Joaquín Ramos
Una persona amiga me envió un artículo muy reciente aparecido en el Diario Las Américas, con deposiciones del economista José Guerra y diarreas de SOS Orinoco; las que no repetiré acá, pero sí las refutaré de manera exhaustiva:
Esas declaraciones son mierda pura.
Primero, El Conejo, a.k.a. José Guerra no dice que el laboratorio de análisis del oro del BCV lo eliminaron en la cuarta;
Segundo, que antes enviaban al exterior el oro en bruto para que fuera refinado, moldeado y certificado, con mayores costos; con las respectivas comisiones para los funcionarios del BCV, sobre todo en época de Pedro Tinoco.
Tercero, la Corporación Venezolana de Minería está plenamente capacitada para producir lingotes de oro monetario;
Cuarto, si El Conejo dice que no se ha solicitado el good delivery, no puede ser cierto que Londres rechazó dar la certificación, como falsamente se afirma en el escrito;
Quinto, para certificar el oro no hace falta enviarlo, basta que vengan los auditores, como se hace, por ejemplo, con bienes inmuebles;
Sexto, no se puede depender de entidades controladas por los enemigos del Gobierno, que no reconocen al presidente constitucional Nicolás Maduro Moros ni al BCV y que le imponen toda clase de restricciones por afán político; si intentamos certificar nuestro oro en los países enemigos,, no lo harán así sea el mejor oro del mundo.
Séptimo, en tal escenario es necesario y legítimo acudir a otras instancias, no podemos quedar paralizados; es como con el tema de los pagos internacionales, si nos bloquean el SWIFT ¿nos jodemos y nunca podemos hacer operaciones, o buscamos alternativas?
Nada impide que certifiquemos nuestro oro con entidades rusas, chinas y sudafricanas, que todas tienen mucha más capacidad y experiencia con el procesamiento del Oro, que Londres, Alemania o Suiza que no lo producen y sólo lo trafican, acaparan y hasta roban; como está haciendo el Banco de Inglaterra (banco central del Reino Unido) con más de 31 toneladas de oro monetario propiedad de Venezuela y que, a la fecha, valen más de USD 3.100 millones;
Octavo, lo de las «renuncias» de directores del BCV por motivo del oro es un bulo que ni siquiera es sostenido por quienes lo lanzaron como mera especulación;
Noveno, la ONG SOS Orinoco es una operadora política financiada por los EUA para atacar precisamente la actividad minera legal y autónoma del Estado venezolano, porque saben que es una fuente de actividad económica y de generación de ingresos;
Décimo, no se aporta ninguna prueba documental de tan siquiera una de las falsas afirmaciones reflejadas en el artículo;
Décimo primero, en cualquier caso, es legal y legítimo que el BCV emita bolívares que entregue al Fisco Nacional, a cambio del oro recibido; así ha sido desde la creación del BCV en 1940 y está previsto en su ley como mecanismo de emisión monetaria.
Décimo segundo, el medio donde se publica el artículo es otro antro tarifado de propaganda de la derecha internacional, habituado a atacar al Estado venezolano y a sus habitantes.