Por: JESUS RAFAEL GAMARRA LUNA
La Guerra en Colombia ha dejado un total de 262.197 muertos y 80.514 desaparecidos, desde 1958 a 2018; la cifra de Migrantes asciende a cerca de 9 millones de los cuales 500.000 son exiliados. Las víctimas de la guerra según ACNUR suman 350.000, aunque otras organizaciones señalan de 600 a 800.000 víctimas. En el primer semestre de 2018 van 145 asesinatos políticos de dirigentes sindicales, indígenas, campesinos, estudiantes, negritudes y defensores de derechos humanos; en el postconflicto han sido asesinados 34 integrantes de las FARC-EP que se habían acogido a los acuerdos de la Habana, desmovilizados.
Las políticas de estado y el paramilitarismo han desmantelado el país en contubernio con las Empresas Transnacionales de la minería y de los alimentos afectando estructuralmente el campo y exterminando al campesinado. Somos el país del planeta con el mayor número de desplazamiento interno que suma 7.000.000 de desplazados, esto ha generado la pérdida de más de 17.000.000 millones de hectáreas que hoy están en manos de paramilitares, terratenientes y multinacionales en proyectos de extracción minera y cultivos extensivos de palma aceitera.
La burguesía, la derecha colombiana en alianza con EE.UUU y las Transnacionales optaron por asegurar su modelo de acumulación capitalista criminal profundizando la guerra y el despojo, reconstruyendo su hegemonía al lado de Uribe con el Partido Centro Democrático. Iván Duque asume hoy la presidencia y se proyecta un escenario inmediato de profundización de la guerra, reducción del alcance de los acuerdos de la Habana, obstrucción de los diálogos con ELN, perdida de garantías políticos, económicas y sociales de las mayorías, profundización de la inequidad y exclusión. Duque sintetizó en dos palabras su programa de gobierno “seguridad y justicia”, lo que no es más que una reedición de la “seguridad democrática” de Uribe, quien lo engendró.
Colombia tiene petróleo para 10 años y EEUU sólo tiene para 20 años más. Esto los obliga a empujar la guerra en Venezuela a cualquier precio, esta es la causa de la desesperada decisión de asesinar al Presidente Nicolás Maduro. Pero no es sólo el problema del petróleo, también es el modelo económico y político que dirige el gobierno Venezuela y que está contenido en el Plan de la Patria. El socialismo bolivariano es una realidad en construcción que cuenta con el respaldo del pueblo venezolano y de cientos de naciones, que entre otras cosas promueve a través de CELAC y UNASUR un mundo multipolar y una América Latina y el Caribe como territorio de paz.
La Corriente Bolivariana Guevarista, Los Migrantes colombianos, SOMOS LA GENTE POLO PDA, capítulo Venezuela nos solidarizamos con el Presidente Nicolás Maduro y el conjunto del pueblo venezolano; llamamos a la unidad del movimiento social, político y al Poder Popular para derrotar la guerra desatada por EE.UU y lanzada por Juan Manuel Santos desde Colombia y continuada por Iván Duque.
Igualmente nos solidarizamos y hacemos un llamado al pueblo colombiano para que desarrollemos una verdadera OPOSICIÓN EN UNIDAD al gobierno que hoy asume con Iván Duque; fortalezcamos la Unidad alrededor de Colombia Humana y con el POLO PDA como expresión de la izquierda colombiana.
#SerLiderSocialNoEsDelito
Vocero Corriente Bolivariana Guevarista
@EsRafaelGamarra