AUTOR: Prof. Dr. Rubén D. Castellano González*
La alta transmisibilidad mostrada por el virus Sars-Cov-2, responsable de la pandemia de Covid-19 que padece la humanidad desde finales del 2019, hace que todos seamos vulnerables; sin embargo, y aunque con ese nivel de vulnerabilidad no existe una igualdad de exposición y/o de su reiteración, que junto a unas susceptibilidades particulares devenidas por la diada edad-comorbilidades múltiples y el rigor de los autocuidados entre otras variables, se codeterminan el mayor o menor riesgo de padecer la Covid-19. Asimismo, esto hace que también existan riesgos dependientes según ciertas actividades laborales entre los ciudadanos de una nación bajo esta pandemia. Esa es una realidad epidemiológica innegable mostrada consistentemente hasta ahora por el Sars-Cov-2 y la pandemia de Covid-19 que genera.
Recientemente, el rector Bonucci difundió una misiva a modo de carta pública (11-6-2021) y 14 días después de iniciada la fase II de una masiva inmunización anticovib del MPPSalud, (13% de cobertura de la población general a la fecha). Esta misiva estuvo dirigida a la Autoridad Única de Salud (AUS) Dr. Ramón Nieves C. y al Director de la Corporación de Salud del E. B. de Mérida (Corposalud) Dr. Rubén Gallo.
Veamos. Esta carta que con desparpajo, impertinencia e impericia les exhorta, comprometiendo a la ULA misma, a «diseñar y ejecutar un plan de vacunación con «criterios científicos y sensatos», sin aprehensión alguna de la realidad pues ya estaba ejecutándose vacunaciones en sus fases I y II, fases de plan de vacunación antiSars-Cov-2 para y entre los sectores que por sus particulares profesiones y al estar activos laboralmente eran vulnerables de muy alto riesgo, junto con los mayores de 60 años con comorbilidades múltiples.
Ese plan de vacunación fue desarrollado e implementado en el MPPSalud por sus expertos en estrategias y tácticas de vacunación conjuntamente con los de la Oficina Panamericana de Salud (OPS) y Organización Mundial de la Salud (OMS); un plan que corresponde a las realidades de Venezuela y es una parte de un programa general amplio como extenso de medidas prevención y contención de la transmisibilidad y contagio entre la población general del país, conjuntos de medidas que efectiva y oportunamente decretó el Presidente Constitucional Nicolás Maduro, implantado hace ya más de un año atrás (14-03-2020).
Todo este conjunto de medidas presidenciales que el rector Bonucci, al parecer no quiso enterarse o ignora a ex-profeso pues, ciertamente para el rector y su consejo universitario que desde 18-2-2019 reconocen a un mequetrefe, un delincuente e instigador de bloqueos y sanciones que afectan todo aspecto de la vida y salud de los venezolanos y de la Nación: Juan Guaidó, el presidente interino de la ULA ¿Antes de enviar esa carta, ya habrá ordenado el rector Bonucci al consejo universitario levantar sanción de esa resolución y otras que impulsó para ese inconstitucional «reconocimiento» otorgado a un delincuente?
Este es el marco político en que deben considerarse la misiva rectoral en cuestión.
Es así entonces que, en esa misiva ignora el rector Bonucci que a pesar de esa complicidad activa y de su consejo universitario no le exige dicho plan de vacunación al responsable del criminal bloqueo, saqueo de recursos, propiedades y de cuentas internacionales de la República que su J.Guaidó, como presidente interino, quien desencadenó y desencadena contra todos los venezolanos, su salud y bienestar. Y, sin miramiento alguno, el rector Bonucci si tiene el tupé de exigir «unos criterios científicos y sensatos» para un plan de vacunación exclusivo a la Autoridad Única de Salud, responsable directo del Presidente Constitucional Nicolás Maduro, una autoridad nacional que ni él y ni su consejo universitario la reconocen, haciendo gala de un monumental dislate cognitivo.
Así mismo, en su carta, Rector Bonucci, se obvian y se ocultan con descaro sus complicidades a las guaidocianas felonías y ataques a la salud y bienestar que padecemos los venezolanos, perversiones que Ud. mismo y su consejo universitario avalan. Y luego pide trato exclusivo.
