8 de agosto de 1819
EL LIBERTADOR AHORCA AL TRAIDOR DE PUERTO CABELLO
Hace 200 años, el Teniente Luis Jaimes, en horas de la mañana, trasladó a los españoles apresados en la Batalla de Boyacá frente a la casa donde estaba funcionando el cuartel general del Ejército Libertador, cuando de repente, salió el General Simón Bolívar, quien dejó correr la mirada por donde estaban los oficiales realistas.
De pronto, reconoció entre los prisioneros a Francisco Fernández Vignoni, y se lo señaló con el dedo al Teniente Jaimes, quien haló por un brazo al señalado, llevándolo al Libertador, quien preguntó al canario:
“Vignoni ¿Qué pena merece el Jefe de una guarnición a quien se ha confiado la defensa de una plaza fuerte, y en vez de cumplir con su deber, se vende al enemigo, entrega a sus compatriotas para ser sacrificados, quita toda esperanza a los que sobreviven, toma parte con los enemigos para inmolar a los rendidos y esclavizar a su patria? A lo que el traidor le respondió: “Ser ahorcado Señor”.
Entonces, Simón Bolívar giró hacia donde estaba el Coronel Córdova y le dijo: “Ahorque Usted a este traidor. Ya lo oyó. Ahórquelo”.
A una señal de su superior, el Teniente Jaimes ordenó buscar un mecate, hizo que sacaran de la casa una mesa y un taburete.Mientras, temblando y rezando, Vignoni, subió a la mesa ayudado por dos soldados, cuando estaba encima de la mesa, pronunció estas palabras: “Perdóname Dios mío”.
Una vez colgado el traidor, Simón Bolívar hizo llamar al Alcalde y le dijo: “A las cuatro de la tarde hace sepultar al cadáver, así deben morir todos los traidores”.
Un Comentario
Tartufo
¡Coño! Si Chavez y Maduro hubieran sido aunque sea un poquito «implacables», no tendríamos esta maldita oposición apátrida, cobarde y terrorista. Ese comportamiento a lo Gandhi o Teresa de Calcuta, es también consecuencia de la situación que vivimos. Ni siquiera vemos la influencia de ese Fidel severo; no estoy sugiriendo que se fusile o lance al vacío a los «opositores» desde los helicópteros, como lo hacían en la IV República, pero por lo menos dejarse de las mariqueras por ejemplo: el asesino Simonovis tenía un furúnculo en el culo (aunque los psicópatas lo tienen en el cerebro), y le conceden «casita por cárcel»; el terrorista Leopoldo tiene problemas psicológicos (toda la vida lo ha tenido, por eso su madre le compra un partido político) por poquito no lo hospedan en La Casona; y cuando el pueblo clama sobre estas anormalidades, el gobierno dice que respeta las sentencias de los jueces. ¿En que país del mundo se le cambia casa por prisión a convictos por asesinato, terrorismo, genocidio? ¡El mundo al revés! Y lo más arrecho: huyen de su terrible presidio (dicen que es peor estar en casa preso con una «esposa» infernal») para el exterior, y se le desaparecen todas las enfermedades. No entiendo como las grandes transnacionales farmacéuticas no hayan tomado en cuenta esta mejoría de salud de los oPUSitores, luego de «casita por cárcel», o exilio de oro. El cáncer, enfermedades cardiovasculares, trastornos del aparato respiratorio, lesiones, trastornos mentales, enfermedades de la piel, etc,etc, sanan en menos de 24 horas cuando los mandan a casita.
A mi edad de los 70 y pico largo, he pensado muy detalladamente, aunque no lo he decidido esperando consultar con otros viejitos de mi comunidad, que no pueden adquirir medicinas, no hay dolares para clínicas y otros, inscribirnos en primero Justicia o Voluntad Popular para continuar con la lucha guarimbera, nos dejamos apresar y que nos cambien casita por cárcel, para que desaparezcan todos nuestros males, sin gastar un bolidolar. ¿Que tal?. ¿Muy pragmático?
Oración: «Espiritus: de Bolivar, Fidel, El Che, los asesinados y desaparecidos en la IV República; de los masacrados por los terroristas guarimberos; saquen a coñazos de la mente de Maduro los espíritus de Teresa de Calcuta, Ghandi, Mandela, etc, y no dejen entrar a esa clase de almas, hasta que el Presidente entienda que «la impunidad estimula al delincuente»; que no hable tanta guevonadas, que los hechos son mas fuertes que la verborrea, y que recuerde que la paciencia del pueblo que lo apoya, y que está pasando trabajo, es mas por dignidad que por necesidad.