GRÁFICA: ARGENIS CON EL POETA ALÍ LAMEDA…
11 de Noviembre
Son las 7 de la noche. Acabo de llegar a casa. Hoy me levanté con la gran ilusión de poner en práctica lo que había pensado acerca de la revista. A las 8 donde Márquez Salas, que llega media hora más tarde. Planes y confecciones de una lista de posibles anunciantes. Fuentes trae un bosquejo y un presupuesto demasiado alto. 1er golpe. Salgo con la lista y visito a Heraclio Núñez Rincón. Me da un aviso. Por la tarde visito a Rodolfo Moleiro. Me da un aviso y me dice que ponga otro de Luis Gerónimo Pietri. Son 3 en total. Pero no deja de ser desalentador. No sé porque de cinco que visito apenas me rechazan dos, tengo que desalentarme y pensar en mandarlo todo al diablo. ¡Literatura! En este país no vales nada. Es por eso que recuerdo a Gochela y me digo: mejor la política. Oscilo mucho, no me defino dentro de mí. Pero así y todo, la balanza se inclina más hacía la literatura. ¡Pero que realidad tan dura para hacer literatura! ¡Literatura, puf! Parecía decir la gente. La prensa de la tarde habla de tres muertos en Barquisimeto y el rescate de un detenido político de un Hospital. Diputado Rojo, dice la prensa. Compro una biografía de Hemingway por K. Singer. Lectura esporádica de Malraux, “La Esperanza”. Todo el día recordando aquel plebiscito de Pérez Jiménez. Nadie salió a las calles. Me fui con Ramón Bravo al mar. En el balneario Los Caracas pocas parejas bailando. A nuestro regreso las calles estaban más solas. ¿Fue en diciembre?
Pienso desechar por completo ese primer capítulo de “Aún es tiempo de combatir”. ¿Otro comienzo o corregir? Por las mañanas trabajando un poco en el escritorio de Márquez Salas. ¿Dos horas?
12 de Noviembre
El extraviado en la noche.
Apareció publicado por primera vez en la revista Tabla Redonda; en 1959, y fue el primer trabajo que publiqué. Lo escribí una noche, durante la madrugada en una casa de familia donde vivía como pensionista. El relato lo había empezado a escribir en casa de Ramón Bravo, una noche que fui a visitarlo y no lo encontré. Ángel Hernández, que compartía la habitación conmigo estaba durmiendo. Encendí la luz y escribí sin parar durante varios minutos. No sé cuantos. Sólo recuerdo que Angelito, como le decíamos, me preguntaba cuándo iba a apagar la luz. Eso fue en 1957. Lo cargaba conmigo para todos partes. Se lo di a leer a Orlando Araujo y éste se lo pasó a Oscar Zambrano Urdaneta. Después lo guardé hasta que lo publiqué en Tabla Redonda a instancias de Arnoldo Acosta Bello.
Lo metí en “El Tumulto” porque veía que la novela era más corta. Al final en “Sin Cielo” y otros relatos le di el justo merecido como relato, que es el que le considero.
Por la noche lectura sobre Goebbels y Hemingway.
En el día paso el relato que escribí en esta misma libreta. Lo modifiqué y creo termina. “Orden General”.
13 de Noviembre
Por el día nada concreto. Conversación muy importante con H.N.R. tendré que pasar mañana. Asunto político. Escribo un reportaje sobre el hombre que mató a Felizola con intenciones de venderlo a una revista. No se a cuál. Por la noche me compro el gran Meaulver. Lectura sobre Goebbels.
14 de Noviembre
Tengo que decir que estaba sin trabajo, que era por diciembre de 1961, que vivía en una quinta sobre un cerro, que por ese tiempo leía a Farrel, a Albert Maltz, a Tolstoy a Sherwood Anderson, a Dreiser, que murió Hemingway y que releí sus relatos y que con especial veneración recuerdo aquel que se llama “Un relato muy corto”. Y que trata de una enfermera que no logra casarse con ninguno de los hombres que la cortejaron; que por ese tiempo fundé una librería con mis amigos los Calzadillas y que en ella fue donde escribí los dos relatos que bauticé con los nombre de “Sin Cielo” y “Durante la Travesía”… que la librería no duró mucho tiempo y que por intermedio de Orlando Araujo logré colocarme como corrector de pruebas de “El mes Económico”, la revista que él dirigía…
Nada. Hablo con José Vicente Rangel. Planes para unas publicaciones. Manos a la obra. Busco al M. S. No le consigo. Por la tarde en la oficina de Márquez Salas. Quedo en solicitar mañana varios presupuesto en distintas tipografías. Salgo con Edecio Mujica a buscar un poder que le otorgaron. Lecturas de Hemingway, Faulkner, Adriano González León y Curtt Riess que escribe sobre Goebbels.
Asesinado joven de 18 años en su propia casa. Fotografía de unos camisas negras prestando juramento. Pienso que es snob, imitación, teatro, comedia, etc. Policías confunden a soldados con guerrilleros y les dan muerte. En la mesa, durante la comida con Hilda, Soledad, Julieta, María conversación sobre la trata de blancas, muerte de las Rubias, Hilda impresionada con el joven de 18 años asesinado. Yo me pongo en su lugar, dice. Siente que están rompiendo la puerta. Sabe que no tiene salida, que lo buscan. Ve entrar a los asesinos, lo arrinconan y le disparan a la cabeza.
