Ríos, Antonio: del ultrasindicalismo más pervertido del mundo, la CTV. Fue, pues, como otros tantos ladrones adecos, presidente de la CTV. De la estirpe de aquel ladrón también presidente de la CTV, José González Navarro quien robó tanto que montó un zoológico en su casa, con una gran variedad de animales traídos de África. Idéntico, para más señas, al deprimente Carlos Ortega. Huyó Antonio Ríos del país con una peluquera, dejando la peluca y a su esposa, tras ser víctima de un atentado, una trácala con múltiples montajes que nunca quedó clara. Después de una espantosa carrera que se produjo en El Silencio, en una protesta callejera, el gran adeco de Antonio Ríos exclamó jadeante: “El miedo es libre.” Escogió para vivir, el territorio libre de los sifrinos: Miami. No ha muerto porque nunca ha estado vivo. RIP.
Rivero, Blanquita: Véase Sociedad Civil Golpista.