pagando su error: han caído varios y el resto es perseguido. Parte del dinero robado ha sido recuperado. No olvidar esta lección.
En estas noches soñé que regresaba a Bruselas y con el primero que me veía era con el español de la Librería Española, de la Ch – de Wavre. Me condujo en su auto a la Librería Española contento de mi regreso. Así me lo daba a entender.
Lectura de un cuento de Caldwell.
Son las doce de la noche y no tengo sueño y nada en la mollera para escribir. No hace mucho pensaba que podría escribir un artículo, pero no me decidí a ello. Ahora pienso mucho más en escribir artículos que otras cosas.
2 de Julio.-
Sale en “El Nacional” mi nota sobre el “Diccionario Secreto”, de Camilo José Cela.
Día casi perdido. A las 9 de la mañana se presentó M. Venía a buscarme.
Llegué a casa, a este cuarto, a las seis y media: Me recosté y leí un cuento de Cela y unas páginas del Diario de León Bloy.
Son las nueve de la noche y acabo de darle los últimos toques a un artículo que llevaré a “El Nacional” y que titulo “El suicidio en los artistas”.
Le escribo a Cela y a Antonio Molina.
Lectura del “Hoffmann”, de Jean Mistler y de “El viajero y su sombra”, de Nietzsche.
Escribo un artículo que titulo “El diario íntimo”.
Ahora son las once y media de la noche y oigo a Chopin. No me explico porqué Baroja despreciaba a Chopin. Supongo que por lo hosco que era (Baroja), por lo cascarrabias que era, o por lo malhumorado que me lo imagino. Chopin era (según parece) fino; en fin: una dama. Entre él y George Sand, ésta era la que mandaba, la que hacía el papel de hombre. Baroja jamás se hubiera sometido a una mujer. No por su personalidad, sino por el temor que ha debido sentir por las mujeres. Como dice Nietzsche, Baroja, para tratar a las mujeres, ha debido de ir preparado. Y es claro que Baroja no hubiera usado el látigo; hubiera huido, sin miedo, pero sí por no esclavizarse.
Lectura de un ensayo de Albert Beguin sobre Holderlin.
Trabajar en la creación. Los articulitos, esas notas que me veo obligado a publicar en los periódicos, me quitan mucho tiempo. La semana pasada escribí más de doce notas y esta misma noche trabajé en una y escribí otra. La creación es la que debe absorberme. Debo apartarme, buscar un retiro. Esta ciudad no es para mi. O el interior o el exterior.
3 de Julio.
Creo, ahora sí, que lo de M y yo llegó a su final. Ella no quiere estar conmigo.
Hoy, veo en la prensa, salió absuelto Víctor Fernández Zavarce, uno de mis personajes de “Entre las Breñas” y “Donde los ríos se bifurcan”. ¿Vendrá con ánimo de revancha en mi contra? Es peligroso y ha matado más de ocho personas. Espero que la cárcel por el asesinato que cometió en la persona de un policía que estaba de servicio en la Embajada de Haití lo haya ablandado y lo haya puesto a pensar.
Voy a la biblioteca a solicitar una lista de autores del romanticismo alemán. Me traigo lo que encontré: “cuentos” de Hoffmann y un trabajo del americano Emerson donde leeré algo sobre Holderlin. Es todo. Anoche casi me leí el libro de Mistler sobre Hoffmann. Hoy, puedo decirlo, perdí casi todo el día. Pasé casi todo el medio día bebiendo cervezas en el Tic Tac y luego fui a la universidad a buscar a M. Más vale que no: lo que tengo que hacer es cogerle más cariño a este cuarto y pasar la mayor parte del tiempo aquí, leyendo o escribiendo. Ojalá esto ocurra.
Creo que a mi alrededor se gesta una gran tormenta. Yo lo sé pero no puedo evitarlo. No concibo la vida sino al borde del peligro.
Lectura del “Hoffmann”, de Mistler. Compré “Eminencia Gris”, de Huxle, esta mañana, después de salir de la oficina de Ratto Ciarlo y de cobrar los Bs 35 que me dieron por la nota del domingo pasado.
Olvidar ¡Toda mi lucha ha sido la de un constante olvido! ¿Qué me reserva de nuevo el devenir? “Nada hay, por extraordinario que sea, que no se pueda producir”, dice Hoffmann; de tal forma, no debo desesperarme; algo nuevo y mejor, así lo espero, me está aguardando.
La mejor salida es la de transformarse en cínico.
4 de Julio.-
Lectura del “Hoffmann”, de Mistler.
Aparece en “Últimas Noticias”, mi artículo titulado: Gallegos y Vallenilla Lanz. Lizardo, en una Librería me dice que ataco a los caídos. Le respondo que en 1965, en pleno período adeco, yo dije que Gallegos era un farsante.
Márquez Salas me dice que yo he sido el único que ha atacado a Gallegos.
Vengo a medio día a casa. Me hago un almuerzo frugal: pan, queso y aguacate.
Paso en limpio el artículo que titulé “El suicidio en los artistas” y lo llevo a “El Nacional”.
No vi ni llamé a M en todo el santo día. Si sigo como hoy podré dominarme y pasarla mejor. Otras voces, otros ámbitos.
Fui donde Velásquez. Me dijo que sólo sabía de mí por los periódicos porque me lee siempre. Me dice que me tiene un trabajo: quiere que le comente el Diario de Pío Gil para la colección de autores tachirenses. Veremos. Me dice que lo llame el lunes a su casa. Llamo a Gloria Stolk; me dice que pase el miércoles por el INCIBA. Veremos que sale de todo esto. Tengo que hacer algo, trabajar en algo. Tengo, por lo menos, que escapar de este país (donde la locura anda suelta, etc. – Rimbaud).
