En la gráfica vemos al general Marcos Pérez Jiménez dando unos pasitos con la reina de carnaval de Caracas el año de 1957.
Las reinas de belleza en Venezuela desfilaban por el palacio de Miraflores, y allí eran muy bien atendidas por la Casa Militar, y el presidente de la república le daba el visto bueno a la que le parecía la mejor. El Vicealmirante Wolfgang Larrazábal, quien era el presidente del Círculo Militar era el encargado de presentárselas.
No hay duda de que esa fama que le crearon a Pérez Jiménez de andar buscando carajitas en la isla de La Orchila se la crearon o se la inventaron por su declarado gusto por las carajitas. En una ocasión que conversaba con el general Gustavo Pardi Dávila (quien fue ministro de la Defensa del presidente Caldera) me contó (a José Sant Roz) en una ocasión que entrevistaba para el semanario La Razón, que Pérez Jiménez se le molestó porque él y que le estaba metiendo el ojo a una preciosa joven en el Círculo Militar, a quien el presidente estaba cortejando. Pérez Jiménez estaba casado con doña Flor Chalbaud con quien tuvo varias hijas, y fue inseparable a su esposa hasta la muerte.