Aunque el ex presidente Carter expresó su desacuerdo con la política de Hugo Chávez, afirmó que en 2006 ganó los comicios de una manera totalmente honesta. Pero la enferma oposición llamó a incendiar el país y a derramamiento de sangre en las calles con protestas y guarimbas. Ramós Allup hizo cientos de declaraciones que había habido fraude, y de allí la llamada canalla comunidad internacional se apoyó para atacarnos con mentiras y desconocimiento de nuestras instituxciones. «De hecho, de las 92 elecciones que hemos monitoreado, yo diría que el proceso electoral en Venezuela es el mejor del mundo», señaló Carter. Según él, la mayor ventaja del sistema venezolano es el hecho de que sea totalmente automático, lo que facilita la verificación de los resultados de las elecciones.
Asimismo, Carter subrayó que en general las elecciones en Latinoamérica han mejorado de una manera considerable durante las décadas pasadas. Sin embargo, en Estados Unidos notó un proceso regresivo: mientras que los candidatos de la mayoría de los países sudamericanos dependen exclusivamente del dinero público para financiar su campaña, los candidatos estadounidenses reciben también contribuciones privadas, lo que estimula la corrupción.
Aunque la financiación pública sigue siendo una opción para los candidatos de EE.UU., los candidatos de los dos partidos políticos más importantes del país han optado por recaudar más fondos a través de donaciones privadas. «Tenemos uno de los peores procesos electorales en el mundo, debido a la afluencia excesiva de dinero privado», dijo Carter.
En el caso venezolano, la Ley de Partidos Políticos, Reuniones Públicas y Manifestaciones prohíbe a las organizaciones políticas «aceptar donaciones o subsidios de las entidades públicas, tengan o no carácter autónomo; de las compañías extranjeras o con casa matriz en el extranjero; de empresas concesionarias de obras públicas o de cualquier servicio de bienes propiedad del Estado; de Estados extranjeros y organizaciones políticas extranjeras».