Mi palabra
“Sólo el desarrollo armónico y congruente
de un grupo humano constituye un progreso cierto.
Porque cuando el desarrollo obedece a una importación imprevista,
súbita y transitoria, su nombre es otro. Es colonización”
Jaime Torres Bodet poeta mexicano
Por: Narciso Torrealba
El gobierno de México lindo y querido, le hizo saber al rey de España y a todos los que le rinden pleitesía, lo que es tener dignidad y defender la soberanía de su país. En primer lugar, el actual mandatario, Andrés Manuel López Obrador, les pidió que se retractaran de las vejaciones, violaciones y atropellos por parte de los conquistadores españoles en suelo mexicano, y ahora la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, lo reafirma, al no invitar al rey, y es como si estuviera utilizando un refrán muy popular en Venezuela ¡No le dijo perro, pero le mostró el tramojo!
Los gobiernos españoles han mantenido la figura del rey, como algo decorativo y se han ido sucediendo en el trono, hasta llegar a Juan Carlos I, quien terminó su “reinado” renunciando, al verse envuelto en escándalos de corrupción, abuso de poder, y hasta cazador de elefantes, que es, como decir asesino de indefensos animales, para finalmente quedar enredado en una aventura amorosa, con la amante Corinna Larsen; aunque un jodedor de los que nunca faltan, cuando oye hablar de ese tema, siempre repite ¡Ese no es un problema ideológico! Aunque influye en la moral y buenas costumbres de una nación. Declinó para darle paso a Felipe VI
España, se ha convertido en una verdadera trinchera de los fracasados opositores venezolanos. La mayoría se mantiene con el micrófono en la mano vociferando lo que se le ocurre, para atacar al gobierno venezolano, con el apoyo de los mandatarios españoles; sobresale entre ellos, Antonio Ledezma, quien, sin ninguna vergüenza habla, como un loro amaestrado, por la soberbia y el engreimiento fruto de sus largos años formando parte de AD, el cual le sirvió para pasearse por todos los cargos de los gobiernos adecos, desde una consejería, hasta la Alcaldía Mayor en la gran Caracas, lo que nos dice, que más oportunista y buscador de puesto imposible; hasta hace poco se llenaba la boca, con la expresión ¡mí presidente Guaidó! , como si estaba soñando con la época, cuando AD quitaba y ponía al que le daba la gana. En España se siente un rey, y a lo mejor por eso el presidente Pedro Sánchez, no lo ha exaltado a la condición de héroe, porque se le puede ir la mano y les quita el coroto.
El rey y el gobierno español, se consiguieron sin pensarlo, quien les recordara la triste historia del pasado, cuando los colonizadores españoles, se pasearon por nuestra América, engañando y masacrando a nuestros antecesores. Una etapa de crímenes para imponer su ley y el saqueo; adelantándose en sus fechorías a lo que hoy se conoce, como el imperialismo; donde llegaban imponían la fuerza, para dejar sus representantes para continuar con el robo descarado. Todo esto se los recordó el presidente López Obrador, en un documento, que es una verdadera clase de la historia de las invasiones de España, en suelo mexicano, comandadas por Hernán Cortez. La verdad que no quieren ni ver y menos aceptar los actuales mandatarios españoles. Al rey y su corte, lo único, que les gusta son los halagos y la sumisión.
Ahora, cuando les cantan esas verdades, con testimonios en la mano se les hace difícil entender la firme decisión del gobierno mexicano de no invitar Su Majestad –como a ellos les gusta llamarlo– que no es otro, sino el simplemente Felipe. La próxima mandataria del pueblo mexicano, empieza con buen pie, cuando de manera muy cordial les aclaró el por qué, no fue invitado el reycito y en su defecto le hicieron llegar la tarjeta de invitación al presidente Pedro Sánchez, para el 1 de octubre día de la trasmisión de mando, pero el presidente se encuentra sometido al anacronismo propio de unas leyes, el cual vienen precisamente de esa época nefasta para los pueblos americanos; rechazó el convite para ir hacer el dúo, con Su Majestad el rey, con la canción de José Alfredo Jiménez ¡el rey! dolidos, porque la nueva mandataria mexicana, les dijo de manera muy diplomática ¡REY ALLÁ, AQUÍ NO!