-Nueve de la noche: concluyó el “Hoffmann”, de Mistler –
Mientras leía pensaba en M. Me he dominado y no me he levantado. Pienso que M no me conviene. Con dolor, porque está a mi alcance, la dejaré morir dentro de mí. No hay otra salida para los dos.
9 y media de la noche: me estoy empezando a sentir solo sin M. Por poco no he bajado a llamarla. Pero ella debe sentir un gran rencor contra mí. Yo le di una herida de muerte a este amor cuando me vine y la dejé en Bruselas. Recuerdo todo de allá: cuando me vine y la dejé en Bruselas. Recuerdo todo de allá: cuando vivíamos en aquellos apartamentos y el invierno y el Museo del Cine y la navidad que pasamos solos en aquel apartamento de la Rue du Prince Royal. Un mes más tarde yo me venía.
¿Cómo terminará esto? Para probarme que soy verdaderamente un hombre debo sufrir intensamente hasta ahora, pienso, no he sufrido intensamente. Soy joven, tengo la vida por delante, estoy fuerte. Tendré lo que me proponga: empiezo a vivir, lo anterior no fue más que un aprendizaje de vivir.
Yo, como Strindberg, tal vez me aparte de las mujeres.
5 de Julio
Son las nueve de la mañana. Soñé anoche con M. Nos habíamos reconciliado y nos besamos en la calle. Luego yo estaba en el Inciba, sin camisa, en presencia de Gloria Stolk. Más tarde corrí hacía la Universidad a buscar a M y cuando me asomé en su cubículo no la encontré. Al lado había un examen presidido por Pascual Venegas Filardo.
Ya despierto, me pongo a pensar en los pro y los contra de una reconciliación con M. No, nada de eso. Debo buscar una beca.
Debo irme. Me he estado acostumbrando a vivir solo, a trabajar solo. Esto es una gran ventaja.
Solo durante todo el día. Me paseé por el Paraíso, por los lados donde vivía antes y leía a Holderlin. Nudo en la garganta mientras recordaba todo aquello. Creo que debo hacerme otra vida. Empezar de nuevo. 33 años.
En vista de tan gran estado de soledad llamé a J y le dije que me mandara a las niñas para llevarlas al parque. Yo me detuve en la esquina de su casa y Clara y Valentina se me acercaron allí. Caminé con ellas y me decía: “¿Por qué no puede estar en estos momentos aquí también Carolina?” Me puse mal y me devolví enseguida.
Dejé las niñas de nuevo en la esquina y no me quité de allí hasta que no las vi entrar. A la madre la divisé asomada a la ventana. Me vine en un autobús.
De lo que estoy seguro es de una cosa: no me casaré con M .
Son las 10 y media de la noche. He estado hablando cerca de dos horas con José y tres de sus condiscípulos para hacer tiempo, distraerme y venir a leer y luego dormir. Necesidad de una mujer. Por los momentos me domino por mi gran voluntad.
6 de Julio
Miles de sueños: que salía y veía, lleno de erratas, el trabajo que debe aparecer hoy “Últimas Noticias”.
Soñé que me levantaba de la cama, me dirigía al baño a lavarme la boca y no era cierto. Yo sabía en el sueño que soñaba, Sin embargo hacía esfuerzos inauditos y me decía: “esta vez si va en serio”. Luego, que iba a la Universidad a esperar a M, y no me lavaba la boca y estaba en un rincón soltando la saliva. Después, que estaba con Valentina y pensaba en Bruselas y pensaba: “¿por qué no me la traje en el viaje anterior?” Que corría por una calle sin sentido alguno; no buscaba nada, pero corría y corría y no avanzaba hacia ninguna parte.
Sale, en efecto, mi nota del Diario en “Últimas Noticias”.
Ahora oigo a Lalo: Sinfonía española.
Once de la mañana: preparo la comida y escucho “La quinta sinfonía” de Beethoven.
Llamé a M, pero sigue en su empecinamiento. Dice que esto es definitivo. Me tira el teléfono. La vuelvo a llamar, pero me corta la comunicación.
11 de la noche: Lectura de Shirer: “Auge y caída del tercer Reich”.
Doce de la noche. Ni maneras de cerrar los ojos: Pienso: ¿Qué diferencia hay entre esta situación y las anteriores? Antes vivía con M y también me desvelaba: ¿De qué me servía entonces tenerla a mi lado? Lo grave en mí no es el estar solo o acompañado: es el no creer en nada ni en nadie y haber matado todos los ídolos. No importa tener una mujer o no; lo que me importa es creer en algo. Desde hace unos cuantos años, no creo absolutamente en nada ni en nadie. ¿Por qué vivo? Me pregunto infinidades de veces al día. No encuentro respuesta. Solo veo una gran soledad por doquier.
Ahora bien, tengo que convencerme de una cosa: Estoy solo. Me debo a mí mismo lo poco que soy o me he hecho. Para nada he consultado jamás a otras personas. Ninguna mujer me ha ayudado en mi carrera. Si me fui con M lo hice por aventura. Igualmente lo hubiera hecho solo o con ora mujer. Que quede claro. M se atravesó y ella fue la que llevo la carga. Cuando dormía con ella, o vivía con ella, no por eso menos me entraban insomnios. Al contrario. Eran peores, pues ella tenía que dormirse para levantarse e irse a sus estudios y yo me quedaba solo, rumiando mis ilusiones, mis ideas, mi falta de comunicación. Entonces, ¿por qué estoy tan desesperado? En un tiempito yo arreglo esto. Algo nuevo vendrá que será mucho mejor. Tengo 33 años. Estoy en plena forma. No puedo desesperarme por ninguna mujer. Debo dominarme. Debo dominarme con la voluntad. Ya que no creo en nada ni en nadie debo dominarme por mí mismo. No deja de ser heroico esto. Escribo, dejo estas cuartillas, no desfallezco, lo que quiere decir que viviré y que estoy fuerte a pesar de esa crisis de la falta de creencias.
