Departamento de Estado Norteamericano: La meca de los golpistas y tiranos de Venezuela. El golpe del 18 de octubre de 1945 se planificó en junio de 1945. Betancourt y Raúl Leoni, el 3 de julio de ese mismo año, hacen una visita a Diógenes Andrade en Washington para proponerle la presidencia de la república que forma parte de la gran trama con que van a hacerse con el poder. En realidad, como ya tienen preparado el golpe van y hacen “una visita de cortesía” al Departamento de Estado[1], para ponerles al tanto de cuanto han decidido con un grupo numeroso de oficiales a la cabeza de Marcos Pérez Jiménez. Téngase en cuenta también que Pérez Jiménez estuvo en Washington en 1945, “en misión militar buscando armamento”; estuvo en el Pentágono, y cuando regresó al país dijo que su gestión había sido un éxito[2].
Poco después, Luis Herrera Camping y Rafael Caldera hacen una visita al Departamento de Estado reclamando su parte, por haber apoyado el golpe del 18 de octubre. A finales de 1957, Betancourt y Caldera son llamados al Departamento de Estado, para informarles que se ha tomado la determinación de salir del gobierno de Pérez Jiménez.
A partir de la década de 1983, políticos y militares hacen visita Departamento de Estado, haciendo ver los horrores por los que pasa Venezuela, y solicitando carta blanca para una acción militar. No se les da el visto bueno en virtud de que la alternancia política ha resultado satisfactoria para los intereses económicos de EE UU, principalmente en lo relativo a la producción petrolera que le ha permitido a los países del primer mundo la adquisición de este rubro energético de manera muy barata.
Con el triunfo de Chávez, el Departamento de Estado ha tenido prácticamente
la visita de una delegación del país cada dos meses, y se creó una sección
especial para estudiar el caso Venezuela. Estuvieron, entre otros muchos,
visitando esta central del crimen: Pedro Carmona Estanga, Carlos Ortega, Carlos
Fernández, Juan Fernández, …
[1]
“Tres
décadas caraqueñas”, Manuel Alfredo Rodríguez, Monte Avila, Caracas, 1967, pag.
938, citado por Alfonzo Ramírez en “Biografía de Andrés Eloy Blanco”,
Gobernación del Estado Mérida, IDAC y José Agustín Catalá, Centauro, 1997. Pag.
347.
[2]
“Habla el General”, Agustín Blanco Muñoz, UCV,
Editorial José Martí, Caracas, 1983. Pag. 368.