Cuando los medios lanzan este tipo de noticia, son mensajes para los poderosos, para que preparen el ataque artero. Este titular de prensa era un mensaje para el Poder Judicial, para Fedecamaras y sobre todo para las Fuerzas Armadas, en 1998. Se les estaba diciendo que por cualquier medio había que impedir que un hombre con carácter como Chávez pudiera llegar a gobernarnos. Los grandes poderes controlados por Estados Unidos siempre buscan que gobiernen hombres manipulables, débiles y cobardes, que nunca vayan a hacer algo “irresponsable” (como dijo Kissinger había actuado Allende), algo fuera de lugar, algo que no convenga a la política de Occidente.
Gobernar sin seguir las pautas que impone Estados Unidos es terriblemente peligroso, y eso lo saben todos los que se dedican a la política de partidos en el mundo. Por ejemplo, el candidato Andrés Velásquez le ganó en 1994 las elecciones a Rafael Caldera, y en medio de mil tensiones que le crearon para asumir el cargo, entró en pánico. Fue llamado a la embajada norteamericana y se le aconsejó que no fuera a crear un escándalo y que de la más razonable le cediera el puesto a Rafael Caldera, y que en cambio se le daría una buena bonificación en dólares. Andrés “fue razonable” y aceptó la derrota. Esto no iba a pasar nunca con Chávez, motivo por el cual se desató contra él la más grande y pavorosa guerra desde Estados Unidos que contra un hombre se había hecho, incluso más bestial que la que se hizo contra Fidel Castro.