Quijada, (“Concho”) Concepción: Empresario que se aprovechó del desastre y de la desorganización de todos los gobiernos puntofijistas. Empresario y productor del campo, íntimamente ligado a los negocios e intereses de Esteban Zarikian. Quijada vivió la “gloria” de aquellos gobiernos adecos y copeyanos que nadaban en las inmoralidades de todo tipo: Exoneraciones y condonaciones de deudas, privilegios y tratamientos preferenciales para los negocios de los industriales que aportasen capital para los partidos de la Guanábana. Se aprovechó de la Ley de Remisión y Consolidación de la Deuda Agraria[1]. Quijada se cansó de importar materias primas baratas sin pago de aranceles, y luego las revendía a Colombia, y claro, luego como todo un productor serio, se oponía a la apertura para obligar que le compraran sus cosechas. Una verdadera criatura de la IV República, padre y tutor de los dioses aquellos que se concentraban en la Plaza Altamira (2002-2003) y gritaban furiosos: “¡Robemos más!”, “¡Robemos más!”.
DATO OFICIAL:
Concepción Quijada González, nació el 7 de julio de 1921, en un modesto pueblito llamado La Vecindad, cerca de Juan Griego de la isla de Margarita, estado Nueva Esparta.
Al cumplir 11 años sus padres se trasladaron a Tucupita, estado Delta Amacuro, en busca de un mejor futuro. A los 18 años, ganó una beca de 100 bolívares para estudiar en la Escuela práctica de Agricultura en Maracay.
Luego se fue a San Felipe, estado Yaracuy, donde realizó pasantías en una granja del Ministerio de Agricultura y cría.
Es considerado uno de los dieciséis pioneros de la agricultura moderna en Venezuela, cursó agropecuaria por equivocación. En el libro “La relación incierta: ciencia aplicada y desarrollo en Venezuela” de Rigas Arvanitis viene el testimonio:
“Estudié agronomía sin saber lo que era […] Yo pensaba que la agronomía era astronomía” (Fondo Editorial Fintec, 1996, p. 113).
Se graduó de Perito Agropecuario en el año 1943, en la Escuela La Providencia de Turmero, en Aragua. Inició su profesión en Ceuta, estado Zulia. En 1946 lo nombran director de la Escuela Granja de Agua Blanca y se traslada a Portuguesa.
En 1950, Quijada enseñó a los antiguos conuqueros a usar sulfato de amonio como fertilizante. Los campesinos la llamaban “la sal de Concho”. En 1951 contribuye a fundar la Asociación de Productores Rurales de Portuguesa (Asoportuguesa).
Fue fundador de una larga lista de asociaciones agropecuarias, entre ellas Asoportuguesa y Anca, gremio que dirigió por 45 años hasta el 2013 y fue el primer técnico que utilizó el sulfato de amonio en el cultivo de arroz. Y el primero que incorporó los fertilizantes en la agricultura en Venezuela.
Entre 1965 y 1967 fue presidente de Fedecamaras; y en 1969 con veinte agricultores funda la Sociedad de Cañicultores de Portuguesa (SOCA Portuguesa).
Su empeño por ampliar el desarrollo agrícola lo llevó a incursionar exitosamente en la agroindustria. Fundó la empresa Coposa, para procesar industrialmente los frutos de la tierra.
De esta manera, su legado trascendió las fronteras del estado Portuguesa. Por varias generaciones de cultivadores agrícolas, es considerado como un líder y una de las mayores referencias de la actividad agropecuaria venezolana.
Él fue uno de los integrantes durante más de 60 años de esa evolución representada en la moderna agricultura surgida del cultivo colonizador del arroz.
Falleció el 24 de noviembre de 2016 en la ciudad donde hizo sus sueños realidad, Acarigua, estado Portuguesa a la edad de 95 años.
[1] Véase “Los peces gordos”, de Américo Martín, 5ª edición, Vadell Hermanos, Valencia, 1975, pág. 227-231.