7 de Julio.-
Me despierto a las 6 y sigo en cama hasta las 7. ¿Qué de nuevo me traerá este día? Me duele la cabeza. Leo unos capítulos del “Cándido”, de Voltaire.
Mañana: entrevista con M.
Mediodía: donde el Dr. Velásquez. Me da el Diario de Pío Gil para que lo comente: me dice: “-A su manera, como esas cosas que usted hace”.
Una de la tarde: a “El Nacional”. Creo que mañana sale mi artículo: “El suicidio de los artistas”.
Idea para el trabajo sobre Pío Gil: “Diario sobre el Diario de Pío Gil”. A medida que leo voy comentando; como los comentarios que le hizo Napoleón a El Príncipe.
De lo que estoy seguro es de una cosa: no me suicidaré jamás por una mujer. Podré hacerlo porque me sienta vacío; pero por una mujer, jamás.
Hoy me enteré que la hija de Miguel Otero Silva dejó a Crespito por un muchacho de apellido Feo. Crespito se sentía una potencia y ya mandaba en “El Nacional”. Ahora la gente sólo espera que lo terminen de sacar de allí.
Como ya no creo en dioses ni nada ni nadie debo creer en mi Voluntad.
Yo supongo que en nada me diferencio de los grandes novelistas: pues casi todos han confesado sentir preferencia por las lecturas de Diarios Intimos, Biografías, memorias o autobiografías.
Nada: me parece que M y yo nos reconciliamos. Quedamos en vernos mañana a mediodía y en la tarde. Me tomé unas cervezas con Acevedo. Me hicieron una entrevista por Ondas Populares.
8 de Julio.-
Sale en “El Nacional” mi nota titulada: “El suicidio en los artistas”. Creo que es una buena nota y que está perfectamente bien escrita. Creo que tiene un sentido perfecto. Creo que tiene ritmo. Creo que es un pequeño poema en prosa. Creo que es de antología.
Soñé anoche con el Dr. Torrealba. Estaba acostado en su chinchorro. Abajo corría el río San Juan. Salió su hija Teresita, la casada con Carlos Ron y Teresita estaba en estado. Caminé por el corredor y vi a los morochos en otro chinchorro leyendo un ejemplar de “Últimas Noticias”, donde aparecía un artículo mío. Torrealba me señaló una casa en lo alto y me dijo que era de una alemán que la había construido para sentirse por encima de todo el mundo. “Pero abajo corre ese río, le dije yo, está lleno de bilharzia”. “No – me respondió, en él ahora no hay bilharzia”. Yo vi el río abajo con sus aguas negras, iba torrentoso.
Parece que M y yo nos reconciliamos. Pasamos la tarde juntos. Pero hay algo muerto, algo golpeado, algo que se nos escapa, que se no va, que nos separa.
Escribo una nota sobre José Vicente Rangel. La otra vez escribí una sobre Luis Herrera Campins: uno de la social democracia y otro de la izquierda. Veremos.
Empiezo a leer “El poder en los hombres y en los pueblos”, de Bertrand Russell.
Lectura de los “Fragmentos” de Novalis.
9 de Julio
Anoche no dormí. Sentía grandes remordimientos por lo mal que me he portado con M. Sí dormí un poco, pero tarde ya y me desperté creyendo que llevaba dos días seguidos durmiendo y que no había visto a M. Me levanté y me asomé a la ventana. Todo estaba oscuro. Debía ser la madrugada. No debo estar bien de la cabeza.
Sale en “Últimas Noticias” mi notica sobre los “Académicos”.
Voy al Inciba. Hablo con Gloria Stolk y Osorio Canales. No veo que pueda hacer nada allí. Gloria Stolk me dice que escriba notas bibliográficas para la Revista Nacional de Cultura. Eso es lo que hago yo ahora para los diarios “El Nacional” y “Últimas Noticias”, y eso no es ningún trabajo seguro y que dé para comer o medio vivir. Total, tampoco volveré por el Inciba.
Félix Guzmán me da su libro “Quieta Elegía”. Lo leo ahora mismo. Marcada influencias de García Lorca, Ballagas, Neruda, Miguel Hernández.
A mediodía con M. A las tres voy a “El Nacional” y cobro mis cuatro últimas notas. A las cinco y media estoy de nuevo con M. A las 7 vengo a casa, me hago un arroz y me frío una chuleta y regreso de nuevo a ver a M. Son las diez de la noche y heme aquí en casa, en mi cuarto. Ahora me propongo leer.
Escribo una nota que titulo: “Copei, partido sin intelectuales”.
Lectura de un cuento de Ambrose Bierce: “El club de los parricidas”.
Lecturas de algunas fechas de “mi diario”, de Leon Bloy.
10 de Julio .-
Compro una biografía de Mussolini, por Richard Wichterich y “El gallego y su cuadrilla”, de Camilo José Cela.
Voy a ver al poeta y abogado Argenis Daza para que me haga el divorcio. Le doy Bs 100. Hoy, por una de esas ironías del destino, Julieta cumple años. Me di cuenta cuando releí nuestra partida de matrimonio.
