Así reviraba feo Manuel Rosales, el que luego sería candidato por la derecha a la presidencia de la República, pero ya el 13 de abril de 2002, pocas horas después de que Chávez llegara al poder, estaba al igual que Patricia Poleo y su padre Rafael Poleo, diciendo que lo habían engañado, que eso no era lo que ellos querían… Pero al Chávez perdonarlos, volvieron por sus fueros, soberanos cerdos y cobardes…