Ledezma, Antonio: Adeco guariqueño de larga y ancha befa. Se perfilaba como hombre fuerte dentro de AD, hasta que por rencillas y miserias propias de este partido, sus propios conmilitones le sacaron a patadas. Pero no se arredró y fundó entonces otra bufonada adeca, llamada “Alianza Bravo Pueblo” –sarcasmo de alianza y sarcasmo de bravo- que nada tenía de pueblo ni de bravo. Cogió afición por las marchas contra el gobierno de Chávez y casi todas las encabezaba, cogiendo amplia figuración en los medios. Durante la llamada guarimbada del marzo sangriento de 2004, Ledezma encabezó la quema de una seccional del MVR en Caracas, acciones muy bien tasadas por la CIA. En estas charadas rebulicias alcanzó notoriedad y finalmente consiguió la Alcandía Metropolitana de Caracas, y de allí ha hecho juergas de hambre ante la OEA y viajes a todo el planeta presentándose como una adalid de la democracia, la libertad y la fraternidad entre los hombres de buena voluntad. RIP.
Ledezma, Antonio: trovador del dolo, del sablazo y del timo Ledezma balbucea, grita y muestra su baba tazada en dólares; un cuarto de litro de soflama de baba a 30 mil dólares…; habla de corazones, de sueños aherrojados, de las maldiciones encubiertas y trapos rotos de estrellas y colores entre esperanzas trituradas. A todos los filósofos no hace sino mentarles la abuela: a Montesquieu, a Rousseau, a Diderot, hablando de derechos difusos impetrables y humanos. Un adeco que no representa sino a una manada de apendejecidos mirones de Globovisión, y más nada; convertido en un burrito de Troya en pleno centro de Caracas luego cuando fue convertido en Alcalde Metropolitano, cumpliendo la orden de que hay que agitar al máximo las calles porque el tiempo se le agota a la oposición fascista. Los sitios de trabajo de Ledezma los tiene ahora concentrados en los alrededores de la Plaza Bolívar, por la AN, cargando con una banda de vagos, y por su puesto, con los micrófonos y cámaras de Globovisión. Un rato en el centro y otro en Globovisión, anda el tipo. Igualito a lo que hacían aquellos líderes que removieron las aguas para provocar un deslave en 11-A, como Guaicaipuro Lameda y el vice Tamayo Molina que de El Calvario corrieron a los canales para decir que el gobierno estaba caído. Grita como un energúmeno que Chávez le ha quitado espacios a su Alcaldía: qué espacios le han podido quitar, cuando él y sus jenízaros siempre han andado en plan de cogerse todo y lo viven intentando a lo macho, con guarimbas, con molotovs, a plomo limpio. Que si a él Caracas le importa muchísimo cuando varias la han quemado sus queridos estudiantillos burgueses y él ni pío ha dicho. Nunca le ha importado el país, nunca lo ha respetado, qué preocupación ahora tan grande por Caracas.
Ledezma, Antonio: no representa sino a los partidos rapaces que nos han arruinado y cuyos abogados provienen de universidades que no producen sino exquisitos ladrones. Extractos de los rábulas del sofisma que mientras más ducho son en leyes más maulas y más sinvergüenzas, diciendo que todo lo aprobado por la AN es “violatorio” del artículo 18 de la Constitución el cual,contempla y ordena mantenerel carácter democrático y participativo de la autoridad que represente al Distrito Capital.”, Toma. Como todos los estafermos de las leyes. Ledezma jura que ha sido elegido para mandar a todos los niveles y mantener en el centro una guarimba ambulante y a vocación perpetua, con correlaciones jurídico-administrativa sin ninguna autoridad que lo controle. Como cuando mandaba con CAP. Por eso cumpliendo con la Operación Jaque al Rey ha dicho que el paso que viene será sitiar el centro y entregarlo a las fieras de los de los rabiosos fanáticos de Globovisión. Cuando Venezuela estaba bajo la bota de la querida de Lusinchi, Doña Blanca Ibáñez, y se violaban a mansalva todas las leyes, Ledezma recibió un multimillonario obsequio del presidente de la república, y calló contento a gozar de una inmensa fortuna que le permitió enmaridarse con una burguesita. Ledezma no cree en la Constitución sino en sus amigos, y en sus intereses. Sus maestros han sido Rómulo Betancourt, Caldera y Carlos Canache Mata, diablillos, a la perfección de su verbo ridículo, con el que estruja sin compasión a los canales de Ravell y de Granier. Criado en el potrero de la infamia, entre godos de corazón (como Cabeza e’ Motor) y entre vivigodos (los que han vivido a los godos, como Canache) ha acabado siendo el ejemplar sabueso del Matacuras: cogiendo de lo bueno y de lo caro de lo que echa el Pentágono. Bajo la versatilidad de los tartufos de las leyes y de la intelectualidad domeñada. Para “salvar” otra vez a Venezuela. No pierden el hábito de salvarla. La democracia de la podrida Guanábana. Unos tíos que en 40 años no se enteraron de las letrinas de las fragatas, de los infiltrados en el Congreso que espiaron con saña a aquella pobre señora de Gladys de Lusinchi; porque Ledezma tuvo mucho que ver con los asesinos de Luis Ibarra Riverol y con aquellos Generales ascendido por la los perros del Congreso y de la Guerra y del presidente de la República, que robaron, que mataron y que luego huyeron sin que nadie en AD o en COPEI dijese ni pío; el Ledezma de los Recadi con los que los de su clase hicieron su agosto.