A mediodía me veo con M. Ella ve los muebles.
Son las cinco de la tarde. Llueve.
Dos horas leyendo ese libro de Cela: “El gallego y su cuadrilla” y riéndome para mis adentros o a veces para fuera. Es como si le pusieran un petardo en el culo a cualquiera.
Vino M. Leyó eso que está arriba y se molestó porque anoté lo del cumpleaños de Julieta. Son las 9 de la noche. Estuvimos visitando unas tiendas. Ella hace proyectos.
¿Si no fuera por este diario qué haría yo?
11 de Julio.-
-Voy a “El Nacional” a llevar un artículo que titulé “El diario íntimo”. Allá me encuentro con Francisco Salazar Martínez. Leyó mi nota sobre los Académicos que publiqué en “Últimas Noticias” y me dijo: “La próxima vez dices que Ramón J. Velásquez no se ha incorporado a la Academia de la Historia porque Febres Cordero no le ha escrito el discurso. Le pasa lo que a Consalvi, que ahora no escribe nada porque el que le escribía los artículos, el viejo Fernández, se murió”.
Lectura “El Gallego y su Cuadrilla”.
Mediodía: comienzo a leer “Eminencia Gris”, de Huxley.
Noche: M y yo vamos al cine a ver “Vie Priveé” de Louis Malle.
Pensando en que debo dejar de escribir artículos para dedicar todo el tiempo al trabajo de creación: novelas y cuentos y quién sabe si poesía. O un largo ensayo.
12 de Julio.-
Sale en “Últimas Noticias” mi panfletico que titulé “Doctores”.
Idea de escribir un artículo sobre Hoffmann y el romanticismo alemán.
Título: Viaje a ninguna parte.
Debo escribir notas sobre Hoffmann, Novalis y Kleist.
Escribo una nota que titulo “Crítica literaria”. Allí digo que Sanoja me atacó interesadamente, para quitarle todo valor a “La Fiesta del Embajador”. Y digo que Crespo se vendió a la derecha para atacarme porque entre los personajes descubrió a un primo hermano suyo.
Escribo un artículo que titulo “Dos Visiones del mundo”, sobre el romanticismo alemán y el simbolismo francés.
Lectura de “Eminencia Gris”, de Huxley y de “El gallego y su cuadrilla”, de Cela. Lectura de algunas cartas de Lautréamont y de varios poemas de “Las flores del mal”.
Vino M, pero está incómoda, no se siente. Hoy en casa de su hermana había un cumpleaños. Me dice que fue allá y vino corriendo a verme porque me lo había ofrecido. Yo preparo unos espaguetis y comemos. Dice que mi hermano José es seco, que no es decente. Le digo que vuelva donde su hermana y que nos veamos más tarde, a las ocho y media, en la esquina de los Salesianos.
Ahora son las ocho y leo una novela de Baica Dávalos: “Los papeles de Abundo”. Estoy amodorrado.
Debo adiestrarme en el dominio de la voluntad. Dominarse, dominarse, he allí la clave. Pero dominarse no quiere decir dejar de actuar. Dominarse en las cuestiones simples, menos importantes para actuar en las grandes cosas. No perder tiempo. Como dice la doña Rosa de Cela: “No perdamos la perspectiva”.
El dominio sobre sí es lo más difícil de lograr. “Aprende a hacerte el que eres”, de Unamuno no es recomendable. Se debiera decir: aprende a hacerte el que quieres.
13 de Julio
Escribo una nota que titulo “Los premios literarios”. Resulta que ahora la gente envía sus obras a los concursos y luego los retira porque por anticipación se sabe a quién se va a premiar.
Sale en “Últimas Noticias” una nota mía sobre el poemario de Armas Chitty “Canto solar a Venezuela”. Escribí esta nota por compromiso. Armas Chitty me ha prestado dinero (Bs 100 en total) y me ha brindado un almuerzo. ¿Cómo se hace?
“La verdad es que no hay verdad”. Neruda, en un poema que publica el Papel Literario de “El Nacional” hoy.
Me veo con M a las cinco de la tarde.
Paso en máquina un relato que pienso llevar mañana a “Últimas Noticias”. Se titula “Ahora todo está intranquilo en esta tierra” –
Lectura de “Eminencia Gris”, de Huxley.
Ahora son las ocho y media de la noche y me dispongo a salir para encontrarme con M e ir a la Cimemateca Nacional a ver “El Gato pardo”. Llueve.
14 de Julio – Lunes.-
Compro el tomo II del “Diario Intimo de Emerson.
Voy “Últimas Noticias” a llevar dos notas y un relato.
A mediodía veo a M y nos tomamos una cerveza. ¿Qué pasa aquí? No hay confianza. ¿Qué clase de mujer buscar? ¿Una inculta y sin dinero, o una con dinero y culta pero de la que no se está seguro nunca? ¿O seguir con M, que lo que promete es una estabilidad, o más bien una semi – estabilidad de clase media? Lo difícil está en que uno no busca mujeres. Uno se conforma con bien poco en ese aspecto. ¿O es que M se cree mejor que uno y cree que puede conseguir algo “mejor”? ¿Qué mejor? ¿Un hombre con un auto, un buen empleo o un título, como ella? No sé, como dice Richelieu hay que decir: “Las mujeres son unos animales bien raros”.
¿A Dónde vamos M y yo? ¿Qué quiere ella? ¿Casarse? ¿Y después de casarse qué? ¿Qué vida llevar después? La del empleo continuo para pagar un apartamento o un auto y vivir semiburguesamente? ¿No salir más? ¿No más aventuras para mí? Yo, hay que reconocerlo, soy estable porque sólo pienso en escribir y en leer. ¿Pero y ella?
