Por: Carola Chávez
Te vi con tu gorra tricolor nuevecita en el mitin con Guaidó, pero no te vi con tus niños, supongo que se quedaron en casa con tu mucama. Tus chamos en casa seguros; tú en la lucha contra el rrrégimen. Porque esto lo hacemos por los chamos ¿verdad?
Por eso saliste este sábado, “a luchar por el futuro de tus hijos”. Y te paraste ahí a escuchar a tu nuevo líder, atentamente, y cuando él les preguntó -para que lo supiera el mundo- si te daba miedo una guerra civil, tú, por el futuro de aquellos, de tus familiares y amigos gritaste decidida ¡Nooooo! que no te daba miedo!
Tampoco te da miedo una invasión de los USMarines; lo que sea necesario con tal de salir de los chavistas, aunque entre esos chavistas esté algún primo, u otro familiar tuyo.
Una guerra civil ¡qué emocionante! Supongo que te imaginas que esa guerra, a la que no temes, sucedería lejos del este de Caracas, digamos, en el 23 de enero, nunca en el este de Este, porque ahí tienen tus calles cerradas con garitas de vigilancia y tus vigilantes dispuestos a enfrentar con sus armas cualquier arremetida contra tu urbanización.
Supongo que crees que el colegio de tus chamos seguiría atendiéndolos; seguirán con sus clases de ballet e Inglés, lejos del terror y la muerte de allá lejos por el 23 de enero o Catia. Allá no habrá gasolina, gas o electricidad, pero en la urbanización tuya nada de eso faltara. Tus ahorros en dólares te permitirá sobrevivir el tiempo que sea necesario, de lo contrario, te podrías comprar un pasaje para Panamá o Miami.
Tu vida seguiría intacta y hasta mejor, tú sabes, en libertad. Que tu negocio florecería porque no hay nada mejor para la economía familiar que una guerra, pues la gente dejaría de usar bolívares y lo harían con dólares ¡Si tu negocio es una funeraria, mejor todavía!
Nada más hermoso que una matazón entre vecinos, familiares y amigos, o te mato o me matas. Libertad primero, chavistas después.
Pero debo decirte, aunque sea en vano, que esa guerra civil que sueñas con Guaidó, ya se dio en Iraq, Libia Siria: mírate en ese espejo de tus sueños de lo que será tu Venezuela del alma. En esos países nada se arregló, todo se desarreglo y sin esperanzas que se arregle en una o dos generaciones.
Esa aventura de tu guerra civil terminara con todo lo que tienes: el futuro de tus niños, de tu casa placida, de tu urbanización, o tal vez de tu propia vida, sino quedas herida y abandonada a tu suerte.
Escoge chica: libertad o muerte!
¿Adivina quién se guaidó los reales de la venta de CITGO y de monómeros PDVSA en Colombia?
¿Adivina que hará Baduel con Guaidó después de la llegada de tu tan ansiada libertad?

