Sabiendo que Betancourt entregó un país arrasado, sin oposición, las cárceles llenas de presos políticos, la economía por el suelo, con todas las policías y frentes militares convertidos en fuerzas de ocupación y de represión, quiere otra vez montarse sobre el mismo burro y pontificar de democracia. La Nación entera entonces entregada a un sectarismo adeco furibundo, y donde lo que valía era el carnet de Acción Democrática. La justicia además en esa época sí estaba militarizada porque hablaban de que el país estaba tomado por varios frentes armados: en Lara el “Frente Simón Bolívar”, en Falcón el “Frente José Leonardo Chirinos”, en Portuguesa el “Frente José Antonio Páez”, en Miranda el “Frente El Bachiller” y el de Oriente que comprendía los Estado Anzoátegui, Monagas y Sucre el “Frente Antonio José de Sucre”. Y el padre político de Ledezma que luchaba contra ese mundo a sangre y fuego, sin el uso de ninguna ley ni constitución era el “bueno Leoni”, malévolo anciano, ladrón y abúlico. A él se acopló con docilidad Ledezma. Ya se ve para el 1012 Ledezma deliberando, verborreando, paseando, cafeseando, cacareando, picareando, mariqueando, rezongando, villaneando, tragando: grosero y burdo en el hablar, incontinente, ruín y billeteros. Vaya.
Ledezma Antonio: huelguista de hambre frente a las puertas de la OEA, y de cuyas resultas aumentó tres kilos; presidente del Partido Político Alianza al Bravo Pueblo, miembro del Grupo 400+ (G-400+). Véase Grupo 400+ (G-400+).
Ledezma Lanz, Antonio: Durante el gobierno de Leoni fue presidente del Instituto Venezolano de Petroquímica, y el director de administración, el economista Luis Prieto Oliveira, le descubrió un jugoso negocio que consistía en entregarle la Petroquímica a la Unión Carbide. En lugar de sancionarse a Ledezma, el Presidente Leoni le exigió al ministro Manuel Pérez Guerrero que destituyera a Prieto Oliveira. Así se hizo. Ledezma continuó en su cargo durante todo el mandato de Leoni, y en la campaña electoral de 1973, Ledezma aportó un cheque de 750 mil dólares a las finanzas de AD[1].
Ledo, Luís: Estadístico, miembro del Grupo 400+ (G-400+). Véase Grupo 400+ (G-400+).
Lehmann, Teresa: Investigadora Asociada, Centro de Química, IVIC. Véase Brutos universitarios y académicos.
Leiva, Michel A.: miembro del Grupo 400+ (G-400+). Véase Grupo 400+ (G-400+).
Leizaola, Paúl: Prof. Jubilado, Ing. Química, UCV. Véase Brutos universitarios y académicos.
Lentini,
Marianela: Prof. Titular,
Matemáticas, USB. Véase Brutos universitarios y académicos.
[1] “Conversaciones con Luis Beltrán Prieto”, editorial Ateneo de Caracas, Caracas, 1978, pág. 108.
Un Comentario
Tartufo
Y como no es un hombre se desquita con su mujer; luego de molida a coñazos para que no la joda más, la cabrona le dice a la prensa que se resbaló en la ducha y se golpeo el rostro con el lavamanos. Y no se sorprendan que la justicia española ya conoce su talante por el comportamiento maula de sus familiares, lo que pasa es que el gobierno arrastrado a los yanquis lo utiliza en contra de Venezuela. Pero, «hijo de ladrón, nace hampón».