AUTOR EpifanIo Sánchez Suárez
El preámbulo a la invasión de Libia, era un lenguaje que citaba los valores humanos más excelsos de la civilización.
Contra el régimen de Muamar el Gadafi, “debemos luchar por la libertad del pueblo de libia contra la opresión y el crimen, por los derechos humanos de los libios”, profesaba Obama y la Unión Europea, desde la artillería mediática, mundial. Hasta que llegó la infeliz frase de Hilary Clinton “Vinimos, vimos, él está muerto , acompañando de risa, su hilarante expresión. Mientras en nuestra memoria seguía fresco el martirio público de Muamar.
Sin embargo en el transcurrir, a la víspera de la invasión, atrincherada detrás de una misión humanitaria, apoyada por Inglaterra, Francia, EEUU, resaltaba un pueblo incauto, que aún, el día anterior del primer bombardeo “ humanitario”, visitaba centros comerciales y visitaban el cine, en el clásico hábito del consumo que creían perpetuo, que sucumbió drásticamente a la conciencia del trauma de una realidad violada por los “amigos de la OTAN”, “ liberando” a un pueblo incrédulo, hacia su irremediable y fatal nueva suerte, La muerte, el esclavismo, la inmigración forzada, el crimen, los desplazamientos “ilegales” en el mediterráneo con ahogamientos y desapariciones de niños, madres y padres, el pueblo a la deriva de los miserables. En fin, la reducción abrupta del nivel de vida, más alto de toda áfrica.
La mentira fue un instrumento a la mano, no importaba que nadie lo creyera. Recuerdan el montaje de la plaza verde.
Maquiavelo dejó un legado, hoy día se estudia en las universidades, licenciatura en lenguaje político. Cuando en mis manos, siendo muchacho, me informé de semejante posibilidad, mi reacción espontánea, fue de alerta. Separar el lenguaje político del quehacer político, es justificar el medio para el fin perfecto, conseguir el poder político puede ser operado a través del “lenguaje político”. Aplicar a la dinámica política la mercadotecnia del consumo, es solo cuestión de decisión, si un político llega a la presidencia, después de una “campaña electoral”, porque entonces no probar con el cambio de un régimen, que podemos desprestigiar a través del lenguaje, “construyendo” la promesa de un nuevo futuro, artificialmente construido.
Desde Platón sabemos con conocimiento de causa, que el lenguaje “construye la realidad”, solo es asunto de creerlo y el paraíso existe a partir del lenguaje, es cuestión de fe y quién tiene fe, dicen los conocedores, merece un milagro.
La Libia de hoy se resume al lenguaje que los invasores construyen de una rebatiña:
EL 22 -06- 2020 MACRON, PRESIDENTE DE FRANCIA, SE QUEJABA SOBRE LA «MUERTE CEREBRAL» DE LA OTAN TRAS EL IMPASE CON TURQUÍA CERCA DE LIBIA, CUESTIONANDO “EL PAPEL DE LA ALIANZA ATLÁNTICA CON SU CONCEPTO DE DEFENSA COLECTIVA”.
“EMMANUEL MACRON HA DENUNCIADO UN «JUEGO PELIGROSO» DE TURQUÍA EN LIBIA Y HA DECLARADO ESTE LUNES QUE EL RECIENTE INCIDENTE NAVAL ENTRE PARÍS Y ANKARA CERCA DE LAS COSTAS DEL PAÍS AFRICANO DEMUESTRA LA «MUERTE CEREBRAL DE LA OTAN».
Detrás quedaron los derechos de los Libios, el País de los Libios, la felicidad de los Libios, los hijos de los Libios, la familia de los Libios, los centros comerciales, sus cines, el gobierno de los Libios, la estabilidad de los Libios, los derechos humanos de los Libios, su autodeterminación. En fin, las razones humanitarias de la LIBERTAD de los Libios, por la cual fue bombardeada e invadida Libia.
Sin embargo, prevalece la rebatiña, recuerdan que Libia poseía 200 mil millones de dólares de reserva internacional?! Han visto las fotos, cómo los EEUU y sus “aliados de la OTAN se roban el petróleo de Libia?! Han seguido las noticias de la miseria en que está hoy día, incurso la población de Libia?!
Es un libreto que el imperio norteamericano y sus “aliados” de la Unión Europea, aplicó a Irak, en Siria.
La misma receta está en marcha hoy, contra Venezuela.