El Nacional: medio para el chantaje: todo su guerra contra el ex presidente Jaime Lusinchi en el caso RECADI fue no habérsele entregado todos los dólares preferenciales que solicitaban desesperadamente. Querían coger más que todos los restantes empresarios. Como todos los poderosos medios de comunicación en Venezuela, el diario El Nacional nació con el apoyo y el dinero amasado en sangre, injusticias, de las compañías petroleras. Fue fundado por Enrique Otero Vizcarrondo, quien después del golpe contra Gallegos pasó a ocupar un distinguido lugar entre los más protuberantes aduladores de la nueva Junta de Gobierno. Betancourt, quien tuvo pues, relaciones carnales con Miguel Otero Silva, con el odio entre parejas que se han amado profundamente, salta a desvelar la verdadera naturaleza de los que crearon EL Nacional. Era finales de la década de los cuarenta, y Betancourt ataca con saña a su viejo amante, y le decía: “Estoy al lado del pueblo, y por eso, en un país donde enriquecerse es fácil tarea para el político o el intelectual venales, soy hombre sin más dinero que un precario sueldo de periodista. Algo fundamentalmente distinto de los poetas rojos, terribles revolucionarios con carné comunista, quienes escriben poemas incendiarios para ser recitados en veladas proletarias y salen de ahí a disfrutar de burguesa vida sibarita, gracias al regalo que les hizo la vida de millones amasados con sudor de injusticias». Miguel Otero Silva acusa el golpe, y titubeando responde que no entiende por qué se desvía la discusión por otro lado cuando él lo que trata de pedir es la unidad democrática y nacional, y contesta: “A ese recuerdo de su pasado político es que se ha lanzado Betancourt a vociferar que mi padre [Enrique Otero Vizcarrondo] es millonario, siguiendo la misma ruta de ataque personal contra mí que han empleado repetidas veces todos los pasquines reaccionarios. Ante eso no tengo sino que responder… que el dinero de mi padre no es obstáculo para que yo trabaje ocho horas diarias en mi profesión de periodista, no ha influido jamás en mis actitudes políticas, ni en mi posición firme al lado de la clase obrera, ni me ha llevado a considerar como «sarampión juvenil» los principios filosóficos que contribuyeron a mi formación política y humana.”
Pero el
gladiador adeco arremeterá más implacable aún: “En cuanto a la «lealtad de
Otero Silva a los principios filosóficos» del comunismo, no la pongo en duda.
Es fácil ser leal a una «filosofía» de justicia social y transgredirla en la
práctica. Eso es tan viejo como las Escrituras, en las cuales los fariseos
aparecen rasgándose la túnica llenándose de cenizas las frentes cuando atenta
contra la «filosofía» de una praxis religiosa por ellos incumplida a
conciencia. Porque no es sólo el dinero «de su padre» el que usufructúa el
poeta proletario sino su propio dinero. El 1º de noviembre de 1942, en el
Juzgado de Comercio de Barcelona, se registró la «Compañía Anónima de Luz
Eléctrica» monopolio de un servicio público, empresa en la cual tiene 200
acciones mi contrincante en esta polémica… y en cuanto a la imputación de Aquí
está de que yo —¡es el colmo!— estoy coludido con la Standard contra los
obreros petroleros de Jusepín, les contesto que si El Nacional está
basado en una empresa capitalista como afirma Otero Silva, es porque el
producto de los royalties petroleros ha hecho posible la existencia de ese
capital[1]”.Elorza, Jesús:
miembro del Grupo 400+ (G-400+). Véase Grupo 400+ (G-400+).
[1]
Manuel Caballero, Diez grandes polémicas en
la historia de Venezuela, Fondo Editorial 60 años, Caracas (Venezuela),
1999, p. 351.