Kaufman, Alejandro: Dueño del Cementerio del Este. Por las tantas ayudas recibidas de los gobiernos adecos, fue quien levantó el moderno edificio de AD, al lado de la vieja sede de La Florida. Fue el último de los grandes financistas del partido blanco. “La relación de Kaufman con AD fue de toda la vida. Amó tanto a la organización que estando enfermo, personalmente dirigió la construcción y hubo ocasiones en que se fue a observar su desarrollo transportado en silla de ruedas[1]”.
Kaufman, Alejandro: “Actuó como intermediario para recibir el dinero en su propia casa, del banquero Orlando Castro cuyo destinatario era Luis Alfaro Ucero. Aquellos recursos tenían un fin muy noble: serían utilizados para salvar la reputación del hijo del ex secretario general de AD, implicado en el affaire de Caztor, firma turística estatal que operaba en Puerto La Cruz… Los 300 millones de bolívares serían transportados en las maletas de tres carros negros de la Disip[2]”. Esa plata jamás se le devolvió a Orlando Castro.
Kauffmann, Diana: especialista en Bienes Raíces, miembro del Grupo 400+ (G-400+). Véase Grupo 400+ (G-400+).
Kerdel Vegas, Francisco: miembro de Número de las Academias de: Medicina, Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales; ex embajador: en el Reino Unido, en Francia, en UNESCO; pero sobre todo miembro del Grupo 400+ (G-400+). Véase Grupo 400+ (G-400+).
Kissinger, Henry: amado por muchos venezolanos, principalmente por Carlos Andrés Pérez, Gustavo Cisneros, Miguel Ángel Burellis Rivas y Ramón Escovar Salom. Premio Nobel de la Paz. Amamantó a una buena camada de lobos neoliberales radicados en nuestro país, y a todo el tren supremo de conspiradores empresariales que han intentado derrocar al presidente Chávez.
Kleber, Ernesto: ex Consultor Jurídico del Ministerio de Relaciones Exteriores, miembro del Grupo 400+ (G-400+). Véase Grupo 400+ (G-400+).
Koeneke,
Herbert: Prof. Titular,
Ciencia Política, USB. Véase Brutos universitarios y académicos.
[1] “Plomo más plomo es guerra”, de Juan Carlos Zapata, Alfadil Ediciones, Caracas, 2000, pág. 20.
[2] Ut supra, págs. 20 y 21.
Un Comentario
Alfredo Mmilano
La casa nacional de ad la hicieron varios años antes de la muerte de Alejandro Kaufman, fui personalmente con él a reunirme con Luis Alfaro y París Montesinos. Alejandro para esa época estaba sano y caminaba con sus propios pies.