¿Qué desea ella? ¿Qué será de ella? Como todas las mujeres, M debe ser vanidosa y fácil de embaucar. He allí el peligro.
¿Es que uno podrá creer en algo?
Bajé y llamé a M – (mediodía – La una acaso).
Almorcé un arroz con salchichas que yo mismo preparé. Ahora oigo a Paganini por la radio. Me dedico a cortarle las páginas al “Diario Íntimo”, de Emerson.Todo sea con Dios.
Lectura de “Eminencia Gris”, de Huxley.
Debo escribir un artículo que titularé “Betancourt y los militares”. Debo indisponer a los adecos y a esta gente. ¿Qué hacer? ¿Adónde va uno?
Un día como hoy, hace tres años, cogí un avión y me dirigí a Bélgica para allí reunirme con M. Para allí esperar a M.
Lectura de “Auge y Caída del tercer Reich”.
¿Cuáles son tus planes entonces? ¿Casarte? ¿Viajar? ¿Seguir solicitando una beca? ¿Pero con quién? ¿Meterte con Capriles? No te han pagado los 8 artículos que te han publicado sobre política. ¿Qué hacer entonces? Son las 11 y media de la noche. ¿Es que vivo?
¿Es que tengo visiones? ¿Es que se me pega algo del mundo exterior que más adelante explotaré en una novela? Dice Hitler que el secreto es la condición decisiva del éxito. A propósito de esto recuerdo que en la nota en que ataco a Sanoja y a Crespo digo que pronto publicaré un libro en que narro las corrupciones de la derecha y de la izquierda y que ambas tendencias son iguales. ¿Hago bien? ¿Hago mal? También recuerdo que avisar fue el éxito de Fidel Castro. Avisó que invadiría para que todos estuvieran pendientes de su aventura. Que se le dio. Yo pienso que es bueno avisar para que la gente espere, se impaciente y luego llegue con clamor, con gracias al cielo por lo que se le ha ofrecido, por ese manjar. No me puedo quejar, escribo y leo y me paso la mayor parte del día en la calle rebuscando libros. Mañana debo sacar de la Biblioteca Nacional los cuentos de Jean Paul Sartre. Lectura de las primeras páginas del Diario Íntimo de Emersón. Me robaron “La Cucaña”, de Cela. Si me responde por el artículo que publiqué sobre su “Diccionario Secreto” se lo mando a pedir. No creo que me lo niegue. Le diré que escribo un trabajo sobre su obra narrativa y que ese libro me hace falta.
15 de Julio.-
Salen dos artículos míos: uno en “El Nacional” que titulé “El Diario Íntimo” y otro en “Últimas Noticias” que titulé: “Copei, partido sin intelectuales”. Dicen que mi columna de “Últimas Noticias”, “Vigencias y Pesadumbres”, está calando en la gente.
Voy a la Biblioteca Nacional a sacar un libro de Dilthey sobre Holderlin, Novalis y otros románticos.
Díaz Solis me envía con M su libro “Exploraciones Críticas”.
Son las 6 y 17 minutos y M está aquí conmigo.
Compro en un remate de libros un informe sobre el asesinato que se cometió en la persona de una hermana de Juan Liscano en el años 1947.
Son las 9 y media. M acaba de irse completamente indispuesta conmigo. Leyó las notas del día de ayer en que escribí qué será de nosotros si nos casamos, o que quería ella con respecto a mí. Pues se fue brava. Como la sé fría y mujer que se domina y capaz de dejar de verme si quiere, yo me quedo en una gran indecisión.
Voy a leer ese “informe presentado al Juzgado de Primera Instancia en lo penal – etc. – etc.,… ese informe sobre el asesinato de la hermana de Juan Liscano Velutini. Si, es la una de la madrugada y he leído el informe. El crimen fue cometido a las 8 de la mañana del 2 de Agosto de 1947. Debo buscar eso en la prensa de la época.
En la calle compro un librito titulado: “Tierra de Rigor”, de Boris Bouieff . No conozco este autor, pero es católico En fin, veamos si lo leo.
Comienzo a leer el libro de Dilthey. Son las dos de la madrugada. Se me rompió el puente y no tengo un centavo para mandarlo a reparar.
16 de Julio
Recibo carta del hijo de Camilo José Cela. Me dice que su padre le encomendó que me escribiera y que podía mandarle un relato para “Papeles de Son Armadans”. Así haré. Enviaré tres relatos numerados y haré que me saquen 1000 separatas para yo venderlas aquí. En efecto M cambió por la nota que leyó ayer en este diario. Realmente que este diario es mi enemigo. Ayer lo decía yo en un artículo. Hoy pues vi a M a mediodía y me dijo que estaba sentida. Quién sabe que haga por causa de escribir yo esas cosas aquí. A mí me preocupa su actitud porque si me fallara me sentiría solo. No tendría otro refugio que el del trabajo. Hoy vi a José Vicente Rangel en la calle. Yo le hablé de la posibilidad de un partido. Está indeciso.
Compro “Venezuela, política y petróleo”, de Betancourt.
Compro “Los que se van”, cuentos de Enrique Wernicke.
9 y media de la noche: M vino y ahora acaba de irse. Sigue indispuesta y me riñó porque le dije que no había visto a Daza, el abogado a quien le entregué Bs 100 para que introdujera la demanda de divorcio.
Preparo un relato sobre las guerrillas con los relatos de “El Catire” para enviárselo a Camilo José Cela para su revista “Papeles de Son Armadans”. Le pido que me haga unas 1500 separatas. Veremos.
