Granier, Marcel: Abogado. Cursó estudios de posgrado en Inglaterra. A partir de 1969 asume la dirección de Radio Caracas Televisión, y produce el programa de opinión “Primer Plano”. Hijo de papi, del doctor Marcel Granier condecorado por el dictador Marcos Pérez Jiménez. Su único trabajo intelectual ha sido el librito “La generación de relevo Vs. el Estado omnipotente”, un tratado para quebrar el Estado y adueñarse de él, como en efecto lo hizo la oligarquía a la cual pertenece Marcel, durante todo el período del Puntofijismo. En este tedioso trabajo escribió: “El hombre no siente a la televisión como un adversario de afuera sino como un aliado de su propia intimidad” (pág. 82). Un aliado que provocó el golpe del 11-A, y que el día 13-A por la noche RCTV fue rodeada por el pueblo enardecido, y si no fue quemada se debió a la intervención del alcalde Freddy Bernal. Vale la pena tomar en cuenta una interesante cita que Granier hace de Jean-Francois Revel, y que fue la constante de todos los gobiernos adeco-copeyanos que tuvimos: “La injusticia suprema del terrorismo es que se manifiesta más fácilmente en aquellos regímenes donde resulta más superfluo: en las democracias” (pág. 92), y escribe Marcel algo que él desde que es dueño de RCTV jamás ha cumplido: “Servir a la comunidad involucra no ocultar, no distorsionar, no falsificar una información”. También escribió: “La democracia se perfecciona con la cooperación de los medios, y la seguridad del Estado, más que una responsabilidad común, es una necesidad común” (pág. 105).
Granier, Marcel: sus razones estratégicas cuando “propuso en la directiva del oligopolio Phelps, el take-obver sobre El Diario de Caracas, quedaron plenamente demostradas cuando se probó la eficiencia del medio televisión combinado con el medio periódico. La tenaza así formada, ha quebrado más de una voluntad, sometido a más de un socio rebelde y puesto muchos negocios en manos de Bottome-Granier. Es importante decir Bottome-Granier, porque ese es el orden jerárquico en la empresa, ya que Peter Bottome representa el paquete mayoritario de las acciones de su madre, Kate Deery, heredó de su segundo esposo, William H. Phepls. Marcel Granier representa las acciones de su esposa Phepls, y las que le han sido concediendo en negocios colaterales, apoyados en la fuerza de los medios de Comunicación. Los Phelps, propiamente dicho, se limitan a recibir dividendos y vivir bien, dejando que los muchachos manejen el negocio. Siempre, estuvo claro que, aunque la televisión siempre ha sido un gran negocio y ha tenido épocas doradas en que la inversión se ha amortizado cada año, el periódico no renta sobre la inversión e incluso tienen pérdidas operacionales. Pero sin el medio duro que representa El Diario de Caracas, el Oligopolio Phelps sería como un boxeador que sólo pegará con una mano. No podrá noquear. Es que la televisión es un medio blando, con el cual se puede seducir a un político dándole pantalla, pero no se pueden hacer campañas de descrédito en consideración a que se trata de un medio del estado, de la sociedad, que un particular concesionario no puede usar para atacar a otro ciudadano –al menos, es la teoría-. El periódico, en cambio, es realmente privado, de combate. No está sujeto a presiones oficiales. Por eso Bottome-Granier costean las pérdidas de El Diario de Caracas con parte de las ganancias de la televisión, siempre en la conciencia de que el lomito está en los negocios que el poder de los medios de comunicación hacen posible, como es el caso de la venta de aviones”[1]. Marcel es miembro del Grupo 400+ (G-400+). Véase Grupo 400+ (G-400+). Igualmente véase Phelps, William y Bottome, Peter.
Granier, Marcel: En nombre de la teoría de Marcel, de que el Estado debería reducirse a cero, Radio Caracas Televisión durante la época de los adeco-copeyanos disfrutaba de los contratos del Hipódromo Nacional sin pagar un céntimo a nadie. Por eso Marcel era de los más serviles a los gobiernos corruptos, y por eso cuando el presidente Jaime Lusinchi le solicitó que echara de RCTV a Rosana Ordoñez por burlarse delante de Carlos Andrés Pérez de la reina Blanca Ibáñez, le complació con toda la presteza de un cerdo bien cebado. Lo mismo hizo cuando echó al periodista Luis Guillermo García, aquel a quien Lusinchi le espetó: “- Tú a mí no me jodes”. Las informaciones que RCTV trasmitió sobre el Caracazo fue todas tergiversadas por órdenes de CAP, de modo que se falsearon el número de comercio saqueados, el números de muertos y desaparecidos, el números de presos y torturados. Marcel Granier acordado con su carnal mayor, el Gustavo Cisneros, controlaron todas las campañas electorales del infierno puntofijista. Para mediados de 2004, Marcel Granier era el mayor terrorista mediático de Venezuela, superando incluso al mismo Gustavo Cisneros. Estuvo en la campaña para promover el golpe del 11-A, le dio un gran espaldarazo al paro del 2 de diciembre de 2002 que duró 3 meses y llevó al país a la bancarrota. Fue de los artífices de la Guarimba junto con el terrorista agusado de Robert Alonso. Estuvo involucrado en la marea negra de paramilitares que inundaron, en marzo de 2004, a Venezuela y fue el máximo jeque de la violencia verbal a través de RCTV durante la campaña por el referendo que se hizo el 15 de agosto de 2004.