Lauría, Carmelo: Borrachito que surge de las ciénagas financieras profundas de AD. Nació el 24 de agosto de 1936. Hijo de inmigrantes italianos. Estudió en La Salle se graduó de abogado en la UCAB. Entró a trabajar, recién graduado, en la consultoría jurídica del Banco de Venezuela y a los pocos años llegó a ser Presidente de esta entidad. De allí lo reclutó CAP quien lo elevó a Ministro de Fomento. En realidad, se convirtió en todo un superministro, porque decidía sobre todo, y hasta mandaba más que el propio CAP.
Para el 2004 era de los que más bramaba contra Chávez y se encontraba siempre apestando (efluvios líricos. Diría Ramos Allup) a whisky fino a la vez que convertido en uno de los hombres más ricos y ladrones de Venezuela. Para la defensa de Blanca Ibáñez se le entregaron 20 millones de bolívares, un platal. Fue el gran cabrón de Lusinchi, e hizo las gestiones, ante la Universidad Santa María, para que se le diese el título de abogado a Blanca Ibáñez.
Lauría, Carmelo: A Carlos Andrés Pérez le urgía tener un tren de cabrones banqueros y testaferros. No le bastaba con Pedro Tinoco y todos los secundones de éste. Para las tareas más bajas de sus negocios puso a Carmelo Lauría, uno de sus ministros predilectos, quien junto con Diego Arria, tenía al Estado bajo sus perros falderos y a su merced de sus trácalas, durante toda la miserable época del barraganato de doña Cecilia Matos y doña Blanca Ibáñez. El ministro Lauría aparecía en las fotografías de la época de 1979 de la gran prensa muy juguetón y sonriente con la Cecilia Matos, y era infaltable en las grandes juergas que se formaban en la mansión de la Lagunita Country Club que a la poderosa barragana le había arreglado Enrique Delfino. Lauría, Carmelo: Fue Secretario de la Presidencia durante el primer mandato de CAP, y propuso en 1978, la unión de todos los partidos de la oligarquía porque él veía que podía darse una revolución de izquierda en que todo lo podía perder. Quiso hacer un negocio con el diario El Nacional que consistía en lo siguiente: “Entréguenme ustedes una lista de ministro corruptos, que yo entonces les daré una lista de periodistas que se dejan sobornar”. El Nacional prefirió callar.