1 de la madrugada: leyendo a Diltehy: “vida y poesía”.
Leyendo a Wernicke: “Los que se van.
Leyendo a Serge Voronoff: “del cretino al genio”.
Leyendo a Rómulo Betancourt: “Venezuela, política y petróleo”.
Salto de un libro al otro. Llueve. Es tarde ya. ¿A dónde ir?
Ojalá que Cela me publique esos cuentos y pueda comprarle los 1500 ejemplares de las separatas. Sería un golpe.
17 de Julio –
Fui a “El Nacional” a llevar mi nota para la semana próxima. Allí vi a Crespo, quien estuvo seco conmigo. Seguro que los poetastros de Sabana Grande le dijeron que yo dije que la hija de Miguel Otero Silva lo dejó porque yo describí en “La Fiesta del Embajador” un primo suyo que era sádico. Y que dijo MOS que él no le iba a entregar su hija a uno que era familia de sádico.
Aquí un político se siente consagrado cuando dan una cena en su honor.
4 de la tarde: le envío a Camilo José Cela los originales de un relato que titulé con una frase de Wolfe: “Bajo los cielos sin tiempo”. Veremos que sale de eso.
Me pagan en la cadena Capriles mis nueve colaboraciones sobre política.
Son las 11 y media de la noche. M y yo estuvimos en casa de mi mamá, pues vino Idilia con C.
Escribí una nota que titulé Políticos. Y ataco a los “políticos” Venezolanos. Digo que aquí no ha habido sino borrachines y homosexuales en vez de políticos. Veremos si Capriles la publica.
Nada falla tanto como el triunfo – (Eminencia Gris – A- Huxley).
18 de Julio.-
Sale en “Últimas Noticias” mi nota que titulé “Betancourt contra el Ejército”.
Dormí muy mal anoche, o no dormí nada y me desperté con un dolor de cabeza.
Soñé que M y yo estábamos en Europa. Ella estaba muy rara. Dijo que salía a la calle. Yo, no obstante, me mostré cariñoso. Había salido, me dijo, a ponerle un telegrama a Gaby, quien vivía en Yugoslavia para ver si podíamos ir a pasar las navidades allá con ella.
Camilo José Cela escribe hoy en “El Nacional” sobre Valle Inclán. Compro “Mi tía Carolina Coronado”, de Gómez de la Serna y “Etapas en el camino de la vida”, de Kierkegaard.
Escribo un artículo. Esta mañana estuve leyendo “Venezuela, política y petróleo”.
Márquez Salas, a propósito del artículo que apareció hoy me dijo que lo habían llamado para preguntarle si lo había leído y que le comentaron: “El loco Argenis se mandó con artículo arrechísimo”.
Poca lectura. Unos cuentos. Algunas páginas dispersas. Nada – falta de orden – Falta de un escritorio – Falta de una casa fija para mí solo M y que me va a alquilar un apartamento para que viva allí con Carolina. Veremos que resulta de todo eso. Yo, mientras tanto, me defiendo con las notas que publico. Las cosas vienen solas si uno trabaja y si uno se aplica a las cosas con inteligencia.
Mañana ya es sábado y en esta semana no he hecho otra cosa que escribir notas políticas. No escribí ninguna nota de literatura de esas que envío a “El Nacional”. En mi país sigo siendo un exilado. Oigo a Schumann. C´est tout.
19 de Julio.-
Compro “Campo abierto”, de Max Aub.
En la librería Centro vi a Luis Julio Bermúdez, quien me dijo que según él yo le debía mucho a Celine y nunca lo nombraba.
Pero lo cierto es que yo a Celine una vez lo empecé a leer y no pude con él. Yo no le dije. Que crea lo que quiera. Escribo dos notas más: una que titulo “Las vacas gordas del Dr. Velásquez” y otra que titulo “Embajadores”.
Empiezo a leer ese libro de Max Aub: “Campo abierto”.
Creo que escribí otra nota que titulé “El ejército sí es político”.
12 de la noche:
Total, 200 páginas leídas del libro de Max Aub. 20 páginas leídas del libro de Kierkegaard: “Etapas en el camino de la vida”. Sigo en la lectura del libro de Max Aub. Sí, no hay otra cosa que hacer que leer autores castellanos.
20 de Julio.-
Sale, en “Últimas Noticias”, una nota que titulé “Crítica Literaria”.
Escribo un artículo que titulo “Los extremos se tocan”.
Sin ambages.
Continúo con la lectura de “Campo abierto”, Max Aub.
Escribí una notica que titularé “Pasión y Creación”.
Son las 11 y media o las doce de la noche y he estado observando en el televisor a los tres hombres que llegaron a la luna.
¿Qué hay con esto? Yo no dejo una novela por esos acontecimientos. Cualquier obra de Beethoven, de Cervantes, o Shakespeare vale más.
21 de Julio – Lunes
Hoy el Presidente Caldera ha dicho que es día de fiesta porque el hombre llegó a la luna y nadie, es claro, trabaja. Por aquí abajo unos mulatos se andan divirtiendo como si fueran ellos los que llegaron a la luna.
Pasé por “El Nacional” a ver si me tropezaba con Crespito y Sanoja. Me tropecé con Sanoja, que no me saludó. Cómo estará el Crespito si así está Sanoja.
Sigo con la lectura de “Campo abierto”.
Compro “Preludios filosóficos”, de Windelband.
Como vi la actitud tan hosca de Sanoja creo que me ataque en “Tribuna Popular”, en “Deslinde” o en “El Nacional”. Yo le responderé y le daré su merecido.
