Guillermo Guzmán
Para el pueblo, la verdad es como el agua filtrada que no llega a los labios sino a través del lodo. Eh, mas el pueblo es para mí algo más que un concepto; pero para el antipueblo, ese significativo sector donde pulula tanto el lumpen de la burguesía como el lumpen del proletariado, la verdad es únicamente lo que ellos propalan y puesto que ambos —el lumpemburgués tanto como el lumpemproletario— son esclavos de la mera élite plutócrata dueña de los grandes medios de comunicación, o mejor decir, de los grandes medios de difusión de los valores del consumismo capitalista, ellos creen ser amos de la no obstante escurridiza verdad a la que dan como ecuménica; pero, la verdad radical no es en modo alguno patrimonio absoluto de nadie en particular, ni de la contrarrevolución ni de la revolución; la verdad es relativa, siempre es así, siempre hay algo que no vemos de la realidad que tenemos enfrente porque la realidad, la verdad, tiene aristas visibles e invisibles también. El loco Albert, padre de la relatividad general, describe muy acertadamente esa cuestión así, además de con E = m C2: “…para un hombre que está sentado al lado de una mujer bonita durante una hora eso le parece a él apenas un minuto; pero para ese mismo hombre, sentarse un minuto sobre una estufa, eso le parece más de una hora. Eh, relatividad de espacio y tiempo.
Nosotros tenemos que ir más allá de la prosa, tenemos que mover los remos. La práctica rompe la gramática y por eso nosotros tenemos que mover los brazos antes que hablar pendejadas porque la pretensión de los gringos es esclavizar al mundo y para lo cual pretenden primero apoderarse de Venezuela donde están el petróleo y otras fuentes papayas de energía que ellos necesitan robarnos. La estrategia gringa es apoderarse de nuestras cabezas, primero, para inmediatamente apoderarse de nuestras riquezas.
Ya el gringo tiene esclavizada la cabeza de Macabra —lumpemburguesa— y la de Figuera —lumpemproletario, por solamente daros un par de ejemplos de lúmpenes pero, ojo, ellos no son los únicos.
Yo a nadie le deseo una tormenta en la mar, ni siquiera a la sanguinaria Macabra émula de José Tomás Boves a doscientos y pico de años después de las matanzas de éste contra el pueblo venezolano, y que se constituyó también, recientemente, en algo pavoroso para nosotros, reitero, en los delirios furiosos de Macabra; ¡quién hubiese supuesto que ahora viniese contra el heroico pueblo venezolano la versión femenina de aquella pavorosa locura, la de Boves!
Eh, en la escualidad hay un mar de fondo pero ni capitán ni tripulación saben qué hacer; es más, se desconoce capitán alguno por lo que esa gente navega al garete, aunque una tripulante —Macabra— en medio de trifulcas se cogió el timón y parece creer conducir al Titanic, ¡vaya a qué destino!, habría de saber si , aunque a lo loco, entrompa la ola con la proa o con la popa, menos quizá por las amuras porque si lo hace de lleno por un costado, estribor o babor, esa piara no celebrará navidades ni ahora 2024 ni mucho menos en 2025 sino quizá cuando San Juan agache el dedo. Mas, infiero que dada la impenitente facundia de la obsesa de fascismo Macabra ella decide y decidiría en cualquier caso por dar de lleno, por chocar, a ultraestribor.
Nomás hace pocas horas un gran compañero mío me dijo que se le había perdido la faena debido a la falta de energía eléctrica, al tremendo apagón que Macabra y su banda de malhechores llevaron a cabo, y que él ni siquiera encontró donde comprar hielo, y aparte de que el freezer se le jodió, salar su pesca no le era rentable porque para colmo tampoco encontró sal suficiente, así que tuvo que repartir entre vecinos lo poco que no estaba manido, porque ni a los gatos.