15 de Noviembre
Ah, esa frase de Rimbaud: “Conseguí desvanecer en mi espíritu toda esperanza humana”. Creo que es la que más me define.
Por la mañana discusión con Antonio Márquez Salas.
Spengler y Toymbee son pesimistas. Marx es optimista. Pero Hitler, que tal vez leyó al pesimista Spengler, era optimista. Hitler y Goebbels admiraban a los hombres por su valor.
16 de Noviembre
Vivía en San José de Avila en el 3º piso de un viejo edificio en compañía de un estudiante de derecho llamado Edecio Mujica. Era el responsable de una Célula de Juventud Comunista y me pidió que dejara la pensión donde vivía para que lo ayudara a imprimir un periódico clandestino. Lo sacábamos después en una batea. Por una tabla que estaba sobre la quebrada y que conducía a un callejón llegábamos al edificio. Yo me creía un personaje de O´Flanhertg a quien leí mucho, junto con Wolfe, Hemingway y Dostoievski.
En ese periodo escribí la primera parte de ese cuento. Era por 1956. La segunda parte la escribí en 1957, viviendo en el Bloque 7 del Silencio, en compañía de Carlitos García G. estudiante de derecho también.
Tierna es la noche, de Fitzsgerald.
El extraviado en la noche.
La Roja insignia del coraje, S crame
Fitzgerald: Más acá del Paraiso.
Fitzgerald: El Gran Gatsbi.
Wolfe. Dostievski, Hemingway, James Carey, María Koski, Novalis, Stendhal, Poetas ingleses, americanos, Joyce. H. Hesse- Mollea (Simbad), Neruda (El Tango del viento) Rimbaud- Poe- Wilde- Shakespeare- Sartre- Camus- Eliot- Etc…
Tierna es la noche.
Anoté este verso de John Keats (que F.S. F utilizó para llamar una novela) porque me da la medida de esta noche. Llegué a las 2 a casa. Forré unos cuantos libros. Aparté todo lo de Hemingway con la intención de releerlo y escribir un ensayo para Cal… Leí un relato de G. Cabrera Infante. Pretendí escribir un relato. Me gustó la primera parte. Ahora duerme en un maletín. Pensado en los errores de “El Tumulto”[1]. Pensando en corregirlos. Pero no. Eso salió así, así vivirá. Como un hombre defectuoso desde su nacimiento. Tierna es la noche. Lectura de H. Hesse. Harry Haller, distinto a Harry Morgan y que parecido a la vez. ¿En la desgracia? Más desgraciado fue Harry Morgan. Haller se dejaba morir consecuentemente. Morgan se enfrentaba a la vida y a la muerte con condescendencia, coraje.
Haller era “Una brizna de paja en el viento”. Morgan, a pesar de que era ignorante, tenía un espíritu más rebelde, más acorde con su tiempo de violencias y de traiciones. Para mi que Hemingway tenía más instintos que Hesse. No hablemos de inteligencia. En todo caso seria partidario de Hemingway. La cultura si estaría de parte de Hesse; y la postura intelectual.
Tierna es la noche.
Son las nueve de la noche. La gente que se está adelantando a estas navidades, cohetes, traqui traquis, etc.
El Diario de la Tarde trae la noticia de un joven que apareció asesinado en la Avenida Andrés Bello. Militante de AD – Gobierno[2]. Un balazo en el costado. 30 años. Estudiante de Física y Matemáticas en el liceo Juan Vicente González, de apellido Semprún Balzán.
Hilda le trae un regalo a Clara.
Tacitas y platillos. Carta de Ramón Bravo dirigida a Julieta. Todavía me cree preso. Supo de mi prisión por medio de su familia. Ramón sigue siendo mi gran amigo del alma. Es puro y entregado a nobles propósitos. Fuentes es un comerciante. Se desvive por el dinero. No vive. Y además es tacaño. Para bebidas, búsquenlo. Pero sólo él y otro más para no gastar mucho. La mayor parte de las veces toma solo. Así gasta menos. El vicio sale caro y hace tacaño a la gente. Por mi parte me creo sin vicios. No fumo. Bebidas, como todo hombre normal: cuando se puede o me provoca, que son pocas las veces. No me desvivo por eso. Tranquilo. Ya me pasaron los sueños de la violencia, del heroísmo. Creo que con la maniobra se consigue más. Pero un hombre solitario no sirve para eso: está entregado a lo que pretende hacer. Así dude. La duda obliga a luchar. Suicida en el término de Hesse. Apurar la copa hasta las heces. País en que la cultura no vale nada. Es cosa exótica, extraña. El solitario hombre de Dios. Decir con Wolfe que en América todo es más difícil. Si él lo dijo refiriéndose a EE.UU. cómo tendría yo que expresarme para referirme a Venezuela. ¡Mierda! Futuro incierto. Oscuro. Como un Horóscopo.
[1] NOTA DE SANTY ROZ: “El tumulto” fue la primera novela que escribió Argenis en 1960, y que trata en parte del drama de nuestra familia en San Juan de los Morros…
[2] SR: Para esta época, el partido AD se había dividido en dos toletes, uno llamado AD-gobierno y otro AD-oposición.