Lo cierto es que, esas vacunas con las autorizaciones previas de uso por entes internacionales (OMS) y nacionales por la Junta Nacional Revisora de Medicamentos, hizo que Venezuela con grandes esfuerzos a través de MPPSalud adquiriese lotes importantes para iniciar, con estricto cumplimiento a los criterios del MPPSalud/OPS/OMS, la vacunación intensiva de los más vulnerables dada sus elevadas y repetidas exposiciones al contagio con el Sars-Cov-2, que fue estructurada y dirigida en la fase I a todo el personal médico-sanitario de 1ra. línea de la batalla contra la Covid-19, fase que además se incluyó a distintos docentes universitarios y estudiantes-pasantes activos en los distintos centros asistenciales a todo lo largo y ancho del país (Públicos/Privados). También, en esta fase I se inmuniza al personal sociosanitario de apoyo y servicios vinculados a esos centros asistenciales, quienes atienden a los venezolanos afectados por la Covid-19. Priorización racionalmente irrebatible.
Olvida intencionalmente el rector Bonucci en su carta, los principios epidemiológicos que la prevención es el aspecto fundamental en una enfermedad altamente contagiosa como la Covi-19, y con ello, el decreto de emergencia sanitaria nacional con el que se ordenó el cese de todas las actividades laborales no esenciales y la educación presencial fue una de esas áreas y así, se hizo casi nula la exposición entre los trabajadores de la educación y por ende, se brindó un nivel bastante bajo de riesgo, reduciendo la vulnerabilidad a este numeroso grupo de venezolanos: los educadores, tal igual como a los otros sectores a los que hubo de forzar la detención de sus actividades. Un enorme e innegable esfuerzo de prevención.
Ante esa realidad, el rector Bonucci con sus argucias discursivas oculta y manipula, cuando al argumentar unas pretendidas exposiciones al riesgo entre trabajadores educativos sin actividad laboral alguna desde el 15-03-2020, un riesgo que no dista de otros sectores y grupos poblacionales que detuvieron forzosamente sus actividades por la pandemia, pero que ahora pretende el rector Bonucci imponerse con unos indefinidos e insustanciales «criterios científicos y sensatos» para exhibirse como promotor un plan de vacunación para específico a sector universitario, en contravención a los criterios empleados por los expertos del MPPSalud/OPS/OMS en la fase II masiva, ya iniciada el 29-5-2021, que da cobertura al otro grupo que posee el siguiente mayor riesgo: la de mayores de 60 años con comorbilidades múltiples.Unas inmunizaciones que se ejecuta independientemente de que se pertenezca a un sector específico y al que sólo se accede con un sms a su teléfono, (regulador del volumen de atención). El sms convoca a más del 99% de ese grupo y registrado en la base de datos de jubilados del IVSS y de pensionados de Plan de la Patria. También, ya a otros grupos de edad-riesgo se les está cumpliendo con su 1ra. dosis de Sputnik-V o de Sinopharm: los venezolanos de 59 años o menos ya se les está convocado e inmunizando.
Cierto además es que sólo de forma particular para esta fase II se incluyó y se cumplió la instrucción ministerial de vacunación a todas las autoridades rectorales del país. Su vacunación de 1ra. dosis rector Bonucci se le cumplió el martes 08-4-2021, como bien ha de recordar.
Si de sensatez se trata y para facilitar la vacunación masiva de todos los demás venezolanos, una titánica tarea que desarrollan las instituciones constitucionales de la Nación y en pro de su bienestar, debería usted rector Bonucci y su consejo universitario, primero y ante que nada, restituir y asumir sus responsabilidades en el reconocimiento de las instituciones del Estado Venezolano, de exigir de cara ante los merideños y venezolanos, la Nación y las demás instancias internacionales que cesen de inmediato los bloqueos financiero-comerciales, las medidas coercitivas, liberación de los recursos de la República en divisas colocados en bancos internacionales, restitución de todos los bienes y operaciones de Citgo y Monómeros a las legítimas autoridades de la República entre otras sensatas y nacionalistas decisiones de su consejo universitario para que todos los venezolanos tengamos goze y disfrute de esos bienes y recursos expoliados y saqueados por la pandilla del delincuente que apoyan y reconocen como «interino»: J.Guaidó. Lo demás, es sólo escenas de más de lo mismo, de lo que nos tiene y es habitual en la ULA en sus ultimas décadas.
Todo ese pasado de la ULA, del consejo universitario que preside rector Bonucci no lo borra ni Dios.
+ Prof. Dr. Rubén D. Castellano González Representante Ministerial en ULA. Integrante de la Comisión Estatal Científica-Técnica Anticovid de E.B.Mérida.