No es la única historia, fue generalizada la cuestión , el malestar entre todos los sectores e inclusive entre los muy favorecidos social y económicamente algunos de los cuales probaron la cicuta con loca fruición —“… ¡no me importa, a ver si salimos de ésto! (masculló un vejestorio, una emperifollada y egoísta vieja que se la pasa todo el día con un rosario en la mano pero ojalá que fuese con un rosario de boyas, no de bolitas, y maldiciendo ya es de suponer a quién)…”—.
Lo que pude oír respecto a Macabra, gendarme del fascismo que acecha, me puso en guardia, por lo que tuve que expresar mis opiniones al respecto: “ Sí Venezuela se constituyó en un Estado de derecho y de justicia —dije— nadie en particular debe pretender tomarse la ley a la machimberga sino la establecida pero eso sí, colaborar con la captura del infractor, en este caso de la infractora ‘Madame Kalalú’, es decir, de Macabra —indistintamente así le dice el pueblo en esta comarca— y que ésta sea puesta a la orden de a quien corresponda, dejemos que sea la justicia legal y no la ilegal la que proceda porque un pueblo arrecho es como un río dentro de un conuco, por la crecida que arrasa con todo a su paso y, ¡qué queda de eso? Eso de que el pueblo tome la justicia en sus manos, así a lo loco, como río en conuco, a mí no me convence porque eso sería también fascismo”.
Ni Macabra ni su Monifato ni nadie más, fuese éste/a de acá de allá o de acullá, debe estar por encima de la justicia, confiemos en que temprano o tarde le toque rendir cuentas a la tan pavorosa Macabra y en cuyo caso ella tendrá que apretarse ese bicho bien apretadito a tal punto que no se le salga siquiera un suspiro —¡fo!— y que tampoco le quepa ni una aguja.
A diferencia, a distancias de siete leguas —eh, como quien dice, una burusa— del fascismo está la justicia bolivariana y chavista que respeta la dignidad y la vida de todos. Así que cuando digo que Macabra tendrá que apretar ese bicho me refiero a con lo que ella piensa y, desde luego, introyectarse y redimirse, esto es, dejar de lado el haz de varas y el hacha símbolos del fascismo mussoliniano emparentado con el nacional-socialismo alemán, cerril simbología de los magistrados del imperio romano es el hacha.
Lo vengo ventilando desde hace un tiempito en “Nerón y González Urrutia fauces de fascismo” contentivo de consideraciones acerca de que, antes que Mussolini, Hittler y Franco, el fascismo se manifestó durante el imperio romano en Nerón.
En la aludida reflexión “Nerón y González Urrutia fauces de fascismo”, y que está en red, por lo que podéis escarbar ahí, os dejo un complemento a estas reflexiones pero, eso sí, siempre que no seáis propenso a la nausea. Mas, reitero, recordad y digerid que la verdad es como el agua filtrada que no llega a los labios sino a través del lodo.
Ñapas:
Bicho, cerebro de Ña fascista; suspiro, algo así como un vientecito inodoro; agujas, las del reloj de Lucho Gatica; cicuta, una sal romántica que toman las despechadas; vara, con la que midas, en contrario, …
Ah, os aclaro que tanto la clase burguesa como la clase trabajadora tienen lumpem. Lumpen significa algo así como esa persona sinvergüenza, malandra, traidora, la escoria de clase, lo peor, lo más inmoral de cada estrato social y que está dispuesta a hacer el más sucio trabajo a cambio de migajas que como a perros les ofrecen. También se le conoce como falsa consciencia de clase.
La referida extrema cáfila fascista —ultraderechismo + uno que otro comunista de derecha ultra, pueden ser batidos en una chacachaca y de ahí lo que ha de salir será: ¡Fo, carajo!
Ñapa:
Hoy el pueblo venezolano sabe que el poder es suyo.
La unidad del pueblo es la esencia de su fuerza, de su poder; y tal unidad, y más que unidad comunión, emana de su alto nivel de consciencia.
Mi pueblo es maravilloso, bolivariano y chavista.