De nuevo nos escribe el amigo colombiano desde Bogotá
Los colombianos y los venezolanos conocemos, valoramos y respetamos entrañablemente los muy viejos y poderosos lazos de fraternidad y lucha que han unido y unen (deben unir) nuestros pueblos y nuestras patrias.
También sabemos que hubo muy serios ‘desacuerdos’ entre los próceres de ambos países, algunos llegando a alcanzar los niveles de la injuria, el odio y la violencia.
Pero ahora, cuando se ciernen muy ominosas amenazas y aventuras sobre Venezuela (e indirectamente sobre Colombia), es apenas obvio y necesario que reconozcamos y reforcemos esos viejos y gloriosos lazos de patriotismo común, y de ninguna manera demos pie para que los enemigos de Venezuela (no propiamente el pueblo de Colombia) saquen miserable provecho y cosechen a costa de la división y los ingratos recuerdos entre nosotros.
En este importantísimo y delicadísimo tema hay que hacer una muy sabia y enérgica pedagogía para señalar y enfatizar que lo que nos ha unido y nos une es mucho más importante y sagrado que las eventuales rasquiñas históricas que hayamos tenido.
Angustiosamente, te pido que participes en esta noble tarea.
Carlos Rojas Valdiri