El arquitecto – qué asco- le dió un sonoro y jugoso beso al Ariano Gonzáles en un descuido de éste.
Esa vaina si que no te la perdono – le dijo el Ariano rechazándolo.
Pero mi amor-, le dijo el arquitecto-, yo creía que tu querías.
-Tu madre, dijo el Ariano – escupiendo por la ventanilla del auto.
-Vete pa’ la mierda, chico; a mí no me vuelves a tocar.
-Ay, ¿y para dónde me voy salir por esa oscurana?
-Yo no sé, vete pa’ la mierda y regresas cuando nos vayamos.
-Ay, chico, perdóname – Me provocó – Tu sabes que tú me gustas.
-No, yo no sé nada –
-Sí, tú me gustas. Tú eres lo más interesante que he visto en mi vida.
Estuve toda la tarde leyendo hasta las cinco, hora en que fui a reunirme con M. Fuimos a una librería de viejo y allí compré las Obras Completas de José Antonio Primo de Rivera. Estuve pensando que ahora que José Ramón Medina no está aquí, Crespito podía aprovecharse del Papel Literario para atacarme a sus anchas.
Si me atacan tengo que decir que mientras yo y los otros guerrilleros peleábamos, los intelectuales comunistas, con Sanoja a la cabeza, se la pasaban con Juan Liscano, el principal enemigo de las guerrillas, tomando whisky y hablando de literatura. Es mentira que al poeta Muñoz le hubiera dado una patulequera el día que tenía que irse a las guerrilleras, fue que le dio miedo o se comprometió con Liscano a no irse.
Y de los demás intelectuales cuál se fue, excepto Toribio García que murió en las montañas. Ninguno. O sí, si se fueron, se fueron con Consalvi para el Inciba o Monte Avila.
Lectura de “campo abierto” (mañana lo terminaré).
Lectura de algunos artículos de Primo de Rivera (José Antonio).
22 de Julio.-
Sale en “Últimas Noticias” mi nota que titulé “Políticos”. Y donde digo que los “políticos” venezolanos son unos corrompidos.
Sale en “El Nacional” mi nota sobre el simbolismo francés y el romanticismo alemán.
Márquez Salas, a propósito del artículo de hoy en “Últimas Noticias”, me dijo que yo me estaba pasando.
Fui donde Argenis Daza a entregarle el poder para que me divorcie. Llamó a Crespo y éste le dijo que yo era un carajo y que él no se había metido conmigo. Que el que se había “arrechado” había sido Sanoja. Así que esperemos el ataque de Sanoja.
Sigue la gente hablando de la mayor hazaña de la humanidad con eso del viaje de la nave norteamericana a la luna.
Puedo decir que estoy algo averiado: A mediodía me estaba bañando cuando sentí un dolor en la coronilla de la cabeza que se me corrió por el cuello y se me estacionó allí. No puedo volverme ni hacer nada. He pasado la tarde aquí acostado y leyendo. M está aquí (como las 8 de la noche) y desea que yo vaya a un médico. ¿Para qué? Le digo, si mañana sigo así si voy de verdad.
Compré unos cuentos de Andreiev.
Compre el “Diario de Íntimo” de María de Baskirtseff, que ya conocía.
Compré un tomo de José Santiago Rodríguez sobre la Guerra Federal.
La verdad es que me entusiasman mis notas políticas.
Son agresivas, me cago en todo el mundo y espero llegar al límite.
La otra noche venía yo con M del cine y dos jóvenes pasaron hablando de mí, no sé si bien o mal: Uno decía “El primer Argenis …”. No sé si dijeron esto porque me conocían y me nombraron al propósito. Hoy estaba yo en una parada de Carros por puestos y dos hombres también hablaban de mí. Uno, fuerte, de bigotes, dijo: “Ese Argenis es un arrecho”, “Cómo será ese Argenis?” Dijo el otro. Seguro estoy que estos si no me conocían de vista. Ahora recuerdo que la otra vez, cuando iba a ver a Argenis Daza, varios hombres dijeron: “Ahí va el otro Argenis, amigo, tocayo del abogado, poeta también”. ¿No será ilusión todo eso?
En estos momentos se acaba de ir M con mala cara. Me obliga a que le muestre este diario. Yo le digo que eso me molesta porque me cohíbe. Yo estoy decidido a no andar esperándola más. Eso me enferma me angustia.
23 de Julio.-
Fui al puesto de socorro a hacerme ver eso del dolor en el cuello y en el brazo izquierdo. Me ponen una inyección que es un calmante y me mandan a comprar otras ampolletas y un Bescerol. Esto debe ser asunto de la angustia.
Voy a cobrar a “Últimas Noticias”. De regreso compro una Antología del Diario Íntimo, de la editorial Labor. Tiene 1178 páginas en letra chica.
Compro “El ciudadano Iscariote Reclus”, de C J Cela.
Fui donde Armas Chitty. Cuando entré no estaba en su oficina, pero allí en su escritorio divisé la nota que escribí contra Gallegos y Vallenilla Lanz, a quienes comparo por racistas. Cuando sale me dice que esa nota es dura. Y me dice que en efecto los dos buscaban caminos diferentes. Yo digo que fue mucha brutalidad esa de Gallegos hablar de hombres de razas superiores e inferiores.
“El Nacional” da la información de que Armas Alfonzo publicará un nuevo libro que se titula “El osario de Dios”. Dice que no sabe si es novela o relato. Y habla del Apolo y dice que “Argenis Rodríguez no dudaría en hablar de una novela” ¿Hablar qué? ¿Del Apolo o de su novela?
Me estoy tomando un café y un tipo que está ahí me saluda. Por los libros colijo que es abogado y le pregunto, por preguntarle, cómo le va en la profesión. Me dice que bien y me pregunta si yo estoy ejerciendo. Le digo que no, que me dediqué al periodismo.
Anoche. Deben ser algo así como las doce: regreso de la Cinemateca Nacional donde he visto “Diario de una Camarera”, de Buñuel.
La verdad es que este desorden de vida no me conviene.
Termino de leer “Campo abierto”, de Max Aub.
Me he podido dar cuenta de que casi todos los grandes hombres que nacen en noviembre mueren por octubre.
¿Ocurrirá esto conmigo? Si paso de los 33 (que tengo ahora) viviré por lo menos 60 años. Pero la angustia me acaba y me muele los músculos del cuello, del pecho y de los brazos. Creo que anoche fue cuando soñé con Rafael Abad. Yo regresé a Las Mercedes y fui a su casa. ¿Qué pasó allí? Creo que M me acompañaba.
Hoy no la he visto… Anoche tuvimos un cambio de palabras por teléfono y le dije que no me casaría con ella, que no se preocupara por buscar casa, muebles o enceres doméstico, porque conmigo no contaba. Se puso como loca y me gritó: “Tu lo que eres es una Mierda Mierda Mierda”. Le tiré el teléfono –
Una de la madrugada. Lectura (o re-lectura) del Diario de Novalis.
Me gustó el libro de Max Aub. Está escrito con pasión.
Sólo así se escribe bien. Escribir sobre esto.
Ya no se cree en nada hay que ser fuerte de por sí.
¿Acaso Strindberg no iba ahorcando a su primera mujer?
Se cayeron a golpes y después quiso ahogarla en un lago. “Mis hijos lo impidieron”, escribió en “Autodefensa”.
2 del madrugada: leyendo “El ciudadano Iscariote Reclús”, de Cela.
24 de Julio.-
Día perdido. Lo he pasado en la sala jugando a las cartas con José y sus amigos.
Son las doce de la noche. Ha sido un día completamente perdido. He jugado a las cartas y perdí el equivalente a uno de esos artículos que publico. Estoy atontado. Me he tomado tres pastillas de meprobamato y me dispongo a dormir sin haber cenado nada. Todo está cerrado y a estas horas este barrio, a pesar de la bulla, está desierto. Estoy solo. Recordé a M allá en el último apartamento en que vivimos en Bruselas. Pensé en bajar y llamarla. Pensé en que me le aparecía mañana por allá. Pero me dije: no, que me busque ella si quiere. Esto es un desastre y nos estamos matando los dos. Yo jugué y de esa manera pasé el día. Al menos pasé el día distraído. Pero no escribí ninguna nota literaria para “El Nacional” ni para ningún periódico. Y ahora al parecer me he cerrado todas las puertas. He atacado a todo el mundo. A las derechas y a las izquierdas. Y a cuanta personalidad se me aproxima. Procuraré dormir. Aquí en este país todo el mundo se divierte menos yo, Julieta tiene su familia y tiene las niñas y se la pasa viajando. M tiene a su familia y es completamente despreocupada.
(FALTAN 25,26,27,28,)
29 de Julio.-
Salen en “El Nacional” y “Últimas Noticias”. sendas notas mías. Una, la de “El Nacional”, titulada “Pasión y Creación” y otra, la de “Últimas Noticias”. titulada “Revolucionarios?”.
Tengo que seguir por esta senda. Una mujer no me va a hacer perder los estribos. En todo caso, hasta que consiga lo que me convenga, cogería el viejo y noble camino de las putas.
Reconciliación con M. Pasamos la tarde juntos. Escribo dos artículos. Uno lo titulo “Fracaso” y me le afinco a los partidos políticos. Y otro lo titulo “Abajo los ídolos” y me le afinco a los dirigentes políticos. Total, yo no tengo nada que perde. Me dan una tribuna y yo la utilizo en envainar a los cobardes y corruptos, y a las pervertidas instituciones.
Argenis Daza Guevara me da su libro “Juego de Reyes”. Francisco Pérez Perdomo me da su libro “La depravación de los astros”.
30 de Julio.-
Soñé que me sentaba a escribir mi artículo sobre Novalis. Soñé que una joven que conocía, aparecía asesinada en los llanos de Venezuela.
Leo en el libro de Windelband, “Preludios Filosóficos”, un ensayo sobre Hölderlin.
Esta mañana creí haber escrito una nota sobre Novalis y su idea acerca de los sentimientos en el hombre.
Fui a la Biblioteca Nacional a buscar un libro de Pedro Emilio Coll: “La colina de los sueños”.
Re-lectura de “Tierra Baldía”, de Eliot.
Lectura de Serge Voronoff: “Del cretino al genio”.
31 de Julio.
Me despierto muy temprano. Leo “El Nacional” y “Últimas Noticias”.
Voy a la Cadena Capriles a cobrar 3 artículos – Bs 75.
Paso la mañana en el bufete de Daza y Requena. Esta tarde meterán la demanda de mi divorcio.
Lectura de un relato de Pedro Emilio Coll: “Baile de Máscara”.
Empiezo a leer “Por el Canal de Panamá”, de Lowry.
Por la tarde voy a buscar a M a la Universidad y luego pasamos largo rato sentados en la acera de un café. Allí se nos acercaron el médico Rodríguez Ramos y un pintor colombiano. Hablar, hablar, hablar. Yo permanezco callado y sólo me intereso cuando el médico me dice que mis artículos han causado revuelto. Nada más.
Noche: estoy en casa pasando en limpio un artículo que titulé “Sentimientos en